Con relatos que evocan la resistencia del pueblo ucraniano a la invasión rusa y una proyección de videos en Londres, se conmemora este fin de semana el segundo aniversario de una guerra en la que se desconoce la cifra real de muertos, puesto que ningún país da a conocer un balance, pero se estima que son cientos de miles entre soldados y civiles.
Uno de las actividades tendrá lugar en el Museo de Voces Civiles, que se inauguró en Kiev, la capital de Ucrania, el jueves último, y recoge 100.000 historias contadas por hombres, mujeres y niños que vivían en la zona de guerra.
En el museo de Kiev se exhibirá un espacio inmersivo y multimedia que "sumergirá" a los visitantes en las vidas y vivencias del pueblo ucraniano. La experiencia abarca los acontecimientos desde 2014, cuando una revuelta popular derrocó al régimen entonces afín a Moscú, lo que a su vez provocó que militantes armados pro rusos anexionaran la península de Crimea.
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La idea de esta exposición relacionada con aspectos cotidianos de la vida de los ucranianos, incluidas sus posesiones e imágenes de sus mascotas, busca que quien la observe se identifique con el trauma que se vive en ese territorio.
Entre esos testimonios se encuentra el de Nastia Tykha que cobró notoriedad después de que una fotografía de ella y sus 19 perros se hizo viral. "Hemos evacuado con todo nuestro refugio de animales", explicó.
En otra escena, una mujer llamada Nadiya Svatko dice: "Mi armario y mi gallo son señales de que la victoria será nuestra". Sus pertenencias, que de algún modo sobrevivieron al arrasamiento de su hogar, se consideran símbolos de la resistencia nacional, señaló la revista inglesa The Art Newspaper.
Los impulsores de la exposición, a cargo de una fundación respaldada por un multimillonario ucraniano llamado Rinat Akhmetov, tienen el objetivo explícito de documentar las situaciones de despojo y violencia que implica esta guerra.
El archivo es "la base para una condena justa de los crímenes de guerra y una fuente de apoyo para los sobrevivientes que quieren contar la verdad", explicaron los organizadores.
Por otra parte, los artistas Nick Crowe e Ian Rawlinson presentarán un maratón de videos en Outernet, cerca de la estación de metro de Tottenham Court, en el centro de Londres, en un montaje de 11 horas.
En ese espacio, los londinenses accederán a la puesta Vlada -que significa poder en ucraniano- realizada con más de 27.000 videos subidos al canal Telegram del país, que llevó un año de montaje. La exhibición tendrá lugar durante todo el día, desde la una de la tarde hasta medianoche, con el apoyo de la organización benéfica ADOT, que hace campaña contra "la epidemia de desconexión y conflicto" en el mundo.
Allí los espectadores verán cientos de videos proyectados simultáneamente al ritmo de una banda sonora en lo que se anuncia como una "experiencia deliberadamente abrumadora".
Crowe y Rawlinson empezaron a colaborar en espectáculos de vídeo después de compartir un estudio en Manchester hace 30 años. "Vlada surgió porque, como el resto del mundo, estábamos pegados a nuestros teléfonos viendo cómo se desarrollaba el horror. También es nuestra forma de no dejar que ese horror caiga en el olvido, ni permitir que nos abrume o paralice. Al fin y al cabo, eso es lo que le gustaría a (Vladimir) Putin", manifestaron los artistas a la revista inglesa.
El horror de la guerra también formará parte de la Bienal de Venecia, en el pabellón ucraniano que aborda la ocultación: estará colgado de redes como el camuflaje utilizado para engañar a las tropas de Putin.
La obra de este pabellón está hecha con una elaboración muy casera, con las redes inspiradas en la táctica bélica de tejer pantallas de camuflaje. El espacio está rodeado por la instalación arquitectónica de Oleksandr Burlaka, compuesta por telas procedentes de mercadillos.
La exposición cuenta con la curaduría de Viktoria Bavykina y Max Gorbatskyi, quienes consideran que "tejer redes es una metáfora clave que refleja la Ucrania actual".
"En medio de la invasión rusa, los ucranianos se reúnen para tejer redes de camuflaje. Es una acción conjunta de abajo arriba que beneficia a unos y a otros y al país", señalan.
El arte ucraniano también estará presente en el pabellón polaco, con obras de un colectivo de artistas de Lviv que representó a Ucrania en la Bienal de 2015. "Repeat after Me II" ha sido calificada de "retrato colectivo de testigos de la guerra en Ucrania" por Art Review.
Con información de Télam