Julieta Díaz presenta en vivo su primer disco: "Siempre tuve ganas de cantar"

La actriz explora diferentes aristas en su arte y expone una nueva faceta ante el público.

27 de enero, 2022 | 13.55

Julieta Díaz lanzó su primer EP, El Revés de la Sombra, a dúo con el músico y poeta uruguayo Diego Presa y el próximo 9 de febrero presentarán sus canciones en vivo por primera vez. La artista dialogó con El Destape Web y se explayó sobre su vínculo con la música, su faceta como poeta y su entusiasmo por su presente laboral.

El próximo 9 de febrero, Díaz y Presa llevarán su música al teatro Dumont 4040 (Chacarita, CABA) a las 20.30, con el músico Juan Ravioli como invitado. Las entradas pueden adquirirse en Alternativa Teatral. En la misma sala, Julieta, junto con Tomas Wicz, protagoniza Precoz, obra que aborda el vínculo entre madre e hijo, basada en la novela homónima de Ariana Harwicz.

Julieta Díaz y Diego Presa se presentan el 9 de febrero en Dumont 4040.

- ¿Cómo se preparan para la fecha en el Dumont?

Estamos ahí, preparándonos. Estuve con Diego (Presa) en Uruguay, donde grabamos un videoclip y una sesión acústica del disco y algunos temas nuevos. Ahora volví y estoy ensayando con Juan Ravioli, que es el músico invitado que tenemos para el dúo. Y ahora, más o menos, el 1 de febrero, viene Diego y ahí ensamblamos todo.

- Claro, ¿vienen ensayando de manera más que nada virtual?

No, no, me salteé decir que cuando estuve en Uruguay también ensayamos. Ensayamos un montón para esa sesión, como mini recital filmado acústico, y también para este show. Y ahora, como Diego vive allá, estuve ensayando con Juan acá para que se ponga a tono con las canciones y demás. Cuando estemos los tres acá, vamos a armar todo para el 9.

- El disco sí fue gestionado mayormente de manera virtual, ¿no?

Sí, al disco, salvo que yo viajé dos días a grabar mis voces a Cuarto Tavella, un estudio de allá, lo hicimos todo virtualmente. Nos conocimos en la cuarentena. Con mis letras, las de él y su música empezamos a armar canciones, así sin mucho objetivo. Yo le pasaba las letras, él la música con la melodía. Después me mandaba la música sola y yo grababa la voz. A veces él me mandaba la música y yo le ponía letra. O yo le mandaba letras y él las modificaba. Y así, se fue dando y de repente nos dimos cuenta de que teníamos un montón de canciones. 

Como yo tenía que ir a Uruguay por un tema de laburo, un par de días, me dijo que grabemos las voces y después estuvo la idea de sacar con su discográfica, Bizarro Records, una discográfica muy importante en Uruguay, un EP con un formato más chico, de seis temas. Y bueno, empezamos a pensar en la tapa, en que podía ser algo que tuviera que ver con el cine, porque yo era actriz y él muy cinéfilo. Llegamos los dos a coincidir con El rayo verde, una película francesa de los 80, muy hermosa, y de repente empezamos a buscar y encontramos un fotograma que nos gustaba. Pedimos permiso a los que hicieron la película, que fue todo un lío eso, y lo conseguimos. Y así se fue armando hasta que se lanzó.

Tapa de El Revés de la Sombra

- Las canciones del disco están relacionadas con lo intrínseco, con lo íntimo. ¿Eso tuvo que ver con algo relacionado a la pandemia o la inspiración vino por otro lado?

Es una buena pregunta. En realidad, la poesía siempre tiene algo de intimidad, es una subjetividad del mundo extrema. Asociaciones totalmente libres y un mundo de metáforas que no tiene límite y es hermoso. Nuestras letras tienen mucha poesía, Diego es poeta: además de escribir canciones, tiene libros de poesía. Creo que había algo íntimo en las letras en general, algo hacia adentro. Y sí, creo que en la cuarentena se exacerbó eso, ayudó mucho a darle espacio y que tuviera las condiciones dadas para crecer. Además el tiempo, en ese lapso teníamos mucho más tiempo que en otros momentos de la vida, entonces por ahí aprovechabas para hacer cosas que antes no les dabas tanta energía.

- Claro y, de las letras de las canciones, ¿fueron todas escritas para este proyecto o hay algunas que ya tenías de antes?

