Massacre regresó con un nuevo y ambicioso disco, Nueve. Un trabajo compuesto por nueve canciones, cada una con una personalidad única gracias a la colaboración de tres reconocidos productores: Gustavo Santaolalla, Héctor Castillo y Federico Piskorz. En diálogo con El Destape, su carismático líder Walas habló de esta experiencia sonora innovadora y diversa y sobre la evolución y madurez de la banda a lo largo de más de tres décadas en la escena musical.
"El disco nuevo de Massacre, es el disco que más nos costó. Es el más ambicioso porque más nos costó tiempo y viajes. Está grabado en cuatro ciudades: en Los Ángeles, en Nueva York, o sea en Brooklyn, en Texas en el mítico estudio de Texas Sonic Ranch, y en Buenos Aires en los estudios Panda y en Roma. Así que tiene mucho tiempo y viene gestándose desde la postpandemia".
- Trabajaron con los productores más grosos. El disco tiene dos colaboraciones muy lindas (Goyo Degano y Santiago Motorizado). Cómo llegaron a eso, a pensarlo de esa manera.
Walas: El disco está producido por tres productores grosos y está dividido en tres partes. Son nueve canciones, tres productores y cada uno trabajó en tres canciones. Empezando por Gustavo Santaolalla, nada menos. Por eso te decía todo lo de la internacionalidad, o por lo menos lo continental que tiene el disco. Gustavo Santaolalla, que vive en Los Ángeles, produjo la primera parte del disco. El segundo es Héctor Castillo, que es el director musical y el productor de Fuerza Natural de Gustavo Cerati, entre otros. Ha trabajado con Bowie, Beck, BJ, Lou Reed... un groso. Ahí en Brooklyn lo hicimos con él. Pero también fuimos a un estudio en Texas que es mítico, un estudio impresionante que para los músicos es como un Disneylandia, se llama Sonic Ranch. Después grabamos en Buenos Aires bajo la dirección artística de Federico Piskorz, nuestro guitarrista y productor, en el último tramo.
- Massacre es una banda que ya tiene más de 30 años...
Walas: Empezamos de muy chiquitos, siendo los Massacre Palestina, y aparecimos en la escena under de Buenos Aires cuando estaban bandas como Todos Tus Muertos. Tocamos en un lugar que se llamaba El Arlequines, donde salieron bandas como Fun People, No Demuestra Interés, Carajo, Animal. Tocamos en ese circuito y después empezamos a formar parte de lo que se llamó el Nuevo Rock Argentino. Éramos más psicodélicos y experimentales, formando parte de bandas como Babasónicos, Los Brujos, Los Illya Kuryaki, Juana La Loca, Los (Peligrosos) Gorriones. Teníamos cosas más sónicas, en cuanto a texturas musicales. De ahí fuimos creciendo, componiendo y produciendo cada vez mejor. La figura del productor artístico en nuestra primera mitad de carrera no existió. Recién a partir del disco El Mamut incorporamos un productor artístico que es Juanchi Baleirón, y eso nos dio una mirada externa muy valiosa.
- Habiendo sido un grupo que vivió tantas distintas etapas de la música, contame cómo ves a la escena actual.
Walas: Por suerte, hay muchos semilleros en cuanto a bandas chicas, jóvenes y noveles. Hay una escena rock. Después está lo macro, cuando tocan Los Piojos, cuando toca Ciro, cuando toca La Renga, cuando toca El Indio. El rock siempre está presente. Incluso fíjate que los referentes del género urbano todos tienen su corazón en el rock. Todos hacen bandas de rock, por ejemplo, Dillom. Ahora que sacó un disco nuevo, tiene muchas cosas de rock. Empezó a tocar la guitarra en sus shows en España. Duki también tiene muchas raíces en el rock.
- El rock nunca desapareció. Tiene un carácter y un rol social que es necesario, es como un escapismo y una complicidad entre el que va a escuchar la banda y el que toca.
Walas: Exacto. Es bueno para salirse un poco de la rutina. Incluso en el contexto hostil que estamos viviendo ahora, con todo caro, la gente aún elige comprar una entrada para ir a un show, ya sea de una banda de acá o una internacional. Siento que más allá de todo lo que estamos viviendo, la cultura se sigue manteniendo, más allá de los recortes y de todo lo que está pasando, que es malísimo. La cultura, el espectáculo y el arte todavía son una necesidad, algo que la gente quiere vivir.
- Ustedes también atravesaron diversos contextos sociopolíticos, ¿cómo ves la situación actual en comparación?
Walas: Nosotros empezamos a finales de los 80s, así que vivimos la devaluación, la hiperinflación, la convertibilidad, el corralito de De la Rúa, la devaluación. Vivimos todas las crisis. Siempre salimos adelante. Los argentinos, por suerte, siempre salimos a flote. Tenemos cierto empuje y espíritu, y estamos acostumbrados a venir castigados cada 10 años con una crisis. Pero siempre salimos adelante.
- ¿Qué consejo le darías a los artistas que recién están saliendo con sus proyectos?
Walas: El consejo que me daría a mí mismo y que le daría a mis colegas es buscar el temazo. Buscar esa canción que sea concreta, concisa, que tenga una estrofa y estribillo pegadizos. Eso es lo más importante, buscar el temazo. Ese es el golazo, el premio.
- Massacre es una banda que está pendiente de los números o es algo que no les interesa, digo, números en cuanto a reproducciones y demás, ¿cómo lo manejan?
Walas: No nos interesa porque nosotros nos criamos con la etiqueta de banda de culto. La banda de culto es como Velvet Underground, gente que cuando tocaba y aparecía siempre veías en blanco y negro, no eran grandes estrellas. Nos criamos con ese modelo. Entonces llevamos esa bandera.
- Hace poco tocaron en Vorterix, ahora con este nuevo álbum, contame qué sigue para lo que resta del año.
Walas: Efectivamente tocamos en Vorterix el otro día, espectacular. Sin covers y sin visuales, solo luces y humo. Fue espectacular. Después nos vamos de gira nacional por todas las ciudades de Argentina. También nos vamos de gira europea, que arranca por Londres, Dublín, montones de ciudades de España. Volvemos y tocamos en Obras. Vamos a hacer el estadio de Obras casi a fin de año, aunque no puedo decir la fecha exacta porque no está confirmada todavía.