Tras el robo de más de 2.000 piezas, el Museo Británico anunció que digitalizará toda su colección y aceptó que, según los relevamientos, la institución cuenta con 2.400.000 objetos no catalogados o parcialmente catalogados que serán debidamente documentados.
Según las hipótesis de investigación del robo y luego de haber recuperado 350 de aquellas piezas, las autoridades creen que el insuficiente registro fue lo que hizo posible que alguien que sabía de esto las robara gradualmente sin ser detectado durante décadas.
Según informó el Museo Británico en un comunicado, el proceso de catalogación tardará aproximadamente cinco años y costará 10 millones de libras esterlinas. Durante la audiencia que tuvo lugar en el parlamento para que el Museo diera detalles del robo y la investigación, se informó ante comité de la Cámara de los Comunes que el museo tiene un millón de artículos no registrados (no catalogados) que debían registrarse; 300.000 que están registrados, pero no digitalizados; y 1,1 millones que están digitalizados, pero no fotografiados.
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El 16 de agosto, el Museo Británico anunció que había sufrido el robo de joyas de oro y gemas de piedras semipreciosas y vidrio que databan del siglo XV a.C. al siglo XIX d.c. Nueve días después, el director Hartwig Fischer tuvo que renunciar y su adjunto, Jonathan Williams, también dimitió.
Mark Jones, el nuevo director interino del museo, también testimonió en los últimos días ante el comité de la Cámara de los Comunes. Dijo que los 2.000 objetos robados no catalogados eran "realmente conocidos sólo por una persona, y esa persona decidió aprovechar eso".
Aunque por cuestiones legales el museo no nombra al sospechoso, los medios lo han identificado como Peter Higgs, quien fue curador durante 30 años y recientemente encargado en funciones del departamento de Grecia y Roma. Higgs fue despedido en julio y fue interrogado por la policía, pero hasta el momento no ha sido arrestado ni acusado.
George Osborne, presidente del consejo de administración del Museo, contó ante el Comité de la Cámara de los Comunes que la propiedad de 350 de los 2.000 objetos robados fue transferida de nuevo al museo el 13 de octubre gracias a la ayuda del marchante y especialista danés Ittai Gradel, quien fue el primero en denunciar el robo hace más de hace dos años. Y, si no surgen obstáculos legales, esas piezas serán exhibidas en una exposición especial que planea la institución con la que buscará dar a conocer al gran público las piezas restantes para facilitar su recuperación.
Con información de Télam