(Por Emilia Racciatti) Mircea Cartarescu, el escritor rumano más reconocido de la actualidad que suma años como favorito para el Nobel de Literatura y ganó recientemente el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2022 por "su prosa imaginativa y desbordante", tiene por estos días dos de sus libros reimpresos en nuestro país como "Nostalgia" y "El ojo castaño de nuestro amor" y uno recién estrenado en castellano como "Poesía esencial", una compilación de sus poemas hecha por él mismo.
Publicados por el sello Impedimenta y traducidos por Marian Ochoa de Eribe, los tres trabajos son una muestra de la riqueza poética que pone en juego el poeta, crítico y docente cuando se dispone a la escritura, una práctica que liga a los sueños o en la que lo onírico toma protagonismo a fuerza de evocación y de artilugio para presentar mundos.
"Sueño muchísimo, en colores dementes, tengo en los sueños sensaciones que no busco nunca en la realidad. He anotado cientos de sueños a lo largo de los últimos diez años; algunos se repiten de forma compulsiva y me empujan a las mismas horcas caudinas de la vergüenza, la rabia y la soledad", dice en el comienzo de "El Mendébil", uno de los cinco textos que integran "Nostalgia".
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Este libro, dividido en tres partes (la primera titulada "Prólogo", que incluye "El Ruletista; la segunda "Nostalgia", que consta de "El Mendébil", "Los gemelos" y "REM"; y la tercera llamada "Epílogo", que contiene el texto "El arquitecto") puede leerse como una novela, ya que la voz del narrador/personaje sostiene una continuidad a lo largo de los textos entre los que existen además diversas asociaciones simbólicas.
En la introducción titulada "La realidad como ficción", el escritor Edmundo Paz Soldán plantea que el título del libro, "Nostalgia", marca el tono que primará: "un viaje a 'la ruina de todas las cosas', a 'lo que sido y no va a volver a ser jamás'" en el que Cartarescu recorre barrios derruidos del viejo Bucarest y en el que "lo que más que se puede hacer es 'un recuerdo de los recuerdos'".
Dueño de una particular forma de conjugar la intuición y el sueño para construir universos en los que lo grotesco nutre aquello que se narra, Cartarescu (Bucarest, 1956) publicó, a lo largo de su trayectoria, más de 30 libros, fue traducido a 23 idiomas y recibió prestigiosos premios, como el de la Academia Rumana, el Premio Austriaco de Literatura Europea y el Thomas Mann de Literatura.
Su obra poética fue producida fundamentalmente en la década de los ochenta y fue "El Levante" -por la que recibió el Premio de la Unión de Escritores Rumanos en 1990- la que lo consolidó como poeta exquisito e innovador.
En esos años también escribió y presentó su tesis de licenciatura, un trabajo sobre el imaginario poético de la lírica eminesciana, que luego se publicó bajo el título "El sueño quimérico". Su recorrido académico continuó con un doctorado en literatura rumana que selló con una tesis sobre el posmodernismo publicada por la editorial Humanitas, con la que tiene firmado un contrato de exclusividad, en 1999.
Pistas o claves para conocer el inicio de su camino creativo pueden leerse en "El ojo castaño de nuestro amor", una reunión de textos autobiográficos en los se explaya sobre el amor, la muerte y la nostalgia pero también sobre su adicción al café soluble o el intento de calzarse un jean mientras era un estudiante y el dinero con el que contaba no se lo permitía.
Esta conjunción de relatos que hacen sistema por sus pliegues de sensibilidad con definiciones sobre la poesía o su explicación de por qué se considera un "profesor" y no un "escritor" acercan a un Cartarescu más personal dispuesto a reflexionar y sentar posición también sobre la literatura rumana.
"¿Por qué los grandes libros de la modernidad rumana no son conocidos en el mundo? La explicación es larga y tediosa. Baste, por ahora, con señalar que no se trata de falta de calidad, sino de la nefasta gestión cultural", señala en el artículo en el que analiza su apellido además de exponer sus influencias (Kafka, Ion Barbu, Ernesto Sabato, M.H. Simionescu, T.S. Eliot o M. Ivanescu), y donde asevera que su arte "no procede de una tradición puramente rumana, sino de la gran tradición europea".
