Con el objetivo de dar cuenta de que la visión surrealista de Salvador Dalí fue sembrada en su primera infancia y adolescencia, la casa en la que nació en 1904 en Figueres, Cataluña, abrió como un museo que ofrece a los visitantes una experiencia audiovisual inmersiva de una hora de duración.
A partir de una audioguía, el visitante podrá reconstruir el origen de la personalidad daliniana y recorrerá la cocina, la habitación o la galería de la casa en la que vivió hasta los ocho años, ubicada en el número 6 de la calle de Narcís Monturiol.
Sus relaciones familiares y sus primeras influencias decantan en un recorrido por el edificio de cuatro plantas que comienza con una frase: "El pintor no sería lo mismo si no hubiera nacido en Figueres y Empordà". La visita comienza con una pequeña exposición de cinco obras tempranas anteriores a su giro hacia el surrealismo.
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Quienes visiten el museo podrán descubrir a su paso las baldosas originales de estilo Art Nouveau, y el baño y la cocina que se han conservado tal como eran originalmente. En la galería, una enorme terraza con ventanas que la familia usaba como sala de estar, podrán ver proyecciones de tenedores y cucharas bailan alrededor de una pequeña mesa de madera, que muestran cómo Dalí, con solo seis años, comenzó a dibujar, usando el modelo de los cubiertos para dibujar patos y gansos.
Por último, en los pisos superiores del edificio, desde el suelo hasta el techo, proyecciones inmersivas retratan el motivo recurrente en las obras más famosas de Dalí: las vastas y abiertas llanuras del Empordà y las formaciones rocosas, sonidos y paisajes marinos surrealistas del Cap de Creus.
El proyecto de remodelación costó 4 millones de euros y tardó cinco años, a pesar de que fue planificado hace tres décadas. La idea de convertir la casa natal del pintor en un museo nació en 1995 cuando el entonces alcalde de Figueres, Marià Lorca, compró el local de la planta baja donde originalmente había tenido su despacho el padre de Dalí, que trabajaba de notario, y también el espacio del primer piso, donde la familia tenía su vivienda.
Pero recién en 2017 se compró el resto del edificio y se consiguió la financiación para el proyecto. Las obras comenzaron el año siguiente, en 2018, y de a poco fueron constituyendo las bases de un proyecto que se organiza a partir de dos ideas: "Donde todo empezó" y "De Figueres al mundo".
La entrada al museo de Dali en Figueres cuesta entre 8 y 12 euros y la visita se realiza en grupos de ocho visitantes para no poner el riesgo la preservación de las instalaciones.
Con información de Télam