Cumple años Emmanuel Horvilleur: a 20 años de su debut como solista, un repaso por su carrera musical

En 2003 salió “Música y delirio”, un álbum iniciático para el ex-Kuryaki, que significó un antes y un después en su carrera.

02 de enero, 2023 | 16.45

El músico argentino Emmanuel Horvilleur recibe el 2023 cumpliendo 48 años, como cada 2 de enero, y en las vísperas de un aniversario redondo de su primera obra solista. Nacido bajo el sol de capricornio, “Música y delirio” signfiica la apertura de un camino que fue necesario iniciar a machetazo limpio en plena selva virgen, cubierto de malezas y obstáculos propios del nuevo escenario, en que el músico pasó de la comodidad de una experiencia larga y exitosa a la incertidumbre de hacer música en solitario para el nuevo milenio que empezaba a asomar.

Tras el fallecimiento de José Luis Micheli, su común amigo y manager, y el desgaste de más de una década de ruta compartida, Illya Kuryaki and The Valderramas pasaba a ser un recuerdo cuyo último esterotor fueron las reversiones de Kuryakistán (2001), un disco más acorde a los compromisos discográficos que a las búsquedas musicales que pocos años antes constituyeron una rareza en el escenario musical argentino, recepcionado a veces con desconcierto, otras con beneplácito radial. Habría que esperar casi quince años para que ese corpus musical sea una de las ineludibles de toda una escena de artista jóvenes, que encabezaron con la movida trap una nueva forma de agitar el avispero a nivel regional.



Fue en aquel 2001, con el telón de fondo de una crisis económica y social que mes a mes se profundizaba un poco más, cuando Emmanuel comenzó a grabar lo que iba a convertirse en su debut discográfico. Sin embargo, el viaje fue largo y no vería la luz hasta dos años después. Fue su antiguo compañero de fórmula el primer Kuryaki en salir al ruedo solista con “Elevado”, donde presentaba una fórmula de rap más duro con menos combinación de géneros. Pese a venir de un éxito probado, Horvilleur tuvo que pelear su lugar en el panorama discográfico, ya que fue Adrián Dárgelos quien le facilitó el vínculo con Pop Art, la disquera que publicaba a Babasónicos desde Jessico.

“Nos separamos y fue realmente recomenzar. Ahí me enteré que era ‘el otro’. Uno era Dante Spinetta, con su nombre y su apellido y yo era ‘el otro’. Puse unos ahorros, compré un lugar y empecé a hacer Música y Delirio. El título habla de eso, del delirio que es el cambio de venir de IKV que había sido mi escuela a arrancar de cero con toda la angustia y a la vez con toda la fuerza que te da lo nuevo”, dijo el músico en una entrevista reciente para el ciclo El método.

“De última, me convertiré en un bajista de alguna banda de R&B de la zona Sur del Gran Buenos Aires", decía no sin sorna en una entrevista publicada en La Nación a poco de la separación de IKV, en la que decía depositar sus esperanzas en aquel estudio donde pueda tocar con amigos, cantar tranquilo, que funcione como una especie de búnker. Mientras Dante usaba La Diosa Salvaje, el estudio de su padre, Emmanuel sentía la necesidad de hacerse por sí mismo.

“Siempre soy yo, yo y mis otros yo”, afirma el cantante en “Té de estrellas” indicando una búsqueda por la diversificación estilística. Todavía no estaba tan definido el crooner de romanticismo relajado en el que se iba a empezar a convertir en el siguiente disco, entonces la parte musical constituye en “Música y delirio” un puzzle que no se sabe bien a dónde va, pero entrega canciones de cierta búsqueda cumbiera (“Hermano plateado”, cuyo video fue filmado en los estudios de Pasión, en Avellaneda o “Psicodélica cumbia” son muestr de ello), acústica (“Otra virgen”) o de canción pop estribillera, una fórmula que empezaba a dar resultados en “Soy tu nena”, que tuvo rotación televisiva tras ser elegida como cortina para la parodia de Rebelde Way, “Ricos y mocosos” en el programa humorístico “No hay dos sin tres”.

“En esa época había poca marihuana, me acuerdo de fumarme unas pitaditas que algún amigo había dejado en casa y salir a caminar sin rumbo desde mi casa en Colegiales hasta la Casa Rosada, ponele. Tenía ganas de que se me meta la casa, dejar de ser el artista encerrado y vibrar un poco Buenos Aires”, dijo Horvilleur en la nota publicada en YouTube mencionada más arriba, y sorprende porque Música y Delirio es un disco que marida bien con esa planta, quizás más que ningún otro de su carrera solista.