En otro de los ensayos, "Europa tiene la forma de mi cerebro", el escritor advierte con mucha claridad el juego de representaciones al que puede llevarlo la organización del mercado literario y remarca: "Naturalmente, mis temas pueden ser, por fuerza, rumanos, los accesorios rumanos, el lenguaje puede tener las inflexiones de mi espacio psicolingüístico, pero mis temas no pueden ser sino los grandes temas de la tradición europea, los mismos que los de Eurípides y Joyce".
En sentido reafirma que no quiere convertirse en el "rumano de guardia" ni en "el invitado por antonomasia para representar al país en los coloquios y simposios".
"No tengo nada que representar a excepción de a mí mismo, de la patria de mis textos. Podría ser portugués, estonio o suizo. Podría ser hombre o mujer, griego o bárbaro. La textura de mis obras sería, naturalmente, diferente cada vez, pero su espíritu seguiría intacto", plantea.
Editados e impresos en Argentina al mismo tiempo, "Nostalgia" y "El ojo..." pueden leerse cruzados, mezclados, yendo de uno de sus textos a otros, y ahí se retroalimenta la proyección del escritor en ese modo de encontrar insistencias sobre la representación. Porque si hay algo que devuelve la mirada del mundo de Cartarescu es la capacidad de atravesar el dolor como experiencia pero también la posibilidad de que esa astilla tenga un después: el de la escritura.
Por esa escritura fue el ganador en 2018 del Premio Formentor de las Letras debido a la "poderosa habilidad narrativa" de una obra que "abarca la casi totalidad de la experiencia humana" y que "obliga a reconsiderar la condición existencial al tiempo que expande de manera inesperada los limites de la ficción", según un jurado compuesto por Alberto Manguel, Basilio Baltasar, los españoles Francisco Ferrer Lerín y Andrés Ibáñez y la traductora francomarroquí Aline Schulman.
Su obra está integrada también por la monumental "Solenoide" y el volumen de cuentos "Las Bellas Extranjeras", publicados por el sello Impedimenta, que distribuye sus títulos en nuestro país. Además es autor de la novela "Lulu", una indagación en el misterio del doble en la que que su protagonista, que parece sacada de una obra de Proust, se obsesiona con uno de sus compañeros que viste de mujer y se convierte en una recurrencia que intenta afrontar a través de la escritura.
Cartarescu tiene un proyecto literario llamado "Cegador" (1996-2007), que puede plantearse como una trilogía que a medida que avanza va adoptando la forma de una mariposa y cuyas partes son "El ala izquierda", "El cuerpo" y "El ala derecha".
Doctor en la Cátedra de Literatura Rumana de la Facultad de Letras de la Universidad de Bucarest, el escritor participó en 2020 del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba) en una charla con la editora y periodista cultural Lala Toutonian, en la que se declaró admirador de Ernesto Sábato, al que definió como "una especie de Dante Alighieri del siglo XX especialmente con su 'Informe sobre ciegos'".
En esa oportunidad reconoció que ser poeta era "un enorme privilegio, el de intentar encontrar belleza" porque sostuvo que "la belleza está en todas partes y cada búsqueda de la verdad que persigue una persona es una búsqueda de belleza".
El escritor rumano fue galardonado recientemente con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2022 por "su prosa imaginativa y desbordante" que entrelaza "elementos fantásticos y realistas" y logra interpelar "desde lo onírico y existencial a lectoras y lectores en todo el mundo", en el marco de la inauguración de la 36ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara en México.
Cartarescu será reconocido por las "ficciones especulares que indagan en la construcción de la identidad desde un espacio liminal y periférico en el paisaje europeo", durante la inauguración de la Feria, el 26 de noviembre a las 11 en el auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara, mientras tanto su obra suma un libro más reciente: "Poesía esencial", una extensa compilación de sus textos poéticos de cuya compilación fue responsable.
Con información de Télam