Desde el domingo 18 de abril a las 9 horas Netflix estrena la segunda temporada de Luis Miguel, la serie, que sigue la vida del Sol de México y aborda uno de los misterios más importantes de su entorno: ¿qué pasó con su madre? "Es una temporada más oscura, más compleja", declaró Diego Boneta, actor que lo encarna, sobre los capítulos que se vienen.
"Tratamos de hacer una temporada que no intente copiar ni recrear la temporada anterior, la primera. Esta es otra etapa de la vida de Luis Miguel, basada en la vida de él, entonces es una temporada más oscura, más compleja. Lo que me encanta es que el mismo equipo que hizo la uno está detrás de la dos. Aprendimos mucho de la primera temporada; de entrada nadie en el equipo pensó que iba a tener el éxito que tuvo, entonces para esta temporada pensamos en qué funcionó, qué podemos mejorar. La primera estuvo basada en un libro, la segunda no, entonces tardamos tanto tiempo porque hubo una investigación increíble por parte de los escritores para poder recopilar toda la información de Luis Miguel y otras personas clave en esta parte de su vida para esta segunda temporada, y después de obtenerla ver cómo contarla", remarcó Boneta, en declaraciones a la agencia de noticias Télam,
Y agregó: "Pero por lo que pasa en la vida de Luis Miguel es una temporada más oscura en todos los sentidos: de personajes, visualmente, y lo que me gusta mucho es que ves a un Luis Miguel totalmente diferente, antes era más una víctima y aquí ya es un adulto. Habrá momentos donde espero que la gente entre en conflicto con las decisiones que él toma y que no siempre sea el héroe de la historia: es un antihéroe que trata de hacer lo mejor que puede con lo que la vida le dio. Al final de cuentas tuvo una vida difícil, no tuvo padres y está tratando de hacer lo que puede con las cartas que la vida le dio".
Los ocho episodios muestran al cantante en una encrucijada: cómo abordar la fama a nivel internacional como ídolo del pop latinoamericano mientras busca el equilibrio con las demandas de su tensa vida familiar. En la cima de su éxito en los noventa, Luis Miguel (Diego Boneta) queda a cargo del cuidado de sus hermanos tras la muerte de su padre e intenta enmendar la relación con su novia Érika (Camila Sodi). Hugo (César Bordón), representante y figura paterna para Micky, lucha contra el cáncer, y un nuevo representante, Patricio Robles (Pablo Cruz Guerrero), agita las cosas en la agencia de talentos.
Mientras intenta descifrar la misteriosa desaparición de su madre, Luis Miguel sana su propia herida paterna al reconectarse con su hija distanciada, Michelle (Macarena Achaga), a quien no ve desde hace más de una década.