Un Muerto Más es el proyecto artístico, y algo así como el alter ego, de Guido Carmona, quien tras lanzar su primer álbum Verano en Invierno en 2022, se prepara para llevar su innovador show La Cena al Teatro Vorterix el próximo 19 de septiembre. Este espectáculo, que ya tuvo gran repercusión en el Margarita Xirgú, se destaca por integrar en vivo música, actuación, performances, poesía y mucho más en un solo espacio y tiempo.
Peleas en escena, besos grupales, enamoramiento, traición y la participación activa del público, son algunos de los factores que hacen que La Cena sea una experiencia única e irrepetible. En diálogo con El Destape, Guido reveló los comienzos de esta idea que hoy tiene vida propia, habló del amor y cómo las emociones lo atraviesan a la hora de hacer arte, y dio detalles de su próximo disco, en el que ya se encuentra trabajando.
¿Cómo arranca todo este proyecto?
- Arranca un poco por una necesidad mía. Yo venía tocando en una banda que se llamaba Paprika, que no tenía nada que ver con lo que hago ahora. Era una banda de ska, tocábamos en la calle. La verdad es que nos estaba yendo bastante bien, pero a mí me pasó que era un proyecto mucho más combativo, desde otro lugar, en el sentido de las letras y la impronta en sí. Era una banda que yo arranqué cuando estaba en secundaria, en 2010. Entonces, nada, yo tenía ganas de hablar de otra cosa, no me sentía representado por lo que estaba ocurriendo ahí, aunque me divertía mucho y me rehusaba a dejarlo. Pero bueno, la pandemia frenó todo, lógicamente, y ahí fue cuando empecé a pensar en la posibilidad de hacer algo que tuviera que ver con cómo soy ahora y con lo que tengo ganas de decir.
¿Cuál es tu método de composición?
- Escribo todos los días, me encanta escribir. Tengo una idea, la toco con la guitarra y ahí me cruzo con Pola, que es mi actual productor. Me junto con él para que me ayude a encontrar el nuevo sonido de mi voz para las canciones. Yo también estoy desde un lugar donde no me considero un cantante, sino más bien un artista. Me encanta la palabra "artista" porque es ambigua y, al mismo tiempo, puntual. Siempre me interesó mucho el vivo. Me encanta el vivo y siempre le daba mucha importancia a cómo nos parábamos en el escenario. Lo que ocurrió con "Un Muerto Más" fue que, cuando empecé a trabajar en cada uno de los singles por separado, les di una entidad y un mundo propio. Ahí fue cuando empecé a entender a dónde estaba yendo, un poco llevado por mí y otro poco dejándolo fluir.
¿Cómo surgió la idea de armar La Cena?
- Fue difícil transmitirles la idea a los músicos profesionales con los que tocaba. Ellos eran músicos de conservatorio, interpretadores y tocaban el instrumento. La transición a la parte de actuación y la creación de La Cena fue un desafío, sobre todo en una gira acústica que hicimos en formato reducido. Empecé a jugar mucho con el violinista y con las coristas. De repente, éramos dos hombres y dos mujeres, y empecé a armar listas y generar interpretaciones donde podías ver una pequeña historia o pequeños lazos entre ellos. No estudié actuación, pero hice un seminario de actuación muy corto con Palu Sirven de Plastilina, como para tener herramientas para dirigir actores, especialmente en la creación de la escena.
Todo empezó a armarse en el show, probando y viendo qué funcionaba. En una gira a España, en un show en Barcelona, vi a las parejas en las mesas y empecé a imaginar que eran parte del show. Siempre me importó mucho la parte visual, darle la misma importancia a cómo estamos vestidos, a la performance, al vivo. Nunca saqué una canción sin un videoclip porque creo que es darle una entidad visual. Dedicar una estética a la ropa para mí es fundamental. Como artista, considero que es importante que todo lo relacionado con el show tenga un propósito y una estética definida. La mancha de sangre que uso, por ejemplo, se convierte en un distintivo y una situación que atrapa la atención. No solo quiero enamorar a quienes ya me siguen, sino también a quienes los acompañan y que encuentren algo en el show, ya sea la ropa, la performance, o la música.
¿Cuál es tu búsqueda como artista?
- No sé cómo explicarlo, pero mi búsqueda tiene que ver con encontrar la integralidad y no definirme solo en un aspecto. O sea, como salir un poco de la comodidad y de la imagen del cantante rockero. Trato de separarme de todas esas cosas, y llamar la atención por la ropa, por el tipo de show que hago, por mi música, mi voz; quiero ser un abanico de atracciones. Hay algo ahí de querer darle una vuelta más a todo y ver qué más se puede hacer. Me gusta mucho la performance, me gusta hacer canciones, me gusta ahora también escribir poesía, me gusta el cine. Todos los días escribo cosas personales; me baso en cosas que me pasan y en cosas que quiero que me pasen. Me gusta mucho la exageración. Me interesa plasmar el sentimiento, esa cosa de morir de amor constante.