La primera, que es Flor de Agua, que salió el videoclip, la escribí cuando tenía veintipico de años. En realidad era una poesía y, cuando Diego me pidió que le mandara textos, dije "voy a revisar poesías mías de cuando era más pendex". Bah, de hace veinte años, más pendex no, de cuando era una pendeja (risas). Y encontré esa, que la limpié un montón, porque era larguísima. Corté todo lo que no me gustaba, hice como una limpieza y dije ’le voy a mandar esto como un disparador’. Y fue una de las primeras que eligió. Lo que hizo fue sacar un párrafo y repetir otro, para que sea estribillo. Además, hizo algo hermoso: le cambió la palabra final. Lo que dice el estribillo es "Estela de fruta madura, el amor mancha" y él, en la frase final, cambió la palabra "mancha" por "salva". Entonces le dio como un cierre más evolucionado, más esperanzador con respecto a lo intrínseco, lo íntimo del amor. El vínculo de uno mismo con ese amor, no solamente el vínculo con el otro. Te mancha, porque te muestra un montón de cosas y también, si estás atento, te puede salvar.

- Entonces, vos escribís poesía desde hace muchos años. ¿En algún momento se te ocurrió publicarlas?

No, sabés que no. Siempre lo hice de una manera catártica, para mí. Todavía me sigue sorprendiendo escucharlas en canciones y me suena tan natural poder cantarlas. No todas las canciones tienen letras mías, igual, pero hay muchas y eso es fuerte. En realidad, yo escuchaba a Diego como músico y me encantaba, entonces lo arrobaba cuando subía canciones suyas. Él sabía que yo era seguidora de su laburo. Pero yo, en cuarentena, empecé a hacer algunas colaboraciones con músicos y músicas y también empecé a subir, junto con el dibujante uruguayo Gervasio Troche, dibujos de él con textos míos. A eso lo hice durante casi toda la cuarentena, ahora hace mucho que no subimos. Ahí Diego conoció mis textos, pero fue la primera vez que los compartí. Creo que en tele, una vez, leí un texto mío, pero nunca fue mi objetivo. De hecho, los publiqué en mis redes, un lugar donde no te pagan por eso y uno lo hace porque quiere.

- Y, en cuanto a lo musical, ¿vos tuviste también injerencia o fue más por parte de Diego?

El universo musical es todo de Diego, yo no sé tocar ningún instrumento, no compongo música, se me puede llegar a ocurrir una melodía, pero no con él. En algún momento, jugando con algún amigo, he armado alguna melodía pero no es mi fuerte lo musical. Con Diego, las melodías las hizo todas él y la música también. Lo que sí son las dos voces del dúo y las letras. Pero el universo musical es bien de él.

- Hay una gran fusión de géneros en el disco, desde el folk, hasta el rock medio western, pasando por el folklore latinoamericano. Para llegar a eso, ¿había un ida y vuelta entre ustedes, más allá de que vos no seas música?

Sí, eso sí. Las influencias sí las charlamos, porque hablábamos mucho de música y yo le mandaba muchas referencias de lo que me gustaba y teníamos muchos lugares de encuentro. Cuando escribía alguna canción, le decía: "Escribí esta canción y me pasó tal cosa, por eso tiene que ver con esto. Hacé lo que vos quieras con la música, pero es para que sepas el universo musical de esta letra cuando yo la escribí". O, de repente, le mandaba una referencia musical y a veces me daba bola y a veces no. Lo hice pocas veces, tampoco es que todo el tiempo. Trato de no meterme mucho en eso, porque hay veces que le he mandado letras pensando: "Ay, estaría bueno que haga esta música" y después hace algo totalmente diferente y es espectacular, porque se complementa. El músico tiene otra cabeza. Me gustaba mucho que él me sorprenda, porque es el tema del dúo: cómo se complementa todo. Lo que siempre hacemos es mucho intercambio musical, porque nos gusta mucho la música. Todo el tiempo no mandamos cosas y creo que eso influye.

- En tu caso, ¿cuáles serían los géneros musicales que más te interpelan?

