"Cuando uno baila un tango se convierte en otra persona. Estás simplemente ahí presente, en ese momento, viviendo y la música te está llevando. No hay palabras para describir esa sensación. Es muy auténtica", es la definición de Alex Moncada -bailarín profesional de tango que junto a la argentina Martina Waldman, su compañera de vida y también bailarina y docente, conforman una de las parejas de tango con mayor reputación a nivel local e internacional- para describir las emociones de quienes bailan el tango y lo incorporan como una filosofía personal.
Tradición de origen rioplatense, esta danza de las clases populares que tuvo su pico de oro entre los '40 y los '50 en la Argentina -con Carlos Gardel, Osvaldo Pugliese, Astor Piazolla y Roberto Goyeneche entre algunos de sus máximos compositores e intérpretes- atravesó con el correr de las décadas variaciones y modernizaciones para seguir vigente en la cultural popular. En diálogo con El Destape, los recientes ganadores del primer puesto del Campeonato Europeo de Danza Award 2022, en Alemania, contaron su historia y revelaron los secretos del baile más representativo de la identidad argentina.
- ¿Empezaron a salir por el tango?
Martina: Era 2018 y estaba en una compañía de danza en Argentina. Alex frecuentaba cada año el país por trabajo y por placer. Ese año se sumó al equipo, convocado por el director de la compañía, y ahí nos conocimos. Lo más lindo de la relación con Alex y de cómo vivimos el tango es el choque de culturas a la hora de percibirlo. Los colombianos son muy apasionados en su forma de vivirlo.
- ¿Qué tan exigentes son cuando bailan tango?
Martina: Es un estilo de vida y un oficio al cual hay que dedicarle mucho tiempo y poner el cuerpo. Eso demanda horas de ensayo diarias pero no es un esfuerzo, porque para nosotros es una pasión.
Alex: Gracias a Dios podemos hacer lo que nos gusta y lo que nos apasiona. No es un trabajo, es un placer.
- ¿La idea del 'tango como danza que une culturas' se respeta en las competencias? ¿Qué códigos maneja ese ambiente?
Martina: Sí, es una idea que se respeta aunque obviamente todos quieran ganar y cada uno pone su ego en juego. Sobre este punto hay varias controversias porque el tango es tan sensitivo, subjetivo y social que es complejo llevarlo al campo de la competencia. Es muy subjetiva la evaluación del tango cuando uno es jurado. Como meta personal la competencia desarrolla mucha riqueza artística, más allá del resultado.
Alex: Lo más importante es dar lo mejor de cada uno, disfrutarlo y hacerlo con transparencia.
Martina: Incluso, cuando coacheamos parejas, lo hacemos no solamente a nivel físico sino también a nivel emocional. Somos como “psicólogos” porque la emocionalidad a flor de piel y la presión muchas veces influyen y perjudican. Hay que estar muy fortalecidos emocionalmente para competir.
- Existe el prejuicio de que 'el tango es solo para los mayores'. ¿Ven una modernización de la danza y el género para cautivar generaciones más jóvenes?
Martina: Un buen ejemplo son las orquestas populares y el tango electrónico que atraen a un público más joven. A nivel danza, se fusionó con otras disciplinas, lo que lo enriqueció. Lo que en mi opinión está bueno mantener son los orígenes del tango y no desvirtuarlo demasiado, aunque entiendo que como todo consumo cultural la idea es siempre atraer nuevo público y eso implica hacer renovaciones. Creo que estamos en un momento histórico donde se está quebrando el mito de la edad.
Alex: El tango es patrimonio cultural de la humanidad. Nosotros viajamos por todo el mundo y el tango es una danza muy representativa en el mundo, tanto entre gente adulta como en chicos y jóvenes. En mi país, Colombia, el tango es un baile muy popular.
Martina: Es cierto. En los viajes que hicimos por el mundo, nunca vimos tanta mezcla brusca de personas de diferentes edades participando en competencias: hay padres, abuelos y niños. Esto generalmente no suele suceder en otras prácticas deportivas o bailes, donde está más definido el target al cual se apunta. Pasa que, desde el marketing, durante muchos años no se mostró esta cara del tango.