Mientras a lo largo del mundo avanza el calendario de muestras y tributos por los cincuenta años de la muerte de Pablo Picasso, una de las exposiciones más emblemáticas de esa agenda que debía inaugurarse en los próximos días en el museo dedicado al artista en Málaga podría ser pospuesta por una huelga de los trabajadores del espacio que, al no encontrar eco en sus reclamos por un nuevo convenio colectivo, anunciaron que paralizarán la institución durante cinco días.
"Basta" dijeron finalmente los trabajadores del Museo Picasso de Málaga, que tras la falta de avances en 10 meses de negociaciones para aprobar su convenio colectivo acaban de convocar a cinco días seguidos de huelga en las vísperas de la inauguración de la gran muestra que va a albergar el espacio, titulada "El eco de Picasso" y con inauguración prevista para el próximo 2 de octubre, coincidiendo con los actos por el 50 aniversario de la muerte del pintor malagueño.
Los empleados del museo se quejan de que son los peor pagados de toda España entre pinacotecas similares, a pesar de que, actualmente, el Museo Picasso de Málaga está entre los 10 centros de arte más visitados del país y entre los 100 a nivel internacional. "Museo de lujo, trabajadores de saldo", denuncian los empleados en las pancartas con las que han salido a la calle este verano.
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Antes de iniciar la negociación del convenio el pasado otoño, el comité de empresa del museo malagueño realizó un estudio comparativo con convenios de otras 10 instituciones museísticas, como el Museo Carmen Thyssen Málaga y Museo Thyssen Madrid, Fundación Miró y Museu Picasso Barcelona, entre otros, y comprobaron "que las condiciones salariales y laborales" eran "muy inferiores" al resto de instituciones.
La huelga convocada "podría obstaculizar seriamente" la inauguración de la exposición "El eco de Picasso" prevista para el 2 de octubre, ya que la convocatoria podría incluso ampliarse a la semana del 25 al 29 de septiembre.
El artista español continúa siendo protagonista de las exposiciones que llegan a los museos y con las que se seguirá celebrando este otoño el llamado "Año Picasso", que conmemora el 50 aniversario de su muerte.Las exposiciones y actividades en su honor llevan celebrándose a lo largo del año, unidas a otras propuestas como las dedicadas a Antonio López o a Joaquín Sorolla, de cuya muerte hace exactamente cien años.
Los museos abordarán en los próximos meses al genio malagueño desde variadas perspectivas: la originalidad con la que se acercó al mundo clásico y a la tradición judeocristiana, su primer aporte a la definición del arte moderno, su relación con otros artistas y, en concreto, con Joan Miró, su obra escultórica o los dibujos de su infancia.
La muestra "Picasso. Lo sagrado y lo profano" podrá verse en el Museo Thyssen de Madrid desde el próximo 4 de octubre, una exposición en la que se estudia cómo el artista miró al arte del pasado y desveló nuevos modos de interpretar la historia.
El afán de Picasso de reinventar su arte de forma permanente, de llevarlo más allá de los límites de su tiempo, se materializó no solo en su espíritu de ruptura e innovación, sino también en su deseo de devorar y de reinterpretar las obras del pasado.
Esta exposición, según explica el Thyssen, estudia la audacia y originalidad con la que el artista se acercó tanto al mundo clásico como a los temas de la tradición judeocristiana, y desvela su capacidad de integrar elementos y problemáticas del arte anterior en su propia obra y de reflexionar sobre la esencia última de la pintura.
Por su parte, el Museo Reina Sofía de Madrid albergará en noviembre la exposición "Picasso 1906. La gran transformación", una mirada a la primera aportación del artista a la definición del "arte moderno".
En Barcelona, la exposición Miró-Picasso ocupará de manera simultánea el Museo Picasso y la Fundación Joan Miró desde el mes de octubre, coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte del pintor malagueño y el 40 del artista barcelonés.
Más de 250 piezas de ambos artistas tanto de los dos museos como de colecciones privadas de todo el mundo evocarán la amistad que mantuvieron a lo largo de sus vidas y su reconocimiento a Barcelona, donde dejaron un legado museográfico.
Joan Miró y Pablo Picasso, que mantuvieron una estrecha amistad durante más de cincuenta años, eligieron Barcelona para donar su obra en forma de centros de arte monográficos.
El Guggenheim de Bilbao ahondará por su parte en la faceta de escultor de Picasso, que trabajó desde sus inicios artísticos, en la exposición "Picasso. Materia y cuerpo" que abarcará la pluralidad de estilos que utilizó para representar las formas del cuerpo humano.
Con información de Télam