No se sale emocionalmente indemne tras ver Rota y acompañar su protagonista, la madre de un femicida que intenta lidiar con la triste baraja que le tocó en vida, en un viaje introspectivo por su rol como progenitora. Raquel Ameri, actriz que encarna este texto de Natalia Villamil dirigido por Mariano Stolkiner, entrega el alma en el escenario y lleva a los espectadores por un abanico de imágenes sensoriales en torno al dolor y la pérdida. En diálogo con El Destape, la actriz compartió su visión sobre la potente obra que puede verse en el teatro El Extranjero (Valentín Gómez 3380) los sábados a las 20 horas.
- ¿Sos mamá?
Sí, tengo tres hijes.
- ¿Qué sensaciones te genera interpretar a esta madre rota?
Esta obra me propuso un camino de aprendizaje sobre el rol de madre -en mi caso, de dos varones y una mujer- y una revisión de los vínculos en el cotidiano. Culturalmente, las madres están formateadas con una bajada de línea en la que deben inmolarse en la crianza, y lo cierto es que nunca se sabe si están dando lo mejor para constituir a un hombre o una mujer que no termine haciendo atrocidades, como es caso del hijo de la protagonista. Siento que debería analizarse más en detalle el peso que cargamos quienes tenemos hijos: si las cosas salen bien, es todo producto de un milagro; y si salen mal, es culpa de la madre.
- ¿Tuviste contradicciones por tener que pararte desde un lugar que no suele contarse?
Al principio, obviamente, me salía ponerme del lado de la víctima del femicida. Luego entendí que esta madre también es una perjudicada por la situación y por el sistema patriarcal que la rodea. De hecho, en una parte de la obra ella cuenta que sufrió violencia de parte de este hombre que engendró. Ahí fue cuando logré empatizar con el dolor de esta mujer rota.
- ¿Te inspiraste en historias reales para crear a esta madre?
Mi mamá estuvo en situación de conocer grupos de padres en barrios carenciados, donde se viven situaciones de duelo similares con hijos delincuentes: como se juzga a estas personas y sus muertes pasan a ser, para muchos, "de segunda", en dichos grupos pueden contenerse y compartir sus historias. No es lo mismo llorar a un hijo criminal que a uno que murió de cáncer.
Rota. Nuestra opinión: Excelente.
Funciones: sábados a las 20 horas en el Teatro El Extranjero (Valentín Gomez 3378).