Barco anunció su gira internacional: "Va a ser un paso fugaz pero intenso"

El Destape habló con Justo Scipioni, bajista de Barco, en la previa de su nueva gira por México y contó detalles del proceso de grabación de El Viaje de la Canción, su más reciente trabajo discográfico.

28 de agosto, 2024 | 20.36

Barco confirmó que en septiembre volverá a México para presentar El Viaje de la Canción, su más reciente trabajo de estudio, lanzado en el 2023. En la previa a su partida y tras brindar un show muy especial en La TangenteJusto Scipioni dialogó con El Destape sobre el proceso de grabación de su último disco, cómo será su gira por el país norteamericano y cómo se libera su público en cada concierto.

Después de 7 años, Barco lanzó El Viaje de la Canción en el 2023, su tercer disco. Inmediatamente, la banda comenzó a girar por todo el país y el conurbano bonaerense para mostrarlo. Y ahora también se confirmó que llevarán sus nuevos sonidos a México, a donde volverán tras varios años.

¿Por qué se demoró tanto la llegada del tercer disco?

- Pasó más tiempo del que nos hubiera gustado entre el 2do y el 3er disco. Muchas cosas en el medio, pandemia sobre todo (risas). Un disco que no fue también, que habíamos grabado antes de la pandemia. Teníamos varias canciones y nos metimos en el estudio sin tanta producción, con la idea de imprimirle cierta frescura a las canciones, no darle tantas vueltas. Al final eso nos llevó a algunos resultados que no nos terminaron de convencer del todo. Pero de ahí también salieron algunos sencillos. Rescatamos algunas canciones, pero no se terminó de conformar cierta identidad global. 

¿Cómo fue el proceso de grabación del disco? Porque volvieron a trabajar con Héctor Castillo.

- Héctor Castillo es un productor e ingeniero de sonido muy groso. Laburó con un montón de bandas super importantes, desde Cerati hasta bandas internacionales como Bowie en sus últimos años. Tiene su estudio en Nueva York y ya había mezclado nuestro segundo disco, en el que había logrado imprimir un sonido muy bueno, potente. Y de ahí habíamos quedado en contacto. Para este disco se nos ocurrió ver la posibilidad de si quería laburar con nosotros, también un poco desde la producción porque ese disco solo lo había mezclado. Finalmente lo que él hizo en este tercer disco de la banda fue como una post producción. Porque grabamos acá y le dimos cierta identidad, pero después se lo mandamos a Héctor y las cosas que nos devolvía eran completamente distintas en cuanto a lo sonoro. Hizo mucha magia también, le dio otro aura, le dio otro color. Nosotros llegamos hasta lo mejor que pudimos y él la verdad que lo elevó bastante. 

¿Te hace dudar cuando se proponen tantos cambios?

- Nosotros pensábamos un poco que la dinámica de trabajo iba a ser diferente, que nos íbamos a poder encontrar físicamente para la producción en el estudio. Se había barajado esa posibilidad, pero después no sucedió. Más allá de que nosotros le imprimimos cierta sonoridad y color, lo que él nos mandaba era medio disruptivo para nuestra cabeza a primera escucha. Aunque después terminábamos diciendo "ah, pero mirá, tiene mucha más fuerza de lo que nosotros mandamos originalmente o de cómo nosotros nos lo imaginábamos". Él laburo también fue con Andy Daze, que es como su mano derecha en el estudio, que era principalmente con quien hablábamos, que estuvo imprimiéndole más data a nuestras canciones. Incluso llegó a meter ahí algunos tecladitos, algunas guitarras, más capas. Cada disco que venimos haciendo con la banda es un poco naturalmente una evolución y va como agarrando a la banda en otro momento, y nace como de otra forma.

¿Ya piensan en lo próximo o están disfrutando de El Viaje de la Canción?

Ahora lo que queremos es que no pase tanto tiempo entre este disco, que ya pasó un año, y lo que va a venir después, que sería el cuarto disco, que estamos ya trabajando en eso. Tenemos varias canciones y lo lindo de ahora, que también lo pinta de algo que va a ser diferente, es que las canciones están naciendo de un modo diferente. Porque antes lo que sucedía en general era que Ale venía con alguna melodía, algunos acordes, entre todos íbamos vistiendo la canción y cada uno iba aportando sus ideas. Ahora desde el vamos la idea fue llegar a la sala sin ideas previas y decir "bueno, empezá a tocar algo, a ver qué sale". Y que la composición sea una sinergia de movida entre todos, grupal, desde el gen de la canción. Obviamente no todo lo que sale lo tomamos, pero algunas cosas interesantes están saliendo. Y diferentes, porque es diferente lo que está sucediendo de movida. Eso nos tiene bastante expectantes sobre los resultados que podemos tener, que son inciertos, pero nos generan curiosidad y ganas de ir adelante y ver hasta dónde podemos llegar.

¿Cómo se preparan para la gira por México?

Lo de México es una victoria interna para la banda, porque es algo que necesitábamos. Va a ser un paso fugaz pero intenso. Va a ser de algún modo un show diferente, porque acá estamos tocando en vivo con Mati (Avaltroni), que es un guitarrista que viene a acompañarnos, que hace sus aportes mágicos. Además, le permite a Ale (Alejandro Álvarez, cantante) prescindir un poco de la guitarra, que eso le gusta bastante: soltar la guitarra y arengar, bailar con la gente. Pero la realidad es que esta gira por México es un poco una apuesta y no vamos a poder llevarlo a Mati, así que Ale se va a tener que calzar un poco más la guitarra (risas). También va a ser un desafío para él y para todos rearmar un poco el show, volviendo a ser 4. Estamos ahí preparando un buen repertorio. Queremos mostrar un poco este último disco, pero también la gente conecta con algunas canciones que ya tienen más recorrido, que no se pueden dejar afuera del repertorio. Estamos super contentos de volver a México. Estamos viendo la posibilidad de aprovechar para contactarnos con bandas amigas, ver si se puede hacer alguna colaboración en el futuro, si se puede grabar algo.

¿Sienten que tanto el público como ustedes se permiten liberarse durante el show?

- La verdad que sí. A mí el momento de show es lo que más me gusta de la música, más que estar en un estudio. Es único. Es una energía muy particular entre nosotros, la banda, con el público, con estar en un momento y lugar particular. Al final del día es un poco eso, generar alguna emoción, algo que la haga conectar con algo que la moviliza a esa persona y la hace sentir un poco mejor.

Si no conoces la música de Barco, Justo Scipioni recomienda que arranques escuchando El No Lugar, Ey y La Sangre.

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