Parque Sarmiento fue testigo de la segunda fecha del festival Primavera Sound 2023 creado hace más de veinte años en Barcelona, que comenzó en las primeras horas de la tarde con los clásicos inoxidables de Virus. Los hits de los hermanos Moura fueron el puntapié inicial para una jornada en la que se revisitó permanentemente el cancionero de las décadas del 80, 90 y 2000.
Luego de los platenses, Turf salió a escena con toda la euforia típica del conjunto de Joaquín Levinton que, a fuerza de éxitos como “No se llama amor”, “Loco un poco” y “Pasos al costado”, avivó al público que iba llegando al predio.
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El predio en el que se concentraron más de 50 mil personas para la segunda fecha y más de 100 mil para el festival en su conjunto, son 13 hectáreas ubicadas al norte de la Ciudad de Buenos Aires que funcionaron a la perfección para otorgarle a la propuesta la diversidad requerida: tres escenarios; stands de marcas con actividades interactivas; y zonas intermedias entre los escenarios en los que la gente descansó bajo la necesaria sombra de los sauces.
Los tres platos fuertes de la noche comenzaron con el show de Beck, uno de los artistas más referenciados de la escena pop rock de los 2000. El californiano tocó temas de sus más de diez álbums y se mostró maravillado con el país que visitó. En los últimos días pudo verse en sus redes sociales como visitaba lugares turísticos de la ciudad así como lugares más mundanos, como un supermercado chino y una verdulería.
Uno de los puntos altos de su show fue cuando subió al escenario Damon Albarn, a la sazón líder de Blur y estrella de la noche, para interpretar “The vallery of the pagans”, un tema compuesto por ambos.
Luego fue el turno de los Pet Shop Boys, el histórico dúo compuesto por los británicos Neil Tennant y Chris Lowe, que a puro synth-pop ochentoso hicieron emocionar a su fandom, sobretodo veterano, que vibró con “Go west” y esos hits hechos al calor de la “cortina de hierro”.
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Con Blur cerró la noche pero llegó a su clímax un nuevo capítulo del inoxidable amor entre Damon Albarn y el público argentino. El héroe sensible del brit pop redondeó más de una hora y media en lo que anticipó como “the last show” ¿no vendrá más a la Argentina? .
El show versó alrededor de las canciones de “The balled of Darren”, su último (y muy buen) disco y piezas de todas las épocas como “Parklife”, “Beetlebum” y “Girls and boys”. Hizo subir a gente del público dos veces, bajó del escenario a cantar más cerca de los presentes, y nunca perdió la interacción a pesar de decir “tonight no politics, just love”, en relación a sus dichos en el show reciente en Chile, cuando uno que “dos gobiernos eligieron últimamente líderes de ultraderecha y eso no es bueno”.
Así cerraron dos noches del festival que se perfila como el más interesante de la música rock internacional y deja expectativa abierta y vara alta para la versión 2024.
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