El aumento exponencial de casos de COVID-19 en Argentina hizo que el Gobierno de Alberto Fernández empiece a evaluar las estrategias más adecuadas para cuidar al país y evitar muertes. Tras una apertura paulatina, con aforos reducidos y protocolos sanitarios, la segunda ola se erige como una amenaza latente para el sector teatral, que luchó durante todo el 2020 ante el cierre de salas y la falta de trabajo (con el streaming como única salida potable ante la confinamiento). En este marco y después del nulo apoyo de la Ciudad de Buenos Aires a las restricciones sanitarias propuestas por la cartera de Nación desataron un picante cruce tuitero entre el reconocido director teatral Rubén Szuchmacher y el Ministro de Cultura Porteño, Enrique Avogadro.
"Cerrar a las 22hs es cerrar la cultura. Lo que se está discutiendo en estas horas es que el Gobierno Nacional plantea restringir toda actividad a partir de las 22 horas. Desde el Gobierno de la Ciudad estamos ofreciendo alternativas que permitan reforzar los cuidados y garantizar la salud de todos sin que eso vuelva a perjudicar a cientos de miles de personas que necesitan trabajar todos los días", escribió Avogadro en un largo hilo de tuits para apoyar al sector y "escudarse" ante la deplorable actitud que tuvo la Ciudad con los preocupantes pronósticos que arrojan las cifras de contagios diarios.
En otro tuit de su hilo, Avogadro remarca que "cerrar a las 22 h significa una herida de muerte para un sector que demostró en estos meses que la cultura es segura. Los centros de testeos que pusimos a disposición de manera gratuita para la comunidad artística demuestran que el 99,5 % de los resultados son negativos", y cierra su contundente defensa para que no cierren los espacios cerrados dedicados al entretenimiento con el hashtag #LaCulturaEsSegura.
Directo al hueso y en contraposición al Ministro de Cultua porteño, el destacado director teatral Rubén Szuchmacher (que recientemente dirgió la adaptación de Hamlet protagonizada por Joaquín Furriel, que agotó funciones en el Teatro San Martín) le retrucó: "Es falaz lo que decís, Avogadro. Hay un problema serio con la salud, no lo nieguen. La alternativa es pensar otros horarios, no andar agitando grietas que se inventan los PRO para dificultar las soluciones"
"No se trata de dejar de hacer actividades culturales, pero quizás haya que cambiar los horarios. Esa no se te ocurre porque querés chillar, patalear, hacerte la @PatoBullrich que solo quiere dificultar todo. Muy mediocres las ideas que tienen ustedes en la Ciudad", argumentó, picante.
Desde AADET piden que no restrinjan la actividad teatral y musical
Frente a posibles restricciones de actividades nocturnas por el aumento exponencial de casos de coronavirus en el país, desde la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (AADET) señalaron en un comunicado que "los espacios culturales han demostrado no ser focos de contagio" y señalaron que "limitar a las 22 horas las actividades es sinónimo de cancelación inmediata de obras y conciertos".
En un texto titulado "El teatro y la música son seguros de día y de noche", desde la AADET se refirieron a las "informaciones circulantes de posibles restricciones horarias que podrían incluir al sector cultural protocolizado". Al respecto, señalaron que ambas actividades "se desarrollan en forma responsable, extremadamente cuidada y cumplen rigurosamente con los protocolos instrumentados en todas las provincias".
"Los espacios culturales -agregaron- son un ejemplo en cuanto a los cuidados tanto en el seno de la comunidad artística como para con sus asistentes". Para ejemplificar, destacaron que los espectáculos se desarrollan con aforos reducidos, se invirtieron en mejoras de los espacios para garantizar la ventilación natural o con filtros, se implementaron testeos periódicos y preventivos para elencos y equipos, entre otras cosas.
Por último, resaltaron que limitar a las 22 actividades que en los últimos 13 meses disminuyó entre un 80 y un 95 por ciento "es sinónimo de cancelación inmediata de obras y conciertos en cartel por imposibilidad de reprogramarlas, extinción de contratos laborales y el fin de muchas pymes culturales".