Una muestra refleja el vínculo entre Warhol y Basquiat, una de las duplas más explosivas del arte

03 de abril, 2023 | 12.32

Testimonio de una fascinación recíproca que arrancó como un choque de trayectorias dispares -uno ya consolidado como ícono pop y el otro por entonces artista ignoto-, una gran muestra que se presenta por estos días en París recrea lo fructífera que resultó personal y artísticamente la relación que entablaron Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat en apenas dos años, entre 1983 y 1985.

En el Nueva York de los 80, los artistas plásticos eran algo así como estrellas de rock asediados por la prensa: Basquiat y Warhol eran parte de este grupo que monopolizaba la atención en fiestas y presentaciones.

Warhol tenía 54 años y ya despuntaba su leyenda cuando según lo documentado hasta ahora conoció en la capital estadounidense a Basquiat, un joven negro de 22 años con una rabiosa necesidad de pintar y de ser conocido. Desde entonces, ambos se retroalimentaron e influyeron en el trabajo del otro.

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En 1985 inauguraron una importante muestra conjunta, en lo que marcó el regreso de Warhol a la pintura, luego de años de experimentar con otro tipo de medios. "Jean-Michel me hizo pintar diferente, eso es algo bueno", escribió el artista de origen eslovaco en su diario en 1984.

¿Hay algo nuevo que decir sobre la colaboración de mediados de la década de 1980 entre ellos? Dieter Buchhart, co-curador de la exposición "Basquiat x Warhol: Painting Four Hands" que se acaba de inaugurar en la Fondation Louis Vuitton en París dice que sí: su argumento es que la investigación realizada para la muestra revela que la pareja comenzó a colaborar antes de lo que se pensaba.

Se cree que el artista más joven conoció a Warhol por primera vez en 1979 cuando el artista intentó venderle al maestro del arte pop algunas de sus postales. La pareja se conoció más formalmente en 1982 cuando Bruno Bischofberger, el marchand que representaba a ambos artistas, llevó a Basquiat al estudio Factory de Warhol en Manhattan para una sesión de fotos. Se cree que la pareja creó alrededor de 160 obras juntas entre 1983 y 1985: la exposición de París incluye más de 80 pinturas creadas y firmadas conjuntamente por los dos.

"Definitivamente es la colaboración más exitosa en la historia del arte entre dos grandes artistas. Nunca igualada a este nivel, o en un espacio de tiempo tan corto", explicó a la Buchhart a la agencia de noticias AFP.

La exposición también presenta "obras maestras absolutas" que no se han exhibido antes en una exposición conjunta, como un par de sacos de boxeo en los que Warhol pintó un retrato de Cristo a partir de una reproducción de "La última cena" de Leonardo da Vinci . Sobre estos, Basquiat escribió repetidamente la palabra "juez" y agregó su símbolo de la corona emblemática.

"Hoy en día, los historiadores del arte generalmente relacionan este trabajo con la atmósfera agresiva y trágica que sintió toda una comunidad y más allá en el momento del asesinato del grafitero Michael Stewart, quien era muy cercano a Basquiat", escribe la co-curadora Suzanne Pagé, en el catálogo. Y acota: "Todo esto estaba sucediendo en medio de la crisis del sida".

De manera crucial, la obra "China Paramount" (1984) refleja las diferentes visiones del mundo de ambos hombres. Warhol insertó perfiles del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan, quien impulsó una economía de libre mercado, en la pintura. "Basquiat yuxtapone [las] cabezas de Reagan con caras de calaveras negras, lo que a su vez expone la utopía del progreso y el crecimiento económico de la que la población afroamericana en particular todavía parecía estar excluida en la década de 1980", dice por su parte Buchhart.

La muestra sobrevuela también fragmentos del vínculo entre los dos artistas. Una nota del New York Times de 1988 señala que el autor de las Sopas Campbell fue una de las personas que más advirtió a Basquiat sobre su excesivo uso de drogas, una problemática que marcó su carrera. En la misma nota, el joven artista era descrito como un prodigio, pero también como alguien que actuaba constantemente de forma "errática", distraído por el peso de la fama.

Los artistas tomaron rumbos distintos progresivamente a partir de 1985, pero ambos se apreciaban y se vigilaban a distancia. Warhol murió en 1987, tras una operación quirúrgica. Basquiat, que se vio muy afectado por esa pérdida, murió de una sobredosis al año siguiente.

Con información de Télam