Ay, es difícil. Escucho mucha música en castellano y también en inglés. Tengo como una mezcla grande. Gabo Ferro, Bowie, Lidia Borda, música instrumental, Brian Eno. También músicas nuevas, me gusta mucho el folklore: Peteco Carabajal, Mercedes Sosa. Ahora siento que me olvido porque hay tantas, pero tantas. A ver, me fijo en Spotify: Janis Joplin, Caetano Veloso, Norah Jones, Fabiana Cantilo, Luciana Jury. Mucho, son cosas muy variadas. Si te digo tango, hay cosas que me interesan y otras que no. Lidia Borda, por ejemplo, que la prefiero casi por sobre todo lo que hay ahora. Rita Cortese también canta espectacular, Soledad Villamil. Gloria Carrá tiene una banda que es más loca, es divino lo que hace. David Lebón, Aznar, Los Redondos, soy fana de ellos. 

- Te gusta la buena música, digamos

Claro, un poco la buena música (risas). Hay algo melancólico, a veces, por la letra, la interpretación. Me gusta mucho cuando hay un músico o una música que interpretan. Todos los que estoy nombrando son grandes intérpretes, con mucha poesía, pero grandes intérpretes a la hora de contar historias. Fito, por ejemplo, también me encanta. Bueno, de todo un poco. Pasa que uno dice ‘de todo un poco’ y puede ser una mezcolanza horrible (risas).

- Sí, es una pregunta complicada

Sí, pero me encanta. Me encanta hablar de música y me parece una buena pregunta, sobre todo porque estoy haciendo música. Pasa que siento que hay gente más organizada en la música que escucha, que tiene más un estilo. No sé cómo sería unir esos estilos.

- Una vez escuché a Inés Estévez, que contaba que ella siempre tuvo un vínculo con la música en privado, pero comenzó a publicar canciones hace pocos años. ¿En tu caso fue igual? ¿Siempre estuvo o se dio en este último tiempo?

Claro, para mí estuvo siempre presente el deseo de interpretar. Cuando era adolescente jugaba en mi casa a actuar, miraba películas, leía, iba al cine, teatro. También empecé a estudiar teatro de muy pendeja. También me encantaba ponerme música y cantar arriba e interpretar. Me parecía que no había tanta diferencia entre interpretar un texto escrito que uno cantado, era más poético, era más abstracto, más personal, a no ser que hagas un personaje para cantar, en general se canta más desde uno. Siempre lo sentí muy cercano, siempre estuve coqueteando con eso. Estos últimos quince, veinte años empecé a estudiar, quizá no con mucha continuidad por los tiempos de mi laburo como actriz. Empecé a estudiar más canto y a estar muy atenta a todos los proyectos a los que yo pudiera sumar algo de canto y cantar. Eso lo vengo haciendo hace un rato, hice un musical, me llamó en su momento Gloria (Carrá) con los Coronados para sumarme cantando canciones para toda la familia. Como que vengo arrimando ahí y siempre escribiendo mis textos.

En la pandemia se exacerbó lo de la escritura, empecé a tener muchas colaboraciones, sobre todo con Javier Montalto, con quien tenemos algunos proyectos juntos, pero no en dúo. Con Diego tengo un dúo, una banda; pero Javier tiene más el lugar de productor, con él hicimos un par de canciones, las grabamos de forma remota para programas que él tenía, para nosotros. Antes de la cuarentena había venido a casa y fueron todas cosas que se fueron sumando. Pero la experiencia más fuerte y personal, porque la mayoría son letras mías o en conjunto con Diego, es El Revés de la Sombra. Nunca hubo ningún objetivo: ni tener un disco, ni tener una banda. Siempre tuve ganas de cantar. Me gusta contar historias, subjetividades y así se fue dando.

- Si bien recién un poco hablaste de eso, ¿qué diferencias hay entre interpretar actuando e interpretar cantando?

Yo me pregunto también eso. Creo que hay algo más despojado en cantar. Obviamente te pones una ropa, una determinada apertura, pero no hay un personaje que te proteja, o una historia. Y después tiene la voz como técnica cantada. Si bien en teatro se trabaja la colocación de la voz, cantar ya implica el oído, entrenarse para poder saber una melodía. Son técnicas que pasan por otro lado, hay que prepararse para eso o tener una capacidad innata. Es un instrumento que se agrega. Yo siento que igual, en mi caso, la fuerza está en la interpretación sobre todo. Por supuesto que tengo ganas de cantar cada vez mejor, pero hay algo ahí que tiene que ver con encontrar la propia voz. Hay cantantes que no cantan quizás tan bien, pero que pueden interpretar y decir muy bien. Al mismo tiempo, existen las Lidia Borda, que interpretan y cantan de puta madre.

