La evolución de la carrera espacial entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética a mediados de los 50 y el surgimiento de una nueva corriente estética que irrumpió con el nombre de informalismo son los dos episodios aparentemente inconexos que dan origen a las indagaciones de la artista argentina Raquel Forner sobre el cosmos, un período que recrea el Museo Nacional de Bellas Artes en una muestra de 70 obras que se podrá ver desde el 29 de noviembre.
"Raquel Forner. Revelaciones espaciales. 1957-1987" tiene como título la exposición que podrá visitarse hasta el 26 de febrero de 2023 en el Pabellón de exposiciones temporarias del Museo. Se trata de una selección de dibujos, pinturas y grabados que bajo la curaduría de Marcelo E. Pacheco se centran en el período que la artista argentina dedicó al tema de la conquista del cosmos.
Pintora, escultora y profesora de dibujo argentina, Forner (1902-1988) se formó en la Academia Nacional de Bellas Artes y tuvo su incursión europea, estudiando en París en el taller de Othon Friesz. Al principio se inscribió en las formulaciones del arte constructivista, pero ya en la década del treinta se dejó seducir por el surrealismo y la pintura metafísica italiana.
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La Guerra Civil Española tuvo un impacto profundo en su ánimo y cambió por primera vez el rumbo de su pintura. Alguna vez llegó a decir incluso que el dolor por ese ocaso de la historia española la convirtió en pintora. Hacia los años 50, sin embargo, el drama bélico deja de ser el motivo de su poética: la fe en la ciencia, en la esperanza de un hombre nuevo, habilitada en parte por la posibilidad de los viajes al espacio, se traslada a su pintura. Así surge el interés por el cosmos que es el foco de la muestra que inaugurará el Bellas Artes.
El cuerpo de obra seleccionado se compone de pinturas de gran formato, litografías, dibujos y bocetos que Forner desarrolló en las últimas décadas de su destacada trayectoria, a partir de su deslumbramiento y su curiosidad por el tema de la conquista del espacio, que siguió al denominado "ciclo terrestre", donde refería los dramas de la guerra.
"Cuando Raquel Forner se embarcó en esta segunda y prolongada etapa dentro de su producción, ya era una figura consagrada en la escena argentina, una de las principales artistas de la modernidad y una mujer que había superado los múltiples escollos que implica desarrollar una carrera en un medio patriarcal", sostiene el director del Bellas Artes, Andrés Duprat, sobre este período en la trayectoria de la artista.
"Impactada por la exploración del cosmos, apeló en estas obras a los lenguajes heredados de su pasaje por la experiencia surrealista como parte del Grupo de París, que puso en diálogo con los postulados del expresionismo y el fauvismo e, incluso, con experiencias contemporáneas como el Informalismo y la Neofiguración", amplía.
"Desde los años 20 -señala por su parte Pacheco‒, el hombre y, en especial, la mujer, habían sido para Forner protagonistas constantes de las telas de su 'ciclo terrestre', también llamado, en los papeles de la artista, serie El drama", en referencia a la obra con la que obtuvo en 1942 el Primer Premio de Pintura en el Salón Nacional de Bellas Artes y que hoy forma parte de la colección del Museo. Poco tiempo después, en 1957, luego de que la Unión Soviética lanzara el Sputnik, el primer satélite artificial de la historia, "el deslumbramiento y la curiosidad se apoderaron de la artista, que ese mismo año cerró el 'ciclo terrestre' para empezar con sus series del 'ciclo espacial", historiza el curador.
Estas obras muestran ‒en palabras de Pacheco‒ "la sensibilidad de Forner frente al salto de la humanidad hacia el misterio, lo desconocido, como una vivencia simbólica del hombre, la consideración de las preguntas primeras sobre la vida, sobre la creación". Desde entonces ‒agrega‒ los protagonistas de su obra "se convirtieron en terráqueos saliendo a la conquista de la Luna: la humanidad se transformaba en astroseres y mutantes, el hombre del espacio".
Las obras que componen la muestra provienen, en su mayoría, de la Fundación Forner-Bigatti, así como del acervo del Museo y de colecciones privadas. En la exhibición, habrá pinturas de las series Las Lunas, Los que vieron la Luna, Los astronautas, Los laberintos, El Apocalipsis, Piscis, Los terráqueos, Mutaciones espaciales, Del espacio, Los mutantes y Encuentro con astroseres en Ischigualasto, iniciada por Forner tras un viaje al Valle de la Luna en la provincia de San Juan, la última serie en la que trabajaría hasta su muerte, en 1988.
"Raquel Forner. Revelaciones espaciales. 1957-1987" podrá visitarse hasta el 26 de febrero de 2023 en el Pabellón de exposiciones temporarias del Museo, de martes a viernes, de 11 a 20, y los sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.
Con información de Télam