Cindy Cats es una de las bandas nuevas que está pisando fuerte en la escena musical argentina del momento. Cada recital está marcado no solo por su repertorio, sino también por la lista de invitados estrella y la posibilidad de que en el medio haya una jam, es decir, que músicos y raperos se suban a improvisar sobre una base, como ocurre en el mundo del jazz. Con una base sólida de funk y soul, el grupo pudo reinterpretar temas con raíces en el rock nacional y el folklore, así como llevar al escenario versiones innovadoras de géneros urbanos marcando una diferencia notable en la escena actual. Esto les permitió conectar con generaciones del pasado y del presente a través de una fusión de estilos que no solo marca una reconstrucción musical en el país, sino que convierte cada show en una experiencia única.
El grupo está conformado por Pedro Pasquale en guitarra; Francisco Alduncin en batería; el bajista es Julián Gallo; el tecladista es Axel Introini; Carlos Salas en percusión; y Felipe Herrera es el cantante. La particularidad de cada uno de ellos es que, a través de un trabajo silencioso, se convirtieron en parte del sonido moderno de hoy en día al trabajar con artistas mainstream como Nicki Nicole, Trueno, Emilia Mernes, Nathy Peluso, Paulo Londra, María Becerra, Lali, entre muchos otros.
"Nosotros ante todo somos amigos, nos gustan mas o menos las mismas cosas, era muy fácil que la energía matchee. Hace muchos años compartimos trabajos esporádicamente y dijimos de juntarnos a tocar por tocar, como si fuera juntarnos a comer o a jugar a la pelota. El equipo juega de memoria sin jugar", expresaron los músicos en diálogo con El Destape. El primer evento que dieron fue en mayo de 2023 en la Cervecería Temple del barrio porteño de Palermo. Parece lejana aquella fecha, ya que en poco más de un año aumentaron el caudal de público exponencialmente y reforzaron su equipo de trabajo.
"Influyeron mucho nuestros proyectos paralelos para gestar Cindy Cats. Primero porque te hace en contacto con distintas músicas, estudiarlas, profundizar, eso está bueno. Nos cruzamos en el mismo contexto, pero cada uno tiene su bagaje: uno viene más del jazz, otro del folklore o diferentes cositas", indicaron. Sin dudas que lo más impactante es ver cómo "destruyeron" -en el buen sentido- ciertos temas conocidos con un cambio de ritmo, de melodía y armonía, así como también la aparición con riffs rockeros, un estilo funk y acordes jazzeros. Este fue el caso de, por ejemplo, Vuelos de Bersuit Vergarabat; Sábado de Divididos; y algunas canciones de artistas urbanos como Tiago PZK, G-Sony y Trueno, entre otros, que se pudieron observar en vivo.
Al principio, la lista se conformaba de canciones cantadas en inglés, pero tomaron una drástica decisión. "La primera ficha que nos cae es el tipo de repertorio hispanohablante. A nosotros nos gusta el funk, el soul, R&B, la música negra, eso suele naturalmente tocarse en inglés. Y en un momento fue decir 'banquemos la letra en castellano 100%' influenciado por esa música. Tocar eso pero traído a lo nuestro y acordarse de nuestras raíces, de nuestro folklore, de nuestro tango, y al mismo tiempo lo urbano es nuestra nueva música aunque alguna gente no quiera", sostuvieron. Para dar contexto a la música del grupo, en una de las recientes ediciones, reversionaron un icónico tema del cancionero popular argentino con invitados que tocaron instrumentos autóctonos. Sin embargo, todo fue sorpresa cuando el folklore se empezó a meter de lleno en un groove y un soul bien marcados. Típico de Cindy Cats.
El furor que generó fue tal que en las últimas dos fechas que lanzaron para tocar en Amérika -26 de junio y 27 de agosto- agotaron las entradas en menos de 72 horas. "Lo que más nos caracterizó fue el boca en boca. Es algo que gestionamos y producimos nosotros desde nuestra experiencia e inexperiencia para cuidarlo. No hay un apuro de que crezca más, pero no descuidarlo. Estamos intentando de que la experiencia sea mejor no solo para nosotros, sino para la gente que está pagando una entrada. Siempre le vamos a encontrar la vuelta para que sea mejor, entonces el público nunca va a vivir lo mismo", precisaron. Además, vienen de tocar en España, ya que los invitaron de una jam reconocida en el país europeo, por lo que expresaron: "La respuesta de la gente es zarpada. No nos deja de sorprender porque nos lleva a otros lugares, nos abre otras puertas".
