A tan solo un mes del lanzamiento de su primer álbum, “333”, EVLAY hizo vibrar el mítico Niceto Club con un show que cautivó a todo su público. Un repertorio de 14 temas, 10 invitados de lujo y 7 colaboraciones en vivo, fueron testigos de una noche que marcó un hito en su carrera.
Nico Alfieri se unió a EVLAY para interpretar "Sillón Verde"; An Espil y Chibi Fernández participaron en "Inflexión"; Santiago Motorizado y WOS hicieron lo propio en "Investido; Caterina Finnochio en "Vasco"; Taichu en "No siento mi sangre"; Ca7riel en "Antro", y Tomy Sainz y Lisandro Aristimuño en "Cabezas del Tiempo". El cierre culminó con el tema “Chela”, canción que lleva el nombre y la voz de su abuela, siendo esta una canción que solía cantarle a EVLAY cuando era niño, quien estuvo como orgullosa espectadora.
Con una deslumbrante puesta de efectos visuales y una fusión de géneros que destacó un sonido envolvente y más electrónico −con Rodwin Boonstra en bajo y Agustín Piva en batería− la noche se transformó en una auténtica fiesta en pleno corazón de Palermo, dejando una vez más de manifiesto que EVLAY continúa consolidándose como un artista esencial en la escena musical.
“333”, el álbum de Evlay
“333” está conformado por 12 canciones, cada una cuenta con la participación de los mejores artistas de la música nacional. El disco busca transmitir a las nuevas generaciones de productores que aún hay nuevas cosas por hacer y contar, sin la necesidad de ir siempre de la mano con lo que ya se sabe que funciona, abrazando la desconexión a lo instituido y dándole la espalda a las fórmulas preestablecidas.
Las bases de todos los temas son de EVLAY y las creó en su estudio privado -en su casa- frente al cementerio de Chacarita. En el proceso descubrió qué universo debían complementar o qué artista tenía que formar parte de cada una. La mayoría de las voces se grabaron allí también, las letras son propias de cada intérprete, siendo la idea principal que cada artista se aventurara a explorar terrenos musicales distintos a su estilo convencional.
Paradójicamente a su escepticismo, “333” -un número maestro- es el resultado de la infinidad de veces que el número 3 empezó a aparecer en lugares y en momentos valiosos de su vida “Es un número que aparece en momentos claves y que reafirma decisiones importantes. De hecho, varios temas del disco duran 3:33”, revela Yalve.
Muchos de los sonidos que aparecen en su disco son grabaciones hechas en su primer viaje por Europa, cuando compró una grabadora portátil, con la que registró audios de distintas ciudades como trenes, autos, chicharras y viajes en subte, enriqueciendo la experiencia auditiva del álbum, y añadiéndole una dimensión inmersiva.