En El Reino, la exitosa serie de Netflix protagonizada por Diego Peretti, Peter Lanzani, Mercedes Morán y gran elenco, interpreta a Remigio Cárdenas, personaje que lo elevó a un centro de popularidad masiva. Se trata de Nicolás García Hume, actor de 41 años que llegó de Paraguay hace 11 años con el sueño de triunfar como artista.
Nicolás llegó a la Argentina en 2010 cuando sintió que en su país natal ya había superado sus capacidades omo artista. Con el dinero suficiente para estar sin trabajar durante un año y medio, llegó a Argentina y trató de hacerse un lugar en la industria del entretenimiento. En sus inicios lo consiguió en el rubro de la comedia, donde se lució en las miniseries Jorge (Canal 7) y Por Ahora (Cosmo), ambas de la actriz y guionista Malena Pichot, mientras hacía shows de stand up.
Su primer trabajo en una ficción argentina de gran alcance fue en 2015 cuando lo convocaron para formar parte del elenco de La Leona (Telefe), tira diaria protagonizada por Nancy Dupláa y Pablo Echarri. A ese trabajo le siguieron la serie El Tigre Verón (Polka) -con Julio Chávez- y El Reino -su trabajo más reciente- thriller producido por el gigante de streaming Netflix, que no sale del top 10 de contenidos más vistos en la región.
Los inicios de Nicolás en la actuación y su nuevo proyecto en Polka
A los 15 años se desempeñó como skater profesional y a los 20 debutó como actor. Terminada su educación secundaria paseó por distintas carreras universitarias: medicina, marketing y publicidad, antes de caer en la cuenta de que su verdadera vocación estaba en la actuación. La serie González vs Bonetti -una de las ficciones más populares de la televisión paraguaya- fue su puerta de entrada al medio y desde entonces siguió mostrando su dotes para el oficio.
Instalado en Argentina, Nicolás se prepara para su próximo gran desafío: La 1-5/18, la nueva tira diaria de Polka protagonizada por Agustina Cherri, Esteban Lamothe y Gonzalo Heredia- en la que compartirá elenco con su compatriota Lali González. La historia transcurre en la villa 1-5/18, recientemente bautizada como "La Peñaloza", donde conviven vecinos de distintas edades y diversidad sexual que, a pesar de estar privados de algunos derechos y de atravesar la carencia, siempre están dispuestos a colaborar y a luchar por el bienestar de toda la comunidad.