Una muestra en el Prado analiza el relato visual antijudío en la España medieval

09 de octubre, 2023 | 11.44

Una exposición en el Museo del Prado de Madrid recupera los relatos concebidos por los cristianos en España entre 1285 y 1492 sobre los judíos y los conversos; y analiza el papel de las obras de arte en las relaciones interreligiosas y sociales de esa época medieval, así como la forma en la que el discurso visual construyó el relato estereotipado de las identidades bajo el prisma del poder, la demonización y la construcción de un discurso antijudío.

"El espejo perdido. Judíos y conversos en la España Medieval" es el nombre de la exposición que reúne 69 obras y revela de qué modo las imágenes construyen significados en lo social y en la construcción de identidades y alteridades: "El discurso visual ilustra cómo las imágenes estimularon los intercambios entre cristianos y judíos, pero también cómo contribuyeron decisivamente a difundir el creciente antijudaísmo que anidaba en la sociedad cristiana", plantea el texto de presentación de la muestra.

La muestra parte de reconocer que el arte ha tenido un papel fundamental en la reproducción de valores y sentidos sobre los otros. En la España Medieval, la maquinaria artística tuvo un rol clave en la creación de imágenes que de manera violenta y grotesca demonizaron a todo aquel que no entrara en la definición del cristiano, en su afán de trazar una uniformidad religiosa eliminando cualquier alteridad.

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En tal sentido, la imagen fue un canal de complicidad central en la construcción del relato antijudío y antisemita, ya que los judíos, como se reflejan en las obras de esta muestra, fueron caracterizados como seres deformes, beligerantes, delincuentes o profanadores.

"La intención es mirar a nuestro pasado sin prejuicios, mirarnos en nuestro espejo de una manera rigurosa y atractiva", dijo en rueda de prensa Joan Molina Figueras, curador de la exposición que se podrá visitar hasta fines de enero en Madrid, según recoge el periódico local El Independiente.

Con obras que proceden del Prado y de otros museos importantes pero también de iglesias y bibliotecas, la exposición aúna de este modo los frontales de Vallbona de les Monges, "Fuente de la Vida", del taller de van Eyck, o los retablos que realizó Pedro Berruguete para santo Tomás de Ávila, con obras como "Cantigas de Alfonso X el Sabio" (patrimonio nacional), "Golden Haggadah", de la British Library, o "Fortalitium Fidei", de la Bibliothèque nationale de France.

De gran componente estético, con maestros del gótico como Pedro Berruguete, la muestra también presenta piezas realizadas más allá de los cánones de la historia de los estilos, como caricaturas y grabados o esculturas. "Esta no es una exposición de historia del arte, y tampoco de historia, es una exposición que narra una historia de las imágenes. Y en esta historia de las imágenes caben muchos tipos distintos", plantean desde el Prado.

Con información de Télam