¿Qué cosas tienen en común Guido y Un Muerto Más?
- Un Muerto Más, si lo tengo que describir en tercera persona, es un eterno enamorado que quiere todo, pero cuando lo tiene, no sabe si lo quiere. Es la entrega por la entrega. Guido y Un Muerto Más tienen en común la sensibilidad y la pasión. Creo que Un Muerto Más es la exageración de Guido. Muchas veces, lo que escribo y las canciones que hago intentan hablarme a mí mismo. Llevar algo a un lugar tan exagerado y luego escucharlo o leerlo puede hacerme decir: "Esto es una tontería". Pero es lindo quedarse en la fantasía de esa exageración y ver que sirve para otros también. Encontré en el amor una manera de retratar desde el momento cero hasta el momento en que tenés que olvidarlo. Reflejar eso en mi arte es un lugar donde me siento más tranquilo y puedo descargarme. Es mi psicólogo, más allá del psicólogo que tengo, y es lo que quiero hacer y lo que no quiero ser también.
Tenés mucho público joven ¿Te sorprende?
- Sí, me sorprende. Pero así como tengo público joven, en muchos de mis shows también hay gente de 40 a 45 años, como un grupo de amigas que viene de Miramar a todos mis recitales. Se sacan un hotel cada vez que vienen y es su salida de amigas. No quiero ser un artista que solo le guste a las nuevas generaciones ni que se limite a un sonido moderno. Tampoco quiero ser un artista que se quede en el pasado. Me gustaría ser un puente entre generaciones, que alguien que me escucha pueda animarse a explorar música más vieja, como Serú Girán o La Máquina de Hacer Pájaros.
¿Las redes sociales son una herramienta para un artista?
- Sé que son un tema difícil y que traen mucha ansiedad a mucha gente. Sé que muchos artistas se sienten presionados por las redes sociales, pero yo lo veo como un lugar muy lindo. Es un lugar donde puedo dar algo sin pedir nada a cambio. Subo textos de mis cuadernos, que escribo todos los días, que forman parte de mi proceso creativo, que después se convierten en canciones. Creo que es muy lindo dar algo que no sea vender una canción o un show. Creo que, como artista, tener cierta influencia es importante. Antes no existían las redes sociales, y uno pensaba que artistas como Charly García eran invencibles. Hoy, las cosas cambiaron, y yo no busco que nadie tenga un fanatismo extremo por mí. Entiendo esa responsabilidad y uso el espacio de las redes para mostrar una parte más humana de mí. No solo para vender entradas para el show, sino para contar cosas más personales, para decir: "Antes de un show importante, me voy al mar". Me gusta romantizar la vida porque es difícil y todos estamos pasando por problemas complicados.
¿Cómo va a ser el show en Vorterix?
- Para el show en el Vorterix, estoy preparando algo muy especial. Quiero que sea una experiencia inmersiva, con un efecto 180° y muchas historias que se desarrollen simultáneamente. La gente podrá elegir qué historia seguir, dependiendo de dónde se encuentren. Estoy trabajando con un equipo increíble que se dedica al proyecto como si fuera propio, y el show estará diseñado desde un enfoque cinematográfico y teatral. El desafío es enorme, pero es un sueño cumplido. Mi objetivo es ofrecer un show que sorprenda y emocione, y que permita a la gente experimentar algo nuevo.
Estamos analizando la posibilidad de que la gente se suba al escenario y sea parte del show para generar algo único. Ensayamos bajo un guion, pero con estructuras que se activan mediante el público. Las funciones de La Cena siempre tienen finales distintos, y a veces, los invitados cambian el desenlace de su historia. Es hermoso que alguien pueda ver cinco veces el show y nunca ver el mismo espectáculo. Me encanta mostrar un show que es siempre el mismo pero diferente. Un Muerto Más romantiza, milita el sueño, la entrega y el arte del amor, a pesar de que la vida es difícil y uno sale perdiendo a veces: hay que disfrutar la vida, hay que amar.
¿Qué podés adelantar de tu próximo disco?
- Estoy trabajando en él con una visión diferente. Aunque es un desafío, me encanta porque estoy componiendo desde una perspectiva más madura, pero manteniendo ese sentimiento adolescente. El disco tiene un cambio conceptual y está influenciado por el contexto actual del país y la ansiedad de las redes sociales. Me entusiasma cómo se está desarrollando y siento que será un cambio en la narrativa de mi música, aunque sin perder mi esencia. David Bowie siempre me inspiró por su capacidad de crear personajes y universos visuales. Su importancia no solo estaba en su música, sino en cómo presentaba su arte y su visión. Quiero que mi nuevo álbum sea una experiencia sonora, visual y teatral, algo que sorprenda a la audiencia de una manera innovadora.