A 16 años del impresionante atraco al Banco Río -hecho que conmocionó a la sociedad- la plataforma Netflix lanzó el documental Los Ladrones: la verdadera historia del robo del siglo, que reúne a los protagonistas del famoso hecho delictivo que ocupa un lugar predilecto en la historia del hampa criollo. En el marco del reciente estreno, 4 curiosidades del asalto más impresionante de Argentina.
Inspirados en las Tortugas Ninja
Con la idea fija de querer robar un banco, Fernando Araujo, el ideólogo del robo, empezó a trazar un plan acorde a sus expectativas y una de las mayores inspiraciones para ello serían las clásicas Tortugas Ninja, protagonistas de una franquicia de cómics, dibujos animados y películas. “Utilizar armas no iba con mi estilo de lo que estaba tratando de encontrar: un robo artístico. Creamos el Plan Donatello, no por el artista, sino por las Tortugas Ninja. Estaban en los desagües, hacían artes marciales y eran verdes como el cannabis”, reveló Araujo en el documental de Netflix.
Festejos, pizza y un plan perfecto
Durante las siete horas de negociación con 23 rehenes dentro del banco, los ladrones burlaron el sistema de seguridad con la confección de trajes especiales que los aislaron de los sensores de movimiento, pidieron pizzas, gaseosas, le cantaron el feliz cumpleaños a una mujer y se esfumaron contrariando a toda la fuerza policial.
El mensaje
Al final del atraco, los ladrones dejaron un mensaje que pasaría a la historia: "En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores". Disfrazados y habiendo usado armas de plástico (según la versión relatada por los ladrones) el asalto tuvo un broche final digno de la búsqueda artística que planeó Araujo desde el principio. El dicho saltó rápidamente a la popularidad y fue el título del libro sobre el robo del siglo, escrito por el cronista de Policiales Rodolfo Palacios.
El misterio del botín
En total, los ladrones se robaron la suma de 19 millones de dólares en bolsas, de los cuales las autoridades solo pudieron recuperar un millón. Aún hoy sigue siendo un misterio qué ocurrió con los 18 millones restantes.