La famosa cantante de música tropical y referente de la cultura argentina, Lía Crucet, murió este jueves 28 de noviembre a los 72 años de edad. Hacía varios días que el cuadro de la salud de la artista venía empeorando y finalmente su cuerpo no puedo más y terminó por fallecer en medio de un escándalo familiar. La noticia fue confirmada por su hija Karina, según informó TN.
La conocida "reina de la bailanta" atravesaba un cuadro de cáncer bronco pulmonar y se encontraba internada en un hospital ubicado en la ciudad de Mar del Plata desde hace algunos días, lugar donde finalmente falleció. Hacía unos días atrás, su hija había contando en Intrusos que el estado de su mamá ya estaba bastante comprometido y que "solo quedaba acompañarla".
"La salud de Lía se viene resquebrajando hace mucho. Tiene un cáncer broncopulmonar, lo que le dijeron los médicos es que ya en el estadío en el que está no es un diagnóstico para tratar y que tiene que esperar", reveló la periodista Karina Iavícoli en ese momento. Días después de dar a conocer esta noticia, se confirmó el fallecimiento de la cantante quien, además del cáncer, atravesaba varios problemas de salud desde el 2021, cuando se quebró la cadera, seguido de una neumonía severa, la pérdida de más de 60 kilos y la caída de gran parte de su cabello.
Desde aquel entonces, Crucet se encontraba internada en un geriátrico de Mar del Plata, desde donde fue trasladada al hospital donde pasó sus últimos días de vida. En los últimos años, la cantante se había distanciado de sus familiares y sus hijos, por problemas económicos y enfrentamientos, pero cuando se confirmó su cuadro irreversible, su hija dejó los rencores de lado y volvió a acompañar a su mamá en sus últimos días de vida.
Lía Crucet: su legado en la música y la cultura
Lía Crucet alcanzó el estrellato en los años 80 y 90 con éxitos como La güera Salomé y Que bello. Su trayectoria estuvo marcada por su capacidad para conectar con el público a través de letras y una energía contagiosa, convirtiéndose en una figura querida y admirada en todo el país. Más allá de la música, su autenticidad y perseverancia en medio de desafíos personales y de salud la convirtieron en un ejemplo de fortaleza y pasión.
La cantante no solo brilló por sus logros artísticos, sino también por su legado como referente cultural. Su estilo particular trascendió el ámbito tropical, llevando su voz y su esencia a los escenarios más importantes de Argentina. Durante sus últimos años, luchó contra problemas de salud que la mantuvieron alejada de los reflectores, pero su espíritu y su obra continuaron siendo recordados por generaciones. Hoy, al despedirla, queda el consuelo de su invaluable contribución al folklore popular y la certeza de que su música seguirá sonando en los corazones de quienes disfrutaron y celebraron su arte.