Agarrate Catalina regresa a la Argentina con 20 años a cuestas y el primer espectáculo postpandémico en pleno rodaje. La involución de las especies es la nueva propuesta de la murga uruguaya más reconocida de esta era, que se presentará el 26 de mayo en el teatro Gran Rex y seguirá girando por el país hasta el 5 de junio. El show es una crítica mordaz al derrotero de la humanidad y su marcha atrás en un mundo cada vez más injusto, pero sin perder la sonrisa y esa intención de desafiar al poder.
"Es una resurrección casi, sobre todo para un elenco que es tan movedizo y que en estos últimos ha estado tan quieto por obligación", resaltó el director de la cooperativa, Yamandú Cardozo, sobre el regreso completo a los escenarios. El murgista conversó con El Destape sobre la nueva excusa para salir a cantar por los barrios, la evolución de la murga dos décadas después de su creación y la búsqueda a la hora de pensar y condensar un mensaje sin caer en la oscuridad de la desolación y la bronca.
¿Por qué La involución de de las especies? ¿Es una manera de contestar a esta idea de que todos íbamos a salir mejores de la pandemia?
Y un poco quizás sí también. Y a contar que no tenemos mucha fe como colectivo que reacciona rápido y aprende, evoluciona y avanza. Creo que nuestro movimiento no siempre es avance, siento que sí tuvimos y tenemos una oportunidad de ver que que a este sistema de organizarnos a través de las sociedades de de consumo no le quedan más caretas que ponerse. La desigualdad es cada vez más inoculable y ya el sistema ni se preocupa de querer disimularla. No va más, no funciona más así nos explota en la cara la inequidad. Tenemos de vuelta una muestra enorme, no creo que la aprovechemos inmediatamente. Quizás nos pueda servir a nivel micro, individual. Siento que seguro eso va a haber removido un montón de cabezas, de almas, de corazones, pero no creo que salgamos en filita revolucionaria a romper todo para armarlo de una manera más justa. Entonces sí, La involución tiene que ver con eso. Quisimos hacer también un poquito de lo que hace la murga, que es de repente tomar algún concepto y con un mínimo giro ya instalar o sugerir algo.
¿Qué va a ver la gente que se acerque al Gran Rex?
Va a ver una murga feliz de girar y estar viva nuevamente. Una murga feliz con el espectáculo que presenta, que además está reformado y amplificado porque también aprovechamos por la imposibilidad de venir para que aparezcan piezas de Amor y Odio y Defensores de causas perdidas. Va a ser un espectáculo que tiene muchas de las patas que sostienen la involución de las especies, con un laburo estético detrás que está buenísimo. Van a ver una murga con mucha alegría de cantar, aún su tristeza.
Y Hablando en términos evolutivos ¿Dónde está Agarrate Catalina 20 años después?
Creo que evolucionando. Seguro a nivel humano, yo siento que soy un poco menos peor persona porque he vivido en este colectivo 20 años y he aprendido a valorar, a mirar, a confrontar, a disentir, a discutir con mis compas de una manera que no hubiera convivido con un organismo con ligazones emocionales tan fuertes. Artísticamente, hemos evolucionado en la apertura de cabezas hacia ciertas búsquedas, en animarse a batirnos en duelo con nuestros prejuicios artísticos y contradecirnos, a festejar no resistir archivos, ver entonces que hemos cambiado y asumir que no somos las mismas personas. No sé cuánto más soportará esta troupe, pero ya es milagroso haberse sobrevivido a sí misma durante tanto tiempo con la cantidad de gente que es la misma. Hay un montón de gente que está desde el primer ensayo, pero también nos hizo muy bien la mezcla y el cruce con otro montón de artistas, que posibilita el enriquecimiento de nuestro lenguaje viste; el mestizaje de las cosas que hemos afanado descaradamente de compas enormes con lo que nos hemos cruzado... lo florecidas que están nuestras mochilas.
Y después en la involución, cada vez va quedando menos de murga joven, se nos caen los pelos, nos pesan las patas, sentimos más los kilómetros, las resacas son más largas. Pero creo que el saldo es de avance, sin duda.
La murga se nutre mucho del contacto con el público, incluso para el relato y la crítica de los espectáculos ¿Cómo fue pasar estos años de pandemia sin esa posibilidad?
Nosotros no hacemos menos de otras 100, 80 funciones por año además de carnaval. En dos años son entre 150 y 200 funciones, mucho. Cambio un montón nuestro panorama y empezamos a corroborar que para La Catalina no solamente es importante la función, el show, el jornal de los laburantes que integran la cooperativa, sino todo lo que pasa hacia la interna en nuestra convivencia: las cosas que aparecen que después también terminan tomando parte de los espectáculos, la interacción en la en la gira, el hecho de contarnos cosas, la cosa compartida. Nos veíamos, nos teníamos cerca, pero no de esta manera... el sonar en colectivo y cantar con otros cuerpos alrededor, moverse como un organismo único.
También se nos acumularon dos años de realidad para hacer caricaturas. Escribir para este año de carnaval fue diferente, al principio no le encontraba mucha vuelta al humor y todo lo que tenía para reflexionar sobre sobre la situación social que digamos que nos quedó legada de de la crisis sanitaria, económica no le encontraba mucha vuelta humorística. Todos mis primeras reflexiones eran más oscuras y siguen siendo, no nos pongo muchas fichas, no creo que haya una un gran cambio colectivo de ningún paradigma. Estoy seguro que los grupos de poder y los grupos de privilegio van a ser todavía un poco más privilegiados, así que probablemente el costo de toda esta crisis lo paguen las personas que están pagando los costos de esta sociedad de hace un montón.