"Ellos vienen de las plazas y nosotros venimos de la sala"
El grupo considera de manera unánime que Argentina está "en un momentazo" y "contextualmente le está yendo muy bien en la música". En este sentido, los integrantes de Cindy Cats destacaron que hubo algo muy bueno en esta nueva generación de artistas. "Vinieron a romper los prejuicios. Rapean arriba del rock, del funk, del soul, de lo que se le canten los huevos. Ahí se habilitó la mixtura de un montón de géneros más. Antes quizás era más 'esto es rock, esto es pop'. Y además hay una apuesta de tener buenas bandas", señalaron.
Al mismo tiempo, hicieron hincapié en las dos escuelas que están formando parte del sonido moderno de la escena de la música actual: la de los raperos y la de los músicos. "Estos guachines abrieron la puerta, se podrían haber quedado en que 'esto es trap, se toca con pista'. Son dos escuelas que nada que ver porque ellos vienen de las plazas y nostros venimos de la sala. Son contextos diferentes que se encontraron y está buenísimo". djieron.
Por qué decidieron tocar en un formato de escenario 360
Por fuera de lo convencional, cada recital de Cindy Cats se lleva adelante bajo el formato de escenario 360, que permite la interacción visual directa entre los mismos artistas y el público. "Se había generado una energía de la gente. Habíamos estado en ese escenario chiquito de Temple y de ahí salió la idea de no distanciarnos con el público, sino acercarnos. Estamos todos juntitos. Tiene la magia de que vos estás pegado, das la vuelta y ves el panorama de cada uno de los músicos. El escenario normal está buenísimo pero te pone re frío, te separa del público", explicaron los artistas, quienes a su vez dijeron que es como si estuvieran en una sala de ensayo y les da una cuota de soltura al momento de tocar en vivo. "Hay cosas que no sabemos muy bien cómo las vamos a tocar, pero si nos miramos, él ya sabe que vos le vas a tirar una pase y el otro va a desbordar", complementaron con una analogía futbolera.
Cómo trabajan la unión con otros músicos
Sin dudas que lo que llamó la atención no es solo la mezcla de géneros tan marcada en su enfoque musical, sino la cantidad de invitados estrella como David Lebón, Emmanuel Horvilleur, Dante Spinetta, Lito Vitale, Trueno, G-Sony, Hilda Lizarazu, Catriel y más, como consecuencia de los contactos que forjaron en sus trabajos paralelos como sesionistas. "Desde el respeto total, la idea es que sea orgánico y no forzado. Ves un pibe de 20 años que es fanático de Trueno y al mismo tiempo sube Lebón y no lo conoce, y lo mismo al revés", sostuvieron.
"Todavía se está descubriendo la música de Cindy. Al querer gestar cosas que tengan que ver con nuestro propio folklore, más lo urbano, nuestra sonoridad y la forma de tocar que tenemos, se va descubriendo. Es una nueva forma sabiendo que hay un vértigo en cruzar géneros y hay que laburarlo con mucho respeto", manifestaron. Y añadieron: "Cuando vino Lebón... se te cae una lágrima. Sábado de Divididos, seguro nosotros de adolescentes gastamos esos discos. Te guste o no Virus, Divididos... lo escuchaste un millón de veces, es parte de nuestra cultura. Somos una generación que estamos en el medio, vivimos lo otro y somos parte de lo nuevo también, y tenemos la posibilidad de ese puente. Esto es algo under, pero tampoco es un nicho de músicos para músicos. Hay una cuestión de que si te gusta la música, la vas a pasar increíble".
De esta manera, Cindy Cats se está consolidando como una banda que conecta el pasado con el presente tejiendo un puente entre generaciones a través de su innovadora fusión de estilos, como se puede apreciar en muchos grupos actuales. Su música no solo define el sonido moderno de Argentina, sino que también evoca la esencia de épocas pasadas dejando una huella perdurable en la escena actual.