Cuando se habla de punk en Argentina, bandas como 2 Minutos, Flema, Los Violadores, Fun People y Attaque 77 son una referencia obligada gracias a la trascendencia que alcanzaron no solo en su época de mayor esplendor sino también por lo que siguen significando para las nuevas generaciones de artistas y amantes de un género más que popular en Argentina, cuna de los ramoneros, una tribu única en el mundo. Dentro de esos grupos que marcaron un antes y un después para el punk también se encuentra Loquero, que el próximo sábado 26 de octubre cerrará el Vomit edición Halloween Festival en Ciudad Cultural Konex, y en la previa su legendario cantante Chary habló en exclusiva con El Destape.
Con una extensa trayectoria, la banda de Mar del Plata tiene muchos, y muy buenos, discos en su haber para tocar en vivo, pero en esta ocasión la lista de temas será especial, ya que presentarán Temor morboso a la exposición pública, su primera placa, lanzada allá por 1997. Antes de pasar por Konex, donde compartirá escenario con algunas de las bandas más pujantes de la escena postpandemia, Chary le contó a El Destape sobre ese primer disco, sus épocas anti Cemento y cuándo dejó de autocensurarse.
¿Qué recuerdos tenés de la época de Temor morboso a la exposición pública?
- Ya para ese momento hacía 7 años que tocábamos, habíamos hecho muchos demos, habíamos grabado, habíamos viajado. Tocábamos mucho en hospitales psiquiátricos, en el Borda, en el Moyano, en cárceles. Estábamos en una onda muy así, muy anti-todo, anti Cemento. Grabábamos demos y teníamos siempre invitaciones para tocar en Buenos Aires así que teníamos una gran cantidad de canciones que las metimos todas en Temor Morboso. Entramos a un estudio bueno por primera vez, al Estudio del Abasto y ahí con Álvaro y Gonzalo Villagra, grabamos el Temor, que creo que fue como el primer disco bien que hicimos, la primera grabación buena. Hasta el día de hoy los pibes siguen pidiendo los temas que grabamos en el 97.
Con tantos años de trayectoria y tantas canciones que hicieron después, ¿qué sentís cuando te piden esos temas viejos?
- Es una sensación rara. El otro día pensaba esto. Tocamos siempre algunos clásicos, que los tocamos porque la gente quiere escucharlos porque se ve que han ingresado, se han inoculado, en algún corazón. Algunas canciones especialmente más que otras. Y es lindo tocarlas porque creo que significa algo para muchos o mucho para alguno. Y con eso solo ya me alcanza para tocarla. Me ocurre de ver a mis amigos de 2 Minutos tocar Ya no sos igual, esas canciones, y digo "¿cómo hacen?" y yo veo que lo disfrutan y les gusta. El amor no es solamente lo que la otra persona representa para vos sino lo que la otra persona genera en vos. Y eso es muchas veces lo que pasa con algunas canciones.
Recién dijiste que eran "anti Cemento", ¿era por algo en especial?
- Éramos anti mainstream, pero no estábamos exentos de nada. Cuando sos chico querés tocar y querés tocar en cualquier lado. A veces no está la posibilidad de tocar en Obras, entonces tenés que tocar donde podés. Nosotros nos fabricábamos nuestros propios lugares. Loquero tiene una estructura social por nuestra formación, por el lugar de donde venimos, por un montón de contracultura ideológica que absorbimos en nuestra preadolescencia y adolescencia y tenía mucho que ver eso de estar en una postura anti. Después con el tiempo abrimos la puerta a lo que venga, empezamos a grabar discos y a tocar mucho más. Una cosa te va llevando a la otra y de repente estás tocando en lugares que nunca soñaste, como Obras, Luna Park. Pero en un primer momento sí era una postura anti todo. Estábamos cerrados a tocar en lugares como Cemento. Después finalmente conocí a Omar Chabán y me pareció una persona increíble, como muchos otros artistas que yo tenía prejuicios.
Qué tema ese del prejuicio.
- Cuando sos chico estás lleno de prejuicios. Bukowski dice que hay que andar con los prejuicios como un cuchillo y, ante la menor duda que tengas, sacar el cuchillo y clavárselo. Eso dice Bukowski, y yo había tomado eso medio literal. Después cuando vas creciendo, vas abriendo un poco tu mente. Yo veo que los jóvenes ahora de la nueva escena, o del nuevo punk, son muchos más abiertos y los veo menos prejuiciosos ante distintas músicas. Todo eso me parece bueno, me parece mejor. Porque es mejor abarcar, abarcar, abarcar que cerrarte y muchas veces enclaustrarte en tus propias ideas depresivas o negativas. En Temor morboso hay mucho de eso, hay mucha oscuridad, mucha tristeza y muy poco de futuro. Hay mucho chau en Temor morboso. Curiosamente fue la puerta de acceso a un millón de cosas lindas, a un montón de gente hermosa, a mucha luz, a mucha alegría y a mucho consuelo.