- ¿Te ves en un futuro cercano con una carrera como cantante solista?

No miro tanto para adelante, en realidad. Lo que tengo ahora me encanta. Hacer esto que estoy haciendo ahora es un montón para mí. Aparte fue algo medio meteórico, nosotros nos conocimos (con Diego) y a los dos meses estábamos grabando el disco. Esas coincidencias artísticas son como las grandes coincidencias de amistad o de amor, que funcionan o no. Nosotros funcionamos artísticamente y en nuestra forma de ser. Después de El Revés de la Sombra, que son seis temas, seguimos laburando y tenemos como 10 temas más, por eso también hacemos el show, que además va a tener algunos temas de él solista y algunos de otros artistas que nos inspiraron. Para mí, tener esa fecha, tocar en vivo y enfocarme en eso ya es un montón. Imagino que, si en algún momento hay algo que no me cuaje con Diego, quizá pueda hacer alguna cosa que no enganche con él y la haga por mi cuenta; pero hoy está todo tan puesto en este dúo, que mi gran deseo es ese. La necesidad que tengo es de poder tocar en vivo. Tenemos esta fecha ahora y después estamos viendo si por abril hacemos otra, ya con toda la banda en Uruguay.

- Estás haciendo la obra teatral Precoz, también en el Dumont. ¿Qué nos podés contar de eso?

Bueno, Precoz se frenó con la cuarentena y tuvimos que esperar y esperar. Ahora volvimos y es un laburo muy querido. Si bien no es tan personal como el dúo con Diego, porque no es mi obra; sí es un proyecto al que yo también me sumé como productora asociada y le pusimos mucho el cuerpo. En la cuarentena, para poder mantenerlo vivo, estuvimos muy en contacto con el proyecto. Inclusive hicimos un podcast, con la gente de Octubre TV, que se llama Precoz y es una escena de la obra y después tiene una canción que hicimos con el músico de la obra y con Tomi (Tomás Wicz). Está disponible en Spotify. Eso estuvo bueno, porque lo armamos entre nosotros, fue como súper autogestivo. En cuanto a la obra, terminamos el año pasado en diciembre y ahora estamos retomando hasta principios de abril en el Dumont. Muy felices, la gente está viniendo y le encanta. Es un momento difícil, por muchas cosas, pero sin embargo la gente viene. Además, estamos muy contentos porque vamos a estar en el Fiba el 4 y 5 de marzo y también con el Instituto Nacional del Teatro. Así que muy felices de poder hacer una obra con Intensa producciones, con Lorena Vega como directora, que hace mucho que quería trabajar con ella y hacer un texto de Ariana Harwicz. Todo el equipo de Precoz es un equipo de teatristas, hace mucho tiempo que tenía ganas de trabajar con un texto muy poético. La autora dice que, en realidad, Precoz es una larga poesía. Así que es un momento muy feliz con los laburos, tanto con el dúo como con la obra.

- Además estás grabando una película, ¿no?

Sí, se va a estrenar seguramente en septiembre de este año. Asfixiados es una película que hicimos con Leonardo Sbaraglia, Zoe Hochbaum y Marco Antonio Caponi, dirigida por Luciano Podcaminsky. La grabamos en Uruguay y nos quedaron algunas escenas pendientes, entonces tengo que ir a terminarla. Así que estoy con eso, pero no estoy tan conectada porque también estoy con el dúo y Precoz. Además tengo una nena de 7 años que empieza primer grado. (Risas)

- Para cerrar, te pregunto: ¿en qué momento vivís, comés, dormís? (risas)

En realidad, como no estoy haciendo una tira ni grabando una película todos los días, no estoy tan a full. Cuando no estoy con mi hija, que tiene días que está con su papá, imaginate que trabajar fuerte son las tres veces por semana que voy al teatro. Después en la semana, estoy con mi hija, hago trámites, ensayo. Cuando estoy filmando ahí sí que no sé cómo hago, pero tengo ayuda y el papá de Elena, aunque no estamos juntos, es un gran compañero de crianza y es muy justo en el tiempo que le dedica a su hija y en lo que cada uno banca económicamente. Es un padre de crianza muy justo.