Laura Esquivel, íntima: su lucha contra la ansiedad y la conversación con Brenda Asnicar que ilusiona a los fans de Patito Feo

En diálogo con El Destape, la actriz y cantante presentó Refugio, su nuevo lanzamiento como solista, repasó sus gran éxito en la televisión y reflexionó en torno a su proceso como famosa a temprana edad.

07 de agosto, 2023 | 21.00

“Estos últimos años fueron de mucho aprendizaje. Me perdí y me encontré. Me aterroricé y me animé. Pero sobre todas las cosas, me refugié en mí misma y me liberé”, anuncia Laura Esquivel sobre Refugio, su nueva canción como solista que propone un viaje introspectivo hacia sus heridas y cómo logró sanarlas. En diálogo con El Destape, la actriz y cantante que saltó a la fama por la telenovela diaria Patito Feo habló de los logros y demonios en su camino como artista popular mientras calienta motores ante el reciente lanzamiento de su tema más personal.

- ¿A partir de qué imagen se te ocurre la canción Refugio?

Bueno, es muy interesante la pregunta y creo que la respuesta pasa por muchos lados. Me he tomado mi tiempo para hacer música con la dimensión que tiene este tema, así que espero que todo salga lindo, para hacer una carrera desde ahí. Refugio es una canción muy personal e intensa, que habla de las emociones y la ansiedad que he pasado en algunos momentos oscuros y difíciles de mi vida. A la vez, considero que también hay una parte luminosa con la que la gente va a poder identificarse cuando escuche la canción, y es cuando hablo del amor y la libertad, que son palabras más generales y significan cosas diferentes para todos nosotros.

- ¿De qué cosas te refugiaste?

De mí misma. Parece egocéntrico, pero es un trabajo muy personal y muy grande saber que siempre a donde voy yo, soy mi hogar. Es una forma de combatir lo difícil que es el mundo, que siempre te lleva puesto. Mi refugio son mi familia, mi novio, mis perras, la gente que está siempre más allá de los altibajos de la profesión, que es una montaña rusa.

- La búsqueda está en aprender a llevar bien la exposición

Sí, y entender que tengo una vida privada que puede coexistir con la pública. En mi casa nunca me faltó nada y mis viejos me dieron siempre todo lo que pudieron, creándome una diferencia entre lo personal e íntimo y la faceta exterior, para que no me afecte si a veces las cosas se vuelven un mejunje. Si vos sos la misma persona en cualquier lugar al que vas, tus acciones se vuelven más genuinas.

- Más allá de canalizar por medio de la música los momentos oscuros que te pasaron en la vida, ¿cómo hiciste para superarlos en la vida real?

Lo más importante es que empecé terapia y eso me hizo contar cosas que tenía guardadas y no me animaba a contar. Quizás mi familia sabía algunas cosas, pero no con el lujo de detalles con el que pasaban en mi cabeza, en mis emociones y en mi cuerpo. Con terapia pude ponerle un nombre a eso: ansiedad. Y me ayudó muchísimo poder hacer ese proceso y que mi familia esté ahí para mí; fue un antes y un después. 

La realidad es que cuando empezás a trabajarte al principio, cuando estás en un lugar tan oscuro, sentís que no vas a poder salir y que necesitás hablar con un especialista de lo que te pasa. Lamentablemente, a veces no todos tienen la posibilidad de pagarle a un profesional que escuche sus problemas, pero sí tienen cerca un amigo o cualquier persona de confianza para decirle cómo se sienten y pedir ayuda. Ya hace 6 años que hago terapia y que desmenuzo a diario todas mis emociones para seguir adelante, mejorar, ser feliz y tener días con todos los tintes buenos y malos que hacen a la vida lo que es.

- ¿Cuál fue tu punto de quiebre para pedir ayuda?

Hubo dos momentos muy importantes. Uno que fue a mis 17 años, cuando terminé la secundaria -en tiempo y forma, y con todos los quilombos obvios de tener que ir a grabar a la tele y luego estudiar- y empecé con mi vida de adulta. Si bien venía laburando desde los 8, pensé que en esta instancia algo se modificaba y tenía que tener una estabilidad en mi vida, dado que lo artístico no es muy estable.

El segundo momento de quiebre fue a los 23, después de tanto cargar esa mochila de ansiedad, tristeza y miedos que no expresaba, hasta que un día llamé a mi viejo y le dije ‘no sé qué me está pasando, pero no doy más’ y ahí exploté.

- Te animaste a pedir ayuda en un momento en el que no estaba exteriorizado que los famosos también sufren problemas de salud mental

Exacto. Y yo tengo algo muy loco que es que me cuesta mucho dejar de sonreír. Tengo tan inculcada la sonrisa en mí, porque desde chiquita escuchaba como me decían ‘sonreí, sé feliz delante de cámara, está todo bien’ y claro, después te ven por la calle con cara normal y piensan que estás mal. Hay mucha presión y demanda de los otros por cómo tenés que ser y mostrarte al mundo. De niña sentía que mi imagen era una responsabilidad, ya que trabajaba para chicos, ¡siendo chica! (risas).

Patito Feo, el furor de las divinas y populares y la conversación con Brenda Asnicar que ilusiona a los fans

- ¿Cómo te hiciste actriz?

A la actuación llegué por el canto, porque siempre me gustó más cantar en realidad. La primera vez que actué fue en el teatro, hice Peter Pan allá por 2004. Cantaba, bailaba y actuaba. La realidad es que luego de ese trabajo todos mis proyectos se vincularon de alguna forma con el canto, porque nunca quise dejar de hacer eso. 

- El canto te abrió las puertas para hacer Patito Feo

Nunca pensé que en mi vida me iba a encontrar con un proyecto como Patito. Yo venía participando en un concurso de canto en el programa de Marcelo Tinelli, ShowMatch, dos años seguidos en una competencia de cantantes infantiles. Canté My Heart Will Go On, de Celine Dion, la canción de Titanic en lo de Tinelli y lo hice tan bien que no me querían soltar del programa hasta que un día “El Chato” Prada y Hoppe (Federico) lo agarraron a mi viejo y le dijeron que tenían algo para proponerme. Grabamos el piloto conmigo como Patito y el resto es la historia que conocemos, fue loquísimo y nadie se esperaba que fuera un exitazo.

- Fuiste la fundadora de una tribu urbana: las populares y las divinas.

¡La fundadora! (risas) Ahora, por suerte, hay otras formas de contar lo que pasaba con las divinas y las populares, la cuestión de los dos bandos y el bullying. Patito ayudó a acelerar el proceso para que empiece a hablarse de bullying, debido a las escenas crudas que enfrentaba el personaje. Creo que había muchos chicos a los que esto les hizo mucho ruido y espero haber ayudado a que se disuelva un poco el odio entre bandos que muchas veces está en las instancias escolares.

- Ahora está de moda la vuelta de las telenovelas, series y franquicias de películas exitosas, ¿ves en Patito Feo material para un regreso a la pantalla chica?

No, es un capítulo cerrado. Lo hice durante casi 6 años, girando por Latinoamérica y Europa. No haría una serie con todos los personajes de grande, lo tengo cerrado y con amor. Le puse candado y solo lo abro para los recuerdos…los fans sí anhelan una temporada 3.

- Bueno, un dueto musical con Brenda Asnicar no estaría mal.

¡Sí! Un par de mensajes cruzamos y lo conversamos, tenemos ganas de hacer algo. Me gustaría. Ella viene del lado de la música urbana y yo del pop así que pienso que puede salir algo muy lindo de ahí.

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