Restituyen a la Fundación Molina Campos 132 obras del pintor de la "pinacoteca de los pobres"

04 de mayo, 2023 | 15.01

(Por Ana Clara Pérez Cotten).- Tras años de disputas y entredichos y cinco meses después de la intervención de la Fundación Molina Campos, tutora de una de las colecciones más importantes del pintor que popularizó las costumbres gauchas con la "pinacoteca de los pobres" y los famosos almanaques de Alpargatas que llevaron sus obras a las casas de todo el país, 132 del artista que se encontraban en San Antonio de Areco fueron restituidas y aguardan bajo custodia del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires el proceso de inventario y minucioso análisis para que se pueda conocer su estado de conservación.

El interventor Denis Turnes trabajó para recuperar las 132 obras que se encontraban repartidas entre la Universidad Nacional de San Antonio de Areco (Unsada) y el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes de esa ciudad bonaerense.

“Fue una gestión coordinada entre el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el municipio de Moreno que colaboró con el traslado de 125 obras que estaban en el Museo y siete que permanecían en la universidad, en guarda”, repasó Turnes.

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El procedimiento comenzó ayer a las nueve de la mañana y terminó a las 21. Para concretar ese proceso complejo y extenuante participó un equipo de especialistas integrado por el director provincial de Patrimonio Cultural, Pedro Delheye; la directora del Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, Viviana Melloni; y la titular provincial de Cultura en Territorio, Paloma Sánchez.

Junto a personal de esas reparticiones, participaron de la inspección del estado de conservación de las obras y del inventario y acompañaron el traslado. El conservador de museos y restaurador Aldo Orsetti también hizo observaciones para que el trabajo estuviera a la altura del patrimonio trasladado.

“Fue un litigio complejo de resolver. Sin dudas, fue más sencillo solucionar la restitución que dependía de la universidad; el municipio fue más reticente pero finalmente ayer firmó el acuerdo de rescisión y entregó las obras”; mientras que “los empleados del museo pusieron lo suyo con un trabajo súper profesional en el traslado”, aclara Turnes sobre el proceso.

Las piezas ahora esperan ser objeto de un inventario minucioso con detalle y análisis. “Tenemos que analizar el estado de conservación porque algunas obras tenían manchas de humedad y hay que ver si tiene que iniciarse un proceso restauración; la idea es que ese trabajo se concrete para que en el menor tiempo posible puedan ser exhibidas”, explica el interventor de la Fundación.

Para poder concretar el costoso traslado, la Provincia facilitó una línea de subsidio. “Tuvimos que contratar a una empresa especializada en transporte de obras de arte y un seguro, además de una custodia privada y se dejó registro en un inventario de las piezas que retiramos”, contó sobre cómo se hizo el operativo que duró 12 horas: durante el proceso, los empleados del museo entregaban las obras, los especialistas las inspeccionaban y medían, y un escribano constataba su estado y lo asentaba en un inventario.

“Es una colección impresionante que va a poder dialogar con las más de 850 piezas de la colección privada del artista que el año pasado se encontraron en un local, algo abandonadas. Ahí hay fotografías, cuentos, libros y objetos de Molina Campos que en parte explican su carrera. Entonces, a futuro se abre un enorme trabajo de curaduría para poder vincular ambas cosas”, repasa Turnes, quien se mostró satisfecho con el resultado del operativo: “salió todo bien en un traslado que era complejo -dijo-; la gratificación es muy grande, tiene valor histórico, artístico y obviamente económico”.

La Fundación Molina Campos fue creada en 1969, 10 años después de la muerte del pintor, con la finalidad de custodiar, conservar y difundir parte de su legado. En 1979, también por iniciativa de su viuda, Elvira Ponce, se creó el museo dedicado al artista en la localidad bonaerense de Moreno, donde éste pasó algunas temporadas en el rancho Los Estribos.

Turnes asumió como interventor de la Fundación el 24 de agosto último en reemplazo de Adolfo Güiraldes, presidente desde 2019 de esa institución sin fines de lucro. Toda la comisión directiva fue desplazada con su designación, que apuntó a normalizar el funcionamiento de la entidad, a ponerla en marcha y operativa comenzando “desde muy abajo”, porque tuvo hasta que generarle un cuit que no tenía porque la Fundación no había hecho presentaciones contables.

El patrimonio de la FMC también está compuesto por el Museo Molina Campos de la localidad bonaerense de Moreno y fue una suerte de “escándalo” lo que llevó a la intervención, cuando en 2020, en plena pandemia, apareció un cartel de “se vende” en el museo que puso en alerta al municipio.

¿Adónde habían ido las obras que guardaba una institución que -según la resolución que fundamentó su intervención- “en los últimos últimos 20 años estuvo cerrada por un tiempo equivalente al de 18 años”?. La reacción fue el decreto 403/21 que declaró al Museo de Moreno “patrimonio histórico” y generó una denuncia ante la Inspección General de Justicia (IGJ).

Gonzalo Giménez Molina, nieto y único heredero de Florencio Molina Campos, estaba al tanto del traslado de “cuadros supuestamente atribuidos a Molina Campos” pero ante la incertidumbre de tantos años de idas y vueltas e irregularidades, prefiere una actitud expectante hasta conocer detalles: “Queremos ser prudentes. Hemos dejado trabajar al interventor. Hasta tanto no veamos las obras, no vamos a hacer declaraciones”, dijo.

Con información de Télam