Había mucha oscuridad en la época de Temor morboso y ahora un poco parece que volvió ese "no futuro".
- Algunas cosas no cambian en el corazón de la gente. Me siguen dando asco las mismas cosas que antes, pero sí he cambiado mucho en cuanto a mi relación con el humanero. Le digo "el humanero" a la gente que vive en este gallinero, porque somos como gallinas que vivimos en un humanero. Estoy tratando de comprender cosas que por ahí cuando era más chico me costaba más y ahora puedo meterme al mar a nadar, que me encanta. Antes, en los veranos, la gente en la playa me daba asco. Pasábamos y escupíamos a la gente. Pobres, no tenía nadan que ver, pero estábamos llenos de odio. Era odio, no era otra cosa y no hay otra forma de decirlo.
La experiencia y los años te dieron la posibilidad de cambiar, también.
- Y si no cambiás también sos medio pelotudo. Porque van pasando cosas, vas teniendo experiencia, vas viendo, leyendo, aprendiendo. Porque de eso se trata, de aprender. Y una cosa siempre quise cuando era chico era entenderme con la gente. Lo que pasa es que la gente no me quería entender, no me paraban el colectivo, no me subían al bondi. Entonces te ponés en guerra, 24/7 en guerra. Y claro, la policía te llevaba preso, te peleabas con la gente, terminabas metido en cualquier cosa que te confundía la cabeza. Algunas veces hemos hecho cosas que han terminado en situaciones terribles para nosotros. Hablo de mi generación y de gente que conocí que ya no está más. Y eso es muy duro. Pero bueno, estamos acá, las cosas también van evolucionando. Hay muchas cosas que uno podría decir y hay mucho por qué rebelarse. No sé si para que las cosas cambien, pero al menos para que vayan evolucionando, vayan queriendo ser mejor.
Contaste que en Espíritu de 3 tonos dejaste de autocensurarte, ¿por qué pudiste hacerlo ahora?
- Lo principal que cambió es que tuve un trastorno grave, me enfermé. Me enfermé de muchas cosas y sentí más el olor del cajón que de la fruta. Yo creo que me censuraba inconscientemente, pero por culpa de mis problemas psiquiátricos. Por ejemplo, grabamos en Fantasy una canción que habla de cosas como construir una molotov y yo me preguntaba a mi mismo "¿esto está bien?". Por un lado mi parte creativa, artística, me decía "esto es perfecto". El arte no es una respuesta, el arte es un signo de pregunta. Pero el problema es que yo me preguntaba qué carajo estaba haciendo. Entonces decía "no, mejor no pongo eso porque a ver si alguien se lastima". Por suerte existía como una autocensura, muy sutil porque finalmente terminaba haciendo lo que originalmente quería, pero existía, había palabras que por ahí no quería poner para no herir susceptibilidades, familiares. Me cuestionaba mucho todo. En este caso como creo que por lógica debería escribir mejores cosas, ser mejor persona, he decidido adoptar transparencia y decir lo que mi corazón siente. Y me parece que eso es lo mejor que uno puede hacer, desde el hardcore, desde el punk, desde el trap, desde donde sea. Cualquier persona que agarre un instrumento y se ponga a tocar tiene que sacar lo mejor de sí. Porque eso es lo que hay que darle al mundo, lo mejor de sí. Y me parece que lo hice. En Espíritu volví a ser yo, pero menos malo.
¿Cómo fue esa experiencia?
- Fue muy grave, muy traumática. Estuve muy medicado, estuve mal. Fueron momentos difíciles, pero siempre con la ayuda de mí mismo. Y de alguna gente que me ha ayudado, que es importante también decirlo. Porque a veces uno piensa que lo puede todo, pero de la depresión severa mayor no se sale así nomás, es muy difícil. Tuve suerte de poder contar con la ayuda de unos seres humanos queridos, unos seres humanos que saqué del humanero que valían la pena. No fue fácil pero estuvo bien. El agua me ayudó mucho, nadar me ayudó mucho.
Se viene el Vomit Festival, donde comparten escenario con bandas de la nueva escena.
- Dum Chica tocamos con ellas y me encantó, son terribles. Cursi no muere, Clamor, que hacen hardcore así medio emotivo, que me gusta, está bueno. Antes también había muchas bandas así. Ahora hay menos y está bueno ese tipo de bandas. Me gustó Lagrimitas, lo que escuché me encantó. Doy asco, loco, me gusta todo (risas). Mientras sea algo que esté hecho con el corazón, me gusta.
Si no conocés Loquero, Chary recomienda que arranques escuchando Secreto, Caballito de fuego y Un día perfecto.
Entradas para el Vomit edición Halloween Fest
Todavía quedan entradas para la edición de Halloween del festival Vomit de este sábado 26 de octubre desde las 22 que se realizará en Ciudad Cultural Konex. Además de Loquero, que cerrará la velada, también estarán Lagrimitas, Clamor, Cursi no muere y Dum Chica. Si querés comprar tu ticket, podés adquirirlo a través del portal del Konex en el siguiente link.