El true crime es uno de los géneros más populares y Netflix aprovechó esa fascinación de sus suscriptores para lanzar Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, serie que gira en torno al conocido como "Caníbal de Milwaukee", que acabó con la vida de 17 hombres y niños varones. Tras el lanzamiento, la familia de una de las víctimas cargó contra la producción creada por Ian Brennan y Ryan Murphy.
En Twitter comenzó a circular una comparación entre la declaración real de Rita Isbell, hermana de una de las víctimas, y la recreación de dicha escena en la serie. "No le diré a nadie qué ver, sé que el true crime es enorme pero, si realmente tienes curiosidad acerca de las víctimas, mi familia (los Isbell) están enfadados con esta serie. Es revivir el trauma una y otra vez, ¿y para qué? ¿Cuántas películas, series o documentales necesitamos?", escribió en Twitter el usuario @ericthulhu.
"Recrear a mi prima teniendo una crisis emocional en el juzgado frente al hombre que torturó y asesinó a su hermano es salvaje. Salvaje", agregó el internauta. Estos tuits tuvieron un gran alcance, por lo que @ericthulhu se pronunció de nuevo. "No esperaba que ese tuit recibiera tanta atención. Para responder a la pregunta principal, no, no avisan a las familias cuando hacen esto. Todo es un registro público, por lo que no tienen que notificar (ni pagar) a nadie. Mi familia se enteró cuando todos los demás se enteraron", explicó.
"Así que, cuando dicen que están haciendo esto con respeto a las víctimas u honrando la dignidad de las familias, nadie les contacta. Mis primos se despiertan cada pocos meses con un montón de llamadas y mensajes y saben que hay otra producción de Dahmer. Es cruel", añadió. Pese a las críticas recibidas, el equipo de la serie defendió el enfoque de la historia. "Era importante ser respetuoso con las víctimas, con las familias, e intentar contar la historia de la manera más auténtica", dijo Evan Peters en un video promocional.
Jeffrey Dahmer asesinó un total de 17 adultos y niños varones entre las décadas de los '70 y los '90. Una vez apresado, la Justicia estadounidense comprobó que Dahmer practicaba la necrofilia y el canibalismo. La policía comenzó a investigarlo en 1991, cuando Tracy Edwards -su última víctima- consiguió escapar de sus garras. Cuando allanaron su vivienda, los efectivos encontraron fotografías de cadáveres, restos humanos y una cabeza en la heladera.