"Las bases de datos, la Big Data, son un subconsciente de la sociedad expresado a través de sus pautas de consumo, lo mismo la Inteligencia Artificial, recogen cientos de miles de inputs de usuarios. Entonces es natural que aparezca un nuevo surrealismo que dialogue con todo eso, porque necesitamos nuevas formas para imaginarlo", asegura Mónica Heller, autora de "El origen de la substancia importará la importancia del origen", el envío argentino de la 59 Bienal de Arte de Venecia que abrirá mañana sus puertas al mundo.
Cómo se imbrica esa videoinstalación inmersiva con el tema que propone esta edición de la Bienal, "La leche de los sueños", se remonta al trabajo realizado por Heller durante los últimos 15 años.
-Mónica Heller: Hay surrealismo en mi trabajo, es obvio. Me interesan los distintos momentos del surrealismo y me interesa mucho también ver el camino cultural que atravesó, que empezó como una vanguardia radical pero le ofreció al mundo un montón de procedimientos creativos y de autorreflexión, de imágenes y sabotaje a los sentidos.
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-Télam: ¿Qué tanto recurre el arte y la cultura contemporánea al surrealismo?
-M.H: El surrealismo entró a la cultura como pocas otras corrientes artísticas: está en los dibujos animados, en la literatura, en la televisión, incluso en cierto humor popular. A veces es absurdo y a veces está basado en procesos muy precisos y técnicos. El interés por estas corrientes es cíclico, va y viene; con suerte las estéticas se reformulan y producen nuevas herramientas para pensar el mundo.
-T: ¿Cómo se expresa eso es nuestro país?
-M.H: En Argentina -y en Buenos Aires particularmente-, desde hace algunos años mucho del arte joven tiene que ver justamente con reescribir y explorar la tradición surrealista, tanto a nivel local como internacional.
-T: ¿Y en lo global?
-M.H: La irrupción de tecnologías como Internet o la inteligencia artificial condicionan la necesidad de diseñar nuevas soluciones estéticas para desentrañar nuestra realidad: antes, el surrealismo iba codo a codo con la evolución del psicoanálisis y la exploración del subconsciente. Hoy esos subconscientes ya no están centrados en la subjetividad individual del ser humano, sino que podemos hablar de la aparición de subconscientes animales, robóticos, colectivos. Por ejemplo, las Bases de Datos, la Big Data, son un subconsciente de la sociedad expresado a través de sus pautas de consumo, lo mismo que la Inteligencia Artificial, recogen cientos de miles de inputs de usuarios, entonces es natural que aparezca un nuevo surrealismo que dialogue con todo eso, porque necesitamos nuevas formas para imaginarlo.
Con información de Télam