La Corte Suprema de Justicia de Gran Bretaña dictaminó que el mirador de la Tate Modern de Londres, adonde el público acude a apreciar su impresionante vista panorámica, invade la intimidad de los vecinos que viven en un rascacielos vidriado ubicado enfrente, "un nivel inaceptable de intrusión", según el fallo dado a conocer hoy.
Si bien esta historia pareciera salida de la película de ficción "El hombre de al lado", protagonizada por Daniel Aráoz y Rafael Spregelburd, que relata el conflicto entre vecinos por una medianera donde uno de ellos quiere construir una ventana, lo cierto es que el caso ronda desde hace seis años los tribunales londinenses, con fallos y apelaciones que hoy disipó el Tribunal Supremo a favor de los demandantes.
El tema involucra a cinco propietarios de cuatro pisos en la urbanización Neo Bankside -un lujoso y exclusivo rascacielos acristalado, en la orilla sur de Londres-, quienes han emprendido acciones en 2017 contra la Tate por los 500.000 visitantes anuales que se calcula que "miran a sus casas" desde el mirador del décimo piso, situado a 34 metros de distancia.
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De una impresionante arquitectura, el complejo residencial Neo Bankside inaugurado en 2012, se le adelantó en cuatro años a la fecha de apertura de la plataforma de la Tate (inaugurada en 2016), que desde entonces ofrece una impresionante vista panorámica de la ciudad, así como una visión directa de sus pisos con fachadas acristaladas.
Según el fallo dado a conocer por la justicia inglesa, los propietarios de pisos de lujo situados frente a la galería de la Tate Modern se enfrentan a "un nivel inaceptable de intrusión" que les impide "disfrutar de sus viviendas". Incluso, llegan a compararlo con un "zoológico".
Si bien el fallo de la instancia máxima de la justicia encontró disidencias entre los jueces, todos los integrantes del Tribunal Supremo se mostraron en desacuerdo con una sentencia anterior del Tribunal de Apelación, según la cual la intrusión visual no entraba en el ámbito de aplicación de la legislación sobre molestias.
A lo largo de seis años hubo numerosos vericuetos y perspectivas desde donde "observar" el caso. Por ejemplo, los jueces de dos tribunales fallaron en contra de los propietarios por diferentes motivos. Uno de ellos dijo que "podían colocar cortinas" y otro aludió, sin ser tan explícito, a los derechos privados de unos pocos propietarios ricos contra el disfrute del público general de una vista panorámica de Londres.
Tal como explica al periódico británico The Guardian Richard Cressall, experto en litigios inmobiliarios, la sentencia fue "un resultado extremadamente inesperado", pero dudaba de que hubiera muchos casos como éste. Acaso, ¿Cuánto museos en el mundo tienen un mirador en su piso 10?
La galería del décimo piso, que funciona como mirador, está cerrada actualmente, como otros espacios del museo que todavía no fueron reabiertos a raíz de la pandemia de Covid-19.
Los demandantes propusieron en primer lugar que se prohíba el acceso a una parte de la galería o que se instale un dispositivo para tapar la vista de sus apartamentos. La resolución final de este caso podría consistir en una orden judicial -que cierre el total o una parte de ese mirador- o el pago de una indemnización a los propietarios, consignó The Guardian.
Con información de Télam
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