Por muchos años, la Academia se ha dedicado a seleccionar largometrajes nominados y ganadores a los anhelados premios Óscar, el orgullo más grande con el que se puede reconocer a un actor o una actriz. Pero detrás de los flashes, las alfombras rojas y los paparazzies existe una ceremonia de premios que se encarga de condecorar a las peores cintas del año, guiones y actuaciones: los premios Razzie, la vergüenza a la que ninguna celebridad le gustaría llegar.
Cuando el 31 de marzo de 1981, en Los Ángeles, terminaba la 53° entrega de los Premios de la Academia con Robert Redford como Mejor director y su drama Ordinary People como Mejor película, la escena final de Sunset Boulevard daba cierre a la fiesta más glamourosa del cine. Pero para el joven publicista John Wilson -organizador de una velada por los Óscar- la noche estaba lejos de terminar y debía encontrar la manera de seguir entreteniendo a sus invitados.
Así fue como nacieron los Razzie Awards, tal como contaría Wilson en una entrevista con la prestigiosa cadena de noticias BBC. “Estaba buscando algo que hacer cuando terminó el programa, porque en Los Ángeles termina a las 10 de la noche. Así que instalé un podio de cartón en mi sala de estar, puse una bola de unicel en un palo de escoba para crear un micrófono y simplemente le pedí a la gente que hiciera presentaciones de premios al azar”, reveló. Para darle un guiño a la máxima celebración de Hollywood, las características estatuillas de los Óscar se vieron reemplazadas por los Golden Raspberry.
Las primeras producciones que triunfaron en las categorías Peor película y Peor director fueron, respectivamente, la comedia musical Can’t Stop the Music, protagonizada por Village People, y el musical de fantasía Xanadu, dirigido por el neoyorquino Robert Greenwald. "Insistí en un reembolso. Cuando el gerente dijo que no, de manera, creo yo, muy grosera, recuerdo claramente conducir a casa con las ventanillas abajo en mi pequeño automóvil compacto y pensar: ‘Hombre, esas dos películas deberían recibir premios por ser tan pésimas'", señaló Wilson a AwardsWatch en una entrevista.
Por el éxito de la primera entrega, los Razzies siguieron organizándose en el departamento de su cofundador -Maureen Murphy- y el mismo día que se entregaban los Oscars. Para 1984, Wilson había seducido a medios periodísticos locales y a grandes cadenas de noticias con constantes comunicados sobre su ocurrente festejo a lo desdeñoso.
Desde su inicio, Golden Raspberry fue el nombre otorgado a los premios más detestados por el star system. Se tomó de inspiración la expresión en inglés blow a raspberry (“soplar una frambuesa”) que coloquialmente hace referencia al sonido hecho con la lengua y los labios -similar al de una flatulencia- en señal de burla y desaprobación. La estatuilla oficial representa, tal cual, una frambuesa dorada colocada encima de un carrete de película de 8 mm.