¿Y lograron superar esa primera barrera?
Hemos podido hacer que esa construcción del nuevo espectáculo no se nos haya transformado en un laberinto de desolación, de lamento y de bronca. Nuestro principal objetivo era eso: ver cómo escribíamos, cómo armamos un espectáculo que estuviera enganchado con el humor y que nose nos oscureciera la creación, que siempre tuviéramos para dejar sobre sobre el final una rendijita, un punto de fuga.
Marcas que no querían llegar al lugar oscuro de solo descargar bronca y odio. Pero, mirando los espectáculos de La Catalina, de La Comunidad y Gente Común a la Involución ¿Hay un endurecimiento en la mirada sobre el ser humano?
Posiblemente nos ha ganado un porcentaje la desesperanza en nuestra propia especie, porque vamos viviendo y algunas ilusiones no las perdí, pero tampoco sé bien donde las puse. Hay ciertas cosas que se suceden con el transcurso de la vida. Siempre seguimos igual, intentando que la lucha por la belleza esté ahí siempre. Me parece una cosa revolucionaria también hacer cosas lindas desde el arte. Si tienen sustancia, genial y si tienen una mirada analítica, mejor. Es verdad que en algunas cosas estoy más viejo y más resignado, sí. En otras no.
Tuvieron el carnaval en Uruguay, vienen de pasar por Chile y ahora están en Argentina ¿Cómo están viendo la región al pasar por estos distintos climas sociales?
A la barra chilena les decíamos que los mirábamos con una insanísima envidia. Yo, si bien no soy orgánico de nada, soy de una familia izquierdista que tiene que ver con lo colectivo y lo social, entonces todos los proyectos que sienta que están parados desde ahí me son mucho más abrazables que los otros, como siento que tiene hoy Uruguay. No siento que tenga una desesperación real, por lo menos de la forma que la siento yo. Nuestra gente está desesperada por dar herramientas, no por hacer beneficencia y dar limosnas de patrón a los simpáticos empleados. Quisiera gente desesperada por por igualar el partido de de un montón de de compatriotas de todos estos países, que nacen hace tres o cuatro generaciones perdiendo 7 a 0. Entonces ¿Cómo hacemos? siento que eso es la izquierda, la desesperación por por igualar la carrera, por hacer que todo el mundo salga desde la misma línea de partida. Hay un montón de compatriotas que no solamente no salen de la misma línea de partida, no corren la carrera, corren con peso encima, les hacemos trampa, su parte de pistas está llena de piedras. Entonces nos podemos estar hablando de igualdad o de meritocrácia, está mal.
No siento que eso esté sucediendo en Uruguay. En una situación de crisis económica disparada, de esta entidad, las administraciones megaempresariales y preocupadas por los números y los índices me pone muy disconforme. Nuestra mirada justamente está en ver como esa foto que sacamos no se nos oscurezca, no se nos torne una operación tribunera, porque cuando pasa eso también siempre estás muy cerca de tentarte de manotear el panfleto y sabes que eso seguro y que hay ciertas tres o cuatro palabras o tres o cuatro cosas y tres o cuatro finales de estrofas que son un éxito seguro y que son un un un movimiento sísmico en la tribuna ¿Pero que estamos haciendo? ¿Qué estamos aportando? Nuestra intención está en darle una vuelta de tuerca, que tenga un par de capas por lo menos. Y además de la suficiente calidad y simpleza para que el que tiene la misma buena voluntad que yo pero tiene otra cosmovisión y está convencido de que este es el mejor gobierno no lo sienta una agresión innecesaria o una operación encubierta.
Y muchas veces nuestros editoriales vecinales van en contra de la agenda política incluso de las familias ideológicas que están cercanas a las nuestras. Pero bueno es la necesidad que tengo, para eso soy artista, para poder cantar con libertad ycon pensamientos pretendidamente crítico nuestra realidad le toque a quien le toque.
Este espectáculo tiene mucho de tocar a todo el arco político. No dejaron a nadie sin tocar
Me parece que eso está bueno también. No me gusta mucho los ejércitos, pero quisiera soldados, sería soldados críticos y comprometidos. Y el compromiso no es la obsecuencia y la obediencia partidaria. Me son más útiles obreros y obreras de la construcción de un mundo nuevo... pongámonos idílicos: para los obreros y las obreras de la construcción del nuevo mundo, yo no quisiera gente obediente, quisiera gente este que se comprometiera desde la disidencia desde la horizontalidad y desde la posibilidad de la de la mirada crítica hacia la interna.
¿Cómo viene el entrenamiento para la gira? Porque va a ser un día atrás de otro, como en carnaval.
Esta va a ser a ritmo carnavalero, sí. Entendíamos que estaba bueno para dar una mano, en el sentido de la enorme gente que labura en producción y que se arriesga en llevar la murga hasta su pueblo. Entonces todo lo que pudiéramos ayudar a licuar esos gastos extra venía bien. Siempre tuvimos días off en la gira por una cuestión de cuidar la garganta, vamos a estar con más cansancio, pero bueno, vamos a hacer de tripas corazón y a reconstruir las gargantas como se pueda, descansando un montón. Aparte será viajando, porque acá en carnaval termina la jornada y cada uno se va a su casa, pero acá hay que viajar. Además esos gastos terminan repercutiendo en la entrada. Es un momento en el contexto regional que cualquier entrada, por más intento de ponerla a un precio popular, termina saliendo una fortuna.