Elvis Presley fue una figura mayúscula de la música del siglo XX y mucho más que un símbolo artístico. En su época dorada, una enfermedad oscurecía la salud de decenas de miles de personas en Estados Unidos, pero el Rey del rock n' roll se encargó de darlo todo para detenerla. Los movimientos antivacunas no surgieron con la pandemia de COVID-19: la sensación de desconfianza al mandato de vacunarse contra enfermedades no es cosa nueva. De hecho, ya estaba instalada en muchos a finales de la década de 1940, cuando en Estados Unidos la poliomielitis afectaba a unas 35.000 personas al año, especialmente a los niños.
Más conocida como polio, y causada por un virus llamado poliovirus, la poliomielitis afecta especialmente a niños y adolescentes, deteriorando las neuronas motoras, lo que lleva a una eventual debilidad muscular, parálisis de las extremidades y, eventualmente, la muerte. A pesar de sus gravísimas consecuencias, no eran pocos los que se rehusaban a inocularse frente a esta enfermedad.
Fue ya entrada la década de 1950 cuando los brotes de polio alcanzaron su punto álgido en el país norteamericano: la enfermedad infectaba a 60.000 personas al año, y solo en 1952 murieron 3.000 por su causa, informa la revista científica Smithsonian. Vista la población objetivo del virus, era prioritario que niños, adolescentes y adultos jóvenes fuesen vacunados, pero no todos estaban de acuerdo con esa idea. Esos años, aunque oscurecidos por la amenaza del virus, se caracterizaron también por otra clase de fiebre, la del ídolo musical Elvis Presley, quien se encontraba en la época de oro que pronto lo convertiría en el Rey del rock n' roll.
Pero el intérprete de éxitos como Can't Help Falling in Love With You fue mucho más que uno de los símbolos artísticos de la época. El 28 de octubre de 1956, Elvis posó para la prensa mientras era inoculado con la vacuna contra la polio. Aun sin redes sociales, el acontecimiento fue viral, y recorrió todo el país.
Según el periódico The New York Times, hasta esa fecha solo un 10% de los adolescentes de la ciudad de Nueva York habían sido vacunados contra la polio. Sin embargo, las estadísticas indican que solo entre 1955 y 1957 los casos de polio en EEUU cayeron un 81%, de 28.985 a 5.485 casos, precisa Smithsonian.
La vacunación de Elvis "obviamente fue una ayuda para que los adolescentes tomaran la vacuna, aunque curiosamente no una sustancial", dijo Stephen Mawdsley, según recoge la revista. Otros elementos estuvieron en juego, de acuerdo a los investigadores Agnes Arnold-Forster y Caitjan Gainty.
Aunque a la vacunación de Elvis no se le puede atribuir el éxito de la reducción de los casos de polio, no fue lo único que hizo el cantante para luchar contra esta enfermedad. Contactado por la Fundación Nacional por la Parálisis Infantil de EEUU —NFIP, por sus siglas en inglés—, grabó anuncios públicos de concientización y hasta ofreció fotografías firmadas a los clubs de fans que constatasen que sus miembros estaban vacunados.
"Chicos, les habla Elvis Presley. Si creen que la polio está vencida, les pido que escuchen", decía un spot de Elvis, tras el que podía escucharse la voz de un niño que dice "recuérdame a mí". "Esa es la voz de miles que demuestran que la polio continúa siendo tan dura como siempre lo fue. Recuerda a las víctimas de la polio", añade el ídolo. (Sputnik)