La llamativa ausencia en la serie del crimen de Cabezas de Netflix

Una importante figura del caso no fue mencionada, ni mostrada. La producción asegura que no hubo impedimentos legales.

31 de mayo, 2022 | 13.05

El documental El Fotógrafo y el Cartero de Netflix acerca del crimen del fotógrafo José Luis Cabezas tiene un llamativo olvido: en ningún momento menciona, ni muestra al abogado Fernando Burlando. El letrado fue el defensor de los Horneros, la banda que participó del secuestro y asesinato del fotógrafo de Revista Noticias en Pinamar.  El testimonio de Burlando y la explicación de la producción de Netflix. 

Los delincuentes que integraban la banda eran Héctor Miguel Retana, Gustavo González, Horacio Anselmo Braga y José Luis Auge, a quienes se los conoció popularmente como "Los Horneros", debido a que eran de la localidad platense de Los Hornos.

La defensa de Burlando fue noticia en varios momentos de la causa Cabezas. Los horneros reconocieron el crimen y dieron un vuelco en la causa que hasta la confesión apuntaba contra Margarita Di Tullio, más conocida como “Pepita, La Pistolera” y sus empleados en los prostíbulos de la ciudad balnearia de Mar del Plata. 

"Al momento de prestar declaración indagatoria, viene la sorpresa de todos, porque todos los jóvenes de Los Hornos confiesan haber participado del hecho. La confesión de un crimen no es habitual, es un proceso sumamente extraño", cuenta en el documental de Netflix el ex Secretario del Juzgado de Dolores, Mariano Cazeaux, quien fue parte activa del juicio junto al juez José Luis Macchi.

Desde el primer minuto, los Horneros reconocen haber participado del operativo que terminó con el asesinato, aunque en sus declaraciones se orientaron como víctimas del policía bonaerense Gustavo Prellezo, quien disparó dos veces contra Cabezas. Señalaron que Prellezo les dijo que iban a dar un susto, pero que en ningún momento les habló de asesinar al fotógrafo. 

Luego, en una carta enviada a la familia de Cabezas, Los Horneros pidieron disculpas por el crimen y sostuvieron que en ningún momento pensaron que iban a asesinar al fotógrafo, sino que creían que solo sería un susto.  En la misiva aseguraban que no enviaban el mensaje en busca de un fallo que los beneficiaria. 

El testimonio de Burlando y la explicación de Netflix 

El abogado Burlando contó a El Destape que aún no vio el documental, pero que no le sorprende no figurar en la reconstrucción del crimen que hizo Netflix. "Cumplimos un rol protagónico en el desarrollo de la investigación, en el día a día y, como dice Wiñazki padre, fuimos parte de todas las elucubraciones que se hacían vinculadas a la teoría de la conspiración como pasa con todos los casos que se investigan en la Argentina", sostuvo el reconocido abogado. 

Burlando opinó que el crimen de Cabezas significó un "antes y un después" en la consideración de la importancia del periodismo gráfico en la Argentina. "Entro en valor, la tarea de la prensa se cotizó con su verdadero peso. Después de un episodio tan injusto como este, todo un país se dio cuenta de que la prensa ocupa un rol preponderante en la sociedad. No se trata del cuarto poder, son el verdadero poder", contó Burlando. 

El abogado contó que no le molesta no aparecer en el documental y aclaró que lo importante es analizar el enfoque que tiene la pieza audiovisual. "Uno no debe ni enojarse, ni preocuparse, ni ponerse contento por, en definitiva, lo que ha sido el cumplimiento de un deber profesional. Es decir que después si hay comentarios o no, eso es parte de lo que normalmente la sociedad hace. Lo más importante es que año tras año no olvidamos a Cabezas", expresó. 

Por su parte, desde la productora de Netflix contaron a El Destape que no hubo ningún impedimento legal para no mostrar a Burlando.  Además recordaron que los documentales tienen un tiempo determinado y en ese sentido se priorizan testimonios. 

La condena y la reducción de la pena

El 2 de febrero de 2000, los horneros Auge, Braga, Héctor Retana y Sergio González fueron condenados a prisión perpetua por sustracción de persona agravada por la muerte de la víctima en concurso ideal con homicidio simple. En el 2003, el Tribunal de Casación bonaerense bajó las condenas para que los acusados pudieran recurrir a la hoy derogada ley del “dos por uno”. Ese beneficio y la legislación que permite acceder a permisos de salidas cuando el preso estudia o trabaja, fueron usadas para la morigeración de las penas.

De los cuatro integrantes de la banda de Los Horneros, Miguel Retana murió preso en 2001. El primero en beneficiarse con la reducción de la condena y el combo del 2 por 1 fue José Luis Auge, quien recuperó su libertad el 14 de diciembre de 2004 y el último dato que se tiene es que era changarín en Los Hornos. Gustavo González obtuvo la libertad condicional a fines de 2005 y luego fue detenido por una causa de narcotráfico. Braga vive en Los Hornos y se recibió de abogado.