Mariana Enriquez, escritora invitada a la Noche de la Ideas, protagonizó una jornada entusiasta que se extendió tres horas más de lo previsto, hasta pasada la medianoche, en la Alianza Francesa de la porteña avenida Córdoba, donde dialogó sobre miedos, futuro y literatura, y firmó libros ante una audiencia que abarrotaba el lugar.
"El problema con la mentira en el mundo real es que tenés que construir una narrativa que sobre todo está en tu imaginación y si te olvidás de algo y alguien está prestando atención se derrumba el edificio", dijo Enriquez en diálogo con la periodista y editora Lala Toutonian, ante lectores y fanáticos que no abandonaron el lugar hasta irse con sus respectivos libros firmados por la autora dilecta del terror.
A diferencia de lo que sucede en la vida real, la autora se refirió a lo que ocurre en la ficción con la mentira. "Eso lo podés hacer, mentir, tranquilamente en la literatura y puede ser una forma de ser un poco más honesto en la vida", pero "tenés que saber construir ese verosímil" porque "tenés que convencer a la gente para que pueda entrar en ese sueño de manera suficientemente verosímil como para que nadie los despierte", advirtió.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Espiritismo, cementerios, catacumbas, una lectura bilingüe de un fragmento de la exitosa novela "Nuestra parte de noche", formaron parte del encuentro devenido hit de la Noche de las ideas, que esta tarde se retomará en 10 ciudades argentinas donde hasta bien entrada la noche, investigadores y artistas de Francia y Argentina debatirán sobre los efectos de las culturas del rendimiento en la vida cotidiana.
La pintura clásica y el cine de terror estuvieron presentes en la charla de Enriquez, quien repasó además a los músicos que la llevaron a la literatura y viceversa, entre ellos Richard Hell, bajista y vocalista de la banda punk The Heartbreakers; Tom Verlaine, guitarrista y líder de la banda Television; la obra "Las flores del mal", de Cahrles Baudelaire; "Una temporada en el infierno", de Arthur Rimbaud; y editores como el mítico francés Paul Verlaine.
Con información de Télam