El estadio Luna Park fue testigo de una noche histórica el 19 de junio, cuando Dillom se presentó por primera vez con su nuevo disco Por Cesárea. La atmósfera estaba cargada de expectativa y una energía inusitada mientras los fanáticos, con remeras suturadas al estilo del dresscode propuesto, esperaban el comienzo del espectáculo.
El opening fue un despliegue de caos y paranoia. Sin visuales digitales, las proyecciones analógicas sobre kabuki y voilé crearon una sensación de inmersión única. En el centro del escenario, un corazón construido con fibras de vidrio, bolsas de arpillera y retazos de piel muerta invitaba al público a adentrarse en la psique del personaje de Dylan León Masa.
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La experiencia comenzó con las melodías de “Irreversible” y “Coyote”, desatando una vorágine de emociones. Una voz distorsionada interrumpió la música, la voz de la mente de Dillom que llevó al público a un viaje introspectivo con “Piso 13” de su ópera prima Post Mortem. El caos continuó con “Mick Jagger” del EP Ad Honorem, Vol. 1, y se intensificó con la energía rockera de “Pelotuda”.
Dillom en el Luna Park: una noche llena de performance, rock e invitados
El espectáculo se enriqueció con la entrada de Juan López, emergiendo de un armario medio hundido, un símbolo de recuerdos degradados, para interpretar “La Novia de Mi Amigo” de Por Cesárea. Siguieron “La Primera” y “Mentiras Piadosas”, esta última acompañada por Broke Carrey y un piano de cola, que añadieron una dimensión melódica al performance.
El punto álgido de la noche llegó con “La Carie” y la aparición del Cuarteto Divergente. En ese momento, el personaje de Dillom, ya degradado, recibió a Lali Espósito en el escenario. Su presencia electrizó al público y elevó la intensidad del show. La conexión entre Dillom y Lali fue un espectáculo en sí mismo, lo que demostró la fuerza colaborativa de la nueva era de la Post Mortem Band.
Los espectadores se desataron al pogo con “Rili Rili” y “Mi Peor Enemigo”, reafirmando la trascendencia del artista y su capacidad de conectar con generaciones diversas. La velada continuó con “Buenos Tiempos” y “Ola de Suicidios”, en un giro hacia el hard rock. Luego llegaron “Reality”, “Ovario”, “Side”, “Post Mortem” y “Muñecas”, donde Dillom, vestido como su madre, protagonizó una escena dramática al apuñalarse y desangrarse en el escenario.
El clímax dio paso a un descenso indie pop, nuevamente acompañado por el Cuarteto Divergente y Fermín, interpretando “Últimamente”, “Cirugía”, “220” y “Ciudad de La Paz”. El cierre se anunció con “Amigos nuevos” y “Reiki y Yoga”, donde Dillom desapareció de repente, dejando al público en un estado de euforia y reflexión.
Esta primera presentación en el Luna Park no solo marcó el lanzamiento de Por Cesárea, sino también la consolidación de Dillom como un artista que trasciende géneros y generaciones, llevando a su público en un viaje emocional y visceral que será recordado por mucho tiempo.