La muestra itinerante "Horacio Quiroga. Del banquete a la selva. Fotos de una vida" será inaugurada mañana a las 19 en la biblioteca popular Manuel Belgrano de la localidad balnearia de Pinamar, ubicada en calle De las Medusas 1230.
La exhibición, organizada por la Biblioteca Nacional, presenta fotografías tomadas por el escritor Horacio Quiroga durante su estadía en la selva misionera.
Quiroga llegó a esta región acompañando a Leopoldo Lugones como fotógrafo, en un relevamiento de las ruinas jesuíticas. Se enamoró de la selva y adquirió unas hectáreas cerca de San Ignacio donde se estableció con su familia y este sitio fue el escenario de sus "Cuentos de la selva".
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Vivió en la selva entre 1909 y 1916 con su primera esposa, Ana María Cirés, en una casona que él mismo construyó y entre 1932 y 1936 vivió ahí con su segunda esposa, María Elena Bravo.
El fondo fotográfico exhibido en la muestra se presume que fue tomado por Quiroga y su primera esposa, aunque no hay certeza absoluta ya que no llevan su firma. Por esta razón, se exponen bajo la denominación "Fotógrafo no identificado".
La invención de Misiones es gradual. El ex director de la Biblioteca Nacional Horacio González (1944-2021) dijo sobre el también autor de "Cuentos de amor, locura y muerte" que "mirar estas fotos es leer sus cuentos, aunque radie debe confundir una cosa y la otra".
"Son dos formas diferentes del despojamiento -escribió González-. La del artesano en su carpintería, desnudando los objetos en su valor mínimo, y por lo tanto humanizándolos. Y por otro lado, pensando los hombres como objetos perdidos en la corriente, devolviéndolos abruptamente a la muerte y a la naturaleza".
En Misiones, Quiroga empezó a interesarse por la fauna y la flora y experimentó en carne propia las dificultades de vivir en un ambiente hostil y peligroso, donde abundaban las enfermedades y animales venenosos. Estas experiencias quedaron plasmadas en muchos relatos, que reflejan la belleza y crueldad de la naturaleza en su estado primitivo.
Además de su labor como escritor, Quiroga se destacó como cazador y pescador, de hecho, se nota en su obra su conocimiento y respeto por la vida animal, aunque también se ve reflejada su faceta más oscura y violenta.
Es en el cuento "La serpiente de cascabel" donde describe aquella actividad fotográfica emprendida en la selva. En él se lee: "El pajonal, quemado y maltrecho en la orilla, facilitaba mi campaña fotográfica. Me alejé buscando un punto de vista, lo hallé, y al afirmar el trípode sentí un ruido estridente, como el que producen en verano ciertas langostitas verdes".
La muestra estará abierta al público desde el 2 al 29 de marzo, de lunes a viernes de 9 a 13 y de 15 a 18:30. Los sábados de 9 a 13.
Con información de Télam