En el mundo de la música, donde cada nota y letra se convierte en un vehículo para la expresión personal, Delfina Campos emerge con una propuesta refrescante. Su más reciente trabajo, Películas Perdidas, lanzado a principios de agosto, nos sumerge en un universo musical que remite a las bandas sonoras de películas, transformando las historias y emociones personales en melodías.
Con una habilidad única para fusionar la narrativa musical con la colaboración creativa, Delfina trabajó junto a otros compositores y cuenta con la producción de Percii y Matías Cella. En diálogo con El Destape, la artista habló de su habilidad para construir puentes artísticos, su perspectiva de la escena musical actual y su presentación en Niceto Club el 27 de septiembre.
¿Cómo fue el proceso de elaboración de este segundo disco en contraste con tu primer álbum?
- Siempre compuse sola y todo lo creativo lo encaré por mi cuenta. La producción siempre la hice con otras personas, pero esta vez se dio de esta manera, de trabajar con grosos de la música. A veces, cuando no estás acostumbrado a algo, te olvidás de que esa posibilidad existe. Mi primer disco, el que saqué en 2022, fue muy condicionado por las circunstancias en ese momento. Lo produje sola, aprendí a usar Ableton Live, y fue una especie de juguete para mí. Siempre había compuesto con guitarra o teclado, y el encierro me llevó a experimentar con Ableton Live, que no me era algo natural. Así que el primer disco tiene una experimentación con elementos electrónicos y géneros que no son tan cercanos a mí. Es un disco más introspectivo y claustrofóbico, siento que estaba en esa etapa.
En cambio, este nuevo álbum es muy diferente. Sentí que el vivo me pedía algo más rockero y orgánico. Quería un sonido más simple, con bajo, batería y guitarra, algo más humano. Esa fue mi premisa: un disco con una determinada potencia y energía en vivo. Empecé a trabajar en la composición con otros artistas, organizamos sesiones de composición en estudios con Warner Chapel, y ahí nacieron varios de los temas. Por ejemplo, Testigos, el primer track del álbum, lo compusimos con Juana Aguirre, los de Hipnótica y Nico Landa. Todos los temas, salvo ese, son de mi autoría. Si tenía alguna duda, consultaba con Cuino (Marcelo Scornik), que se convirtió en un gran aliado para la escritura. Así fue la experiencia.
¿Es cierto que recurriste a notas de voz o audios que tenías guardados para la composición de las letras?
- Sí, cuando escribo lo hago todo junto. No tengo melodías separadas de las letras; las trabajo al mismo tiempo. Un día me puse a revisar mis notas de voz y encontré grabaciones desde el año 2017. Muchas eran canciones a medio terminar, y cuando me encontré con algunas que me seguían gustando después de años, supe que debían ser parte del disco. Rescaté algunas canciones y la mayoría las compuse este año. Películas Perdidas es el título de uno de los tracks, y el nombre tiene un significado que me llevó a elegirlo para el álbum.
¿Cómo surgieron las colaboraciones con Hilda Lizarazu y Mariano Di Césare de Mi Amigo Invencible?
- La colaboración con Hilda fue gracias a Cuino. Él había escrito Caribe Sur de Man Ray y me dijo que Hilda podría estar interesada. Ella escuchó el tema, le gustó, y se sumó a grabar coros y armonías vocales que aportaron mucho al tema. Fue una experiencia generosa de su parte. Con Mariano siempre habíamos hablado de colaborar. Cuando escribí 500 Años Luz supe que le podría gustar porque encajaba con su estilo. Se la envié, le encantó, y grabamos juntos en su estudio. La canción, con una base más folk, me sorprendió porque no era como el resto del disco, pero decidí que encajaba bien como último track. Es un tema más existencial, reflexivo, similar al estilo del track final del disco anterior.
¿Cómo ves la escena actual en comparación con el pasado?
- Hoy en día, se han hecho grandes avances en cuanto a la representación femenina, pero siento que aún existe un proceso largo para cambiar prejuicios arraigados. Por ejemplo, existe la idea de que detrás de una mujer artista siempre debe haber un hombre en la producción. Me molesta que se subestime la capacidad de las mujeres en roles creativos. Hay pocos casos de mujeres productoras y en roles técnicos, y creo que sería interesante ver más mujeres en esos espacios. En mi caso, siempre he trabajado con hombres, y ser la cabeza de un proyecto con una banda exclusivamente masculina es intenso. Pero noto que cada vez hay más mujeres en la escena, como bajistas. Aunque queda camino por recorrer, creo que se ha avanzado mucho en la escena argentina. Para mí, la próxima meta sería ver más mujeres productoras y en roles técnicos.
¿Qué podés adelantar de tu show en Niceto el 27 de septiembre?
- Es algo que me debía desde el año pasado. Tocamos varias veces en Niceto, pero esta será la primera vez que lo haga sola. Me hace mucha ilusión porque es algo que había planeado para el año pasado. Estoy en proceso de preparar el show, que será muy especial, con un repertorio interesante y bien equilibrado. Siempre pienso que los shows deben incluir elementos visuales y estéticos, y habrá una propuesta en ese sentido. Lo que más me importa es disfrutar el show y ofrecer una experiencia especial para quienes vengan.