Las fotografías que retratan la ciudad de Buenos Aires entre 1953 y 1968 de Sameer Makarius llegan al Museo Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo con la muestra "La Imagen Generosa", que podrá verse hasta principios de noviembre en el emblemático edificio.
"La Imagen Generosa" exhibe la obra del fotógrafo y artista Sameer Makarius que con su Leica al hombro recorrió la ciudad para conocer sus costumbres e idioma al llegar a Buenos Aires, y tiene la curaduría de su hijo Karim Makarius, junto con María Laura Pérez Veronesi y Marcelo Pizarro.
La exposición propone un recorrido por el trabajo de Makarius situado entre 1953 y 1968, incluyendo parte de su obra fotográfica, objetos del laboratorio donde revelaba sus tomas, cámaras y documentos de la época, constituyéndose en la primera muestra en Argentina que comparte integralmente su arte y su trabajo, destacan desde el museo.
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"Con una mirada sensible e inteligente, el artista recorrió las calles de Buenos Aires con su cámara fotográfica durante las décadas de los 50 y los 60. Sus imágenes registran la vida cotidiana de lugares comunes y emblemáticos de una ciudad diversa y dinámica", describen.
Makarius (El Cairo, 1924 - Buenos Aires, 2009) fue parte de la generación que marcó una época de "despegue" para el arte fotográfico en Argentina, una actividad que comenzó a desarrollar a principios de los 50.
De padre egipcio y madre alemana, Makarius se educó entre 1930 y 1940 en la ciudad alemana de Berlín y durante la Segunda Guerra Mundial estuvo en Hungría. Allí ayudó a las familias judías para escapar del nazismo y, al final de la guerra, con la llegada de la extinta Unión Soviética a Hungría, emigra -en un camión de la Cruz Roja, como relata su hijo- a Suiza. Pasa por París y finalmente se instala en Buenos Aires con su esposa Eva Reiner en 1953.
Tras la guerra se dedicó al arte concreto, fue parte de la Európai Iskola (1945-1948) que concebía una renovación de los lenguajes plásticos tras el horror de la guerra y la recuperación de las vanguardias previas, cofundador del grupo húngaro de arte concreto y en 1946 participó de la primera exposición conjunta de arte abstracto húngaro.
En Suiza, el arquitecto y artista Max Bill lo recibió y ayudó con su carrera artística, mientras que en Francia conoció a Henri Cartier-Bresson -hacia 1947- que según su hijo también influyó en su obra.
Ya radicado en Argentina editó dos libros sobre Buenos Aires que le valieron su reconocimiento internacional como fotógrafo: "Buenos Aires y su gente" (1960) y "Buenos Aires, mi ciudad" (1963).
Pero Karim Makarius relata que su padre, a pesar de su labor fotográfica y reconocimiento "se consideraba un pintor abstracto, perteneciente a la vanguardia artística no figurativa".
En agosto de 1961 participó como invitado en la primera muestra del grupo Otra Figuración en la Galería Peuser, con Jorge de La Vega, Rómulo Macció, Ernesto Deira, Luis Felipe Noé y Carolina Muchnik, con sus "Textos bíblicos" (impresiones fotográficas experimentales realizadas a partir de negativos pintados y dibujados con tinta china).
Fue miembro fundador de los grupos Artistas No Figurativos Argentinos (ANFA) y Forum (1956), y desde 1957 se dedicó a retratos de artistas como Marta Minujín, León Ferrari, Rogelio Polesello, Raquel Forner y Raúl Soldi y Jorge Luis Borges, obras reunidas en el libro "Retratos y textos de artistas" (2008).
También fue el fotógrafo y testigo de la acción urbana de Alberto Greco en la esquina de Corrientes y Libertad, esa pegatina en la vía pública llamada "Alberto Greco: ¡Qué grande sos!" en 1961, otro de los momentos relevantes del arte argentino contemporáneo.
La exposición con entrada libre y gratuita se puede visitar en el Museo Histórico Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo (Bolívar 65, Ciudad de Buenos Aires) hasta el 11 de noviembre, de miércoles a domingos 10.30 a 18.
Con información de Télam