El monopolio de las productoras famosas, la dificultad para conseguir financiamiento en las entidades estatales destinadas a la cultura y el intrincado acceso a tejer un vínculo con las grandes plataformas, son trabas para el desarrollo creativo de cientos de directores y creadores de series y películas nacionales que intentan abrirse un hueco con sus ideas. Sistemas de aportes colaborativos como el crowfunding y los famosos "cafecitos" abrieron el juego a que todos tengan una chance de desarrollar sus proyectos (uno de los ejemplos más destacados es Comunidad Orsai, del escritor Hernán Casciari), como en el caso de El oficinista, una serie policial autogestiva que nació en pandemia, ya tiene un capítulo piloto rodado y busca atraer la atención de los gigantes de streaming.
"El proyecto arrancó en 2020, en plena pandemia. En ese momento me llegó una novela El oficinista, por recomendación de un amigo. La historia me atrapó tanto que terminé de leerla en dos días. Como la cuarentena seguía extendiéndose decidí arrancar a escribir el capítulo piloto. Terminé el primero, hice el segundo y así seguí hasta el décimo", remarcó el director Julián Durand a El Destape sobre los inicios del proyecto que -anticipa- "puede llegar a ser enorme y darle trabajo a muchísimas personas".
La novela de Federico de Gregorio cuenta la historia de un hombre, de profesión oficinista que está harto de su rutina laboral y quiere un cambio en su vida, sin importar cual sea el costo a pagar por ello. "Le cansa tener que fingir que está todo bien en su vida, cuando no es así. Es por eso que decide dejar de tener miedo y convertirse en el miedo, aunque eso implique ensuciarse las manos", señaló Durand. La serie, cuyo teaser puede verse en su perfil de Instagram, sigue la línea de los policiales negros, con un detectve -la contraparte del protagonista- dispuesto a seguir el rastro de los crímenes y artimañas del oficinista. "Me inspiré mucho en Taxi Driver y en Joker", agregó
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Por último, sobre el camino pedregoso para conseguir apoyo estatal el realizador se mostró categórico aunque sin perder el optimismo:"Busqué ayuda en el INCAA, en el Fondo Nacional de las Artes y en muchos espacios más, pero no conseguí ningún tipo de financiamiento. Aún así, hay mucha gente que creyó en el proyecto y gracias a eso pudimos grabar el capítulo piloto, a la espera de ser presentado en plataformas. Quiero apuntar a HBO Max o Amazon Prime, que creo son las más acordes a la propuesta de El oficinista".