Desde que la primera imagen de Mickey -una versión vintage animada en blanco y negro- pasara a dominio público a principios de este mes, aparecieron reversiones del mítico ratón que exponen su costado menos complaciente en videojuegos, películas y NFT's, a las que se suma ahora un video difundido en las redes sociales del colectivo Voicot, en el que se repudia un corto del personaje de Walt Disney por apología del maltrato animal.
Tras la liberación de los derechos de autor sobre Mickey y Minnie, los personajes creados en 1928 por Disney, emergieron discusiones sobre la implicancia de este ratón trasnacional. El corto de Walt Disney "Steamboat Willie" (1928) fue uno de los primeros dibujos animados en distribuirse con sonido sincronizado. Se muestra a Mickey atacando a un loro que no para de garrear. En otro tramo, el ratón ordeña vacas frenéticamente y en otro, usa a un pato de instrumento musical. Durante estas animaciones, Mickey disfruta con un gesto sonriente en el rostro y al final estalla a carcajadas.
A Voicot, una agrupación fundada en 2014 que lucha por "la liberación animal y en contra de un sistema de opresión basado en una humanidad consumidora", las imágenes le generaron rechazo pero también sorpresa, "por ver a Mickey, un personaje que tiene como público objetivo a los niños principalmente, explotando otros animales", precisa Malena Blanco, fundadora de la agrupación, en diálogo con Télam.
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"El video normaliza la violencia hacia las vacas -muestra cómo la levantan, le sacan la leche-, normaliza la violencia hacia las gallinas, normaliza la violencia en general", explica Blanco. Esta posición se vuelve más nítida cuando se piensa en que Mickey está dirigido principalmente a las infancias, según explica la integrante de la organización. "Cuando 'setteamos' a los niños y les mostramos que eso es lo que hace un personaje simpático, como es Mickey en este caso, los estamos induciendo de alguna manera a empezar a habitar un mundo en donde eso puede pasar, donde eso no tiene cuestionamiento", asegura Blanco.
"Pensando que estamos en el 2024 y que se trata de un corto de data de varios años, en todo este transcurso de la historia desde que el corto se creó hasta ahora, uno tiene como esa idea de que hoy esa violencia va a estar más condenada. Pero no fue así en los medios de comunicación", dice la fundadora.
Para Voicot, el panorama hoy es distinto que hace casi cien años. "Tenemos acceso a la información sobre cómo es la explotación animal o lo que se necesita para convertir ya sea un animal en comida, un animal en abrigo", señala Blanco y agrega que, aunque esa información esté disponible, "el trasfondo sigue siendo la violencia, la explotación y oprimir a todas esas otras formas de vida".
Un punto llamativo de las animaciones de Mickey para Blanco es que retratan "acciones humanas, pero encarnadas desde un ratón". "La maldad y la miseria de la que somos parte solamente tiene que ver con nuestra especie, la especie que se cree centro de todo lo demás, el antropocentrismo, base fundamental de nuestra cultura", sentencia Blanco.
Con esta idea como eje, realizaron un reversión del video y anunciaron en sus redes sociales el lanzamiento con el slogan: "La posibilidad de pensar que las cosas podrían ser de otra manera". En el anuncio, cada fotograma en el que Mickey está maltratando a otro animal, aparece acompañado de imágenes de la realidad: gallinas, cerdos y vacas en el matadero.
El video adaptado por Voicot cambia el final. La organización toma prestada la tipografía de Disney y presenta "Mickey preso". "Creíamos que estaba bueno usar la idea de Mickey preso para llamar la atención, para cuestionarnos cómo hubiese sido el mundo si esa violencia hubiese sido condenada", dice la fundadora del colectivo y se hace preguntas: "¿Qué hubiese pasado si hubiese enseñado desde mucho antes a respetar a esas otras formas de vida? ¿Cuál sería el mundo hoy? ¿Quiénes seríamos nosotros si supiéramos vincularnos con eso otro y nuestra relación no fuera simplemente la de la opresión?", sostiene.
Para Voicot, es interesante plantear estas cuestiones. Divulgar el video con este nuevo remate conforma "una manera sencilla de condena del trato de una persona hacia hacia un animal, porque Mickey encarna al humano. Es un ratón en lo físico, pero en sus acciones es humano".
¿Puede un video poner a circular nuevos sentidos?¿Dónde reside su potencia? "El video siempre fue el formato más fuerte para contar historias pero tenía la limitación del medio. El cine y la tele le ponían un techo a la cantidad de personas que podían ver esa historia. Con las redes sociales eso cambió. Hoy, con todas las pantallas que tenemos, vivimos en la mejor época para ese formato", señala Ignacio Peralta, director creativo publicitario a cargo de la producción.
"El sentido que más aparece para nosotros es la oportunidad. Aprovechar la noticia de la liberación de los derechos del cortometraje para poner en la mesa una charla mucho más interesante: Cómo nos formamos en este sistema a partir de lo que se nos muestra que está bien y que está mal", dice Peralta.
En la adaptación del colectivo, Mickey termina encarcelado por sus acciones y es el loro el que ríe al final. En la descripción del video, Voicot escribe: "Mickey Mouse es el símbolo más impregnante de una industria que se fundó sobre bases especistas. Ahora tenemos la oportunidad de construir otras y por eso le cambiamos el final".
"Creo en la idea de un mundo que podemos empezar a imaginar y ese mundo imaginado es el primer paso a crearlo. Siempre me pregunto, ¿quién sería yo si me hubiesen enseñado de otra forma? ¿Qué sería de esta sociedad y de este sistema si trabajáramos para el bien del todo y no fuéramos parte de la matanza de 4.000 animales por segundo, sin contar a los peces que se cuentan por toneladas?", reflexiona la fundadora de Voicot.
Estas acciones están en sintonía con las protestas de los movimiento activistas en Europa que intervienen obras de arte de gran valor. El domingo, por ejemplo, dos activistas francesas pertenecientes al colectivo Riposte Alimentaire arrojaron sopa sobre "La Gioconda", la obra de Leonardo Da Vinci expuesta en el Museo del Louvre. Su lienzo original está protegido por un cristal, por lo que no llegó a sufrir daños.
En los últimos meses, otros activistas realizaron acciones contra obras de varios museos de todo el mundo. En octubre de 2022, dos jóvenes con camisetas de "Just Stop Oil" rociaron sopa de tomate sobre los "Girasoles" de Van Gogh, también protegido por un cristal, en el museo National Gallery de Londres.
Consultada por la relación entre la estrategia de denuncia en redes sociales que lleva adelante Voicot y de los manifestantes, Blanco responde: "No le están haciendo absolutamente nada de esa obra de arte, sino que lo que están haciendo es llamar la atención. Y que me lo estés preguntando, significa que fue efectivo. Lo que ellos buscan es que hable de lo que está pasando en el mundo, que está siendo tapado por los medios de comunicación, por los poderes, los gobiernos y por quienes gobiernan el mundo que en realidad son las empresas".
"Nosotros también vamos a las calles con, por ejemplo, afiches con mensajes que pegamos más que nada sobre publicidades que implican explotación animal. Para empezar a generar inquietud, para generar duda, para que la gente se empiece a cuestionar, no para obligar a las personas a que piensen de una forma", concluye la fundadora del colectivo y se pregunta: "¿Qué más queda para entender que lo que le pase a la Tierra nos pasará también y que somos parte de esta red de la vida?"
Con información de Télam