La pandemia del coronavirus comienza a pensarse en todo el mundo en tiempo pasado. Si bien aún varios países transcurren una tercera ola como producto del ingreso de la variante Delta y su mayor contagiosidad, gracias al avance de las campañas de vacunación los estados han reducido significativamente las restricciones y ha aumentando la circulación de las personas en los espacios públicos y los ámbitos cerrados. En este marco uno de los sectores en plena reactivación es la actividad cultural, cuya dinámica y efervescencia propia se vio prácticamente suspendida o gravemente herida durante casi la crisis sanitaria que abarcó caso todo 2020 y los primeros meses de 2021 en todo el mundo. Desde el Ministerio de Cultura de la Nación se puso en marcha esta semana Cultura Activa, un ambicioso plan para impulsar el trabajo y la producción del sector.
Según la “Evaluación del impacto del COVID-19 en las industrias culturales y creativas: una iniciativa conjunta del MERCOSUR, UNESCO, BID, SEGIB y OEI”, las consecuencias son alarmantes “en todo el mundo y especialmente en países muy dependientes del mercado global, como es el caso de América Latina”. La pandemia afectó a toda la cadena de valor cultural: creación, producción, distribución y acceso. Las cifras indican que la mitad de lxs trabajadorxs del sector en la región perdieron al menos el 80% de sus ingresos, y más de la mitad de las empresas culturales sufrieron una caída en sus ventas por encima del 80%.
En Argentina las industrias culturales fueron el tercer sector económico más perjudicado, solo después de la Construcción, y el turismo. Por las medidas sanitarias y la cancelación de los encuentros sociales, los museos, centros culturales, estudios de grabación, teatros, cines, bibliotecas, clubes, estudios de danza, salones de música en vivo, ferias, centros turísticos, escuelas de arte, etc. cerraron sus puertas durante varios meses, situación que dejó a miles de espacios y trabajadorxs sin ingresos, en el marco de un sector que además suele estar altamente precarizado.
Durante 2020 un relevamiento del Sistema de Información Cultural de la Argentina (SInCA), que depende de la carteta liderada por Tristán Bauer, indicó que el impacto causó la reducción de la actividad cultural en un 16,1% respecto del año anterior, afectando especialmente a las actividades presenciales. La caída de la producción cultural fue un 63%, más alta que la economía total, y en lo que respecta al consumo se estima una caída del 14,67%. Esto puede entenderse ya que al porcentaje del gasto familiar destinado a la adquisición de bienes y servicios culturales, Según información oficial muestra para 2020 una disminución del 14,7%.
La presencia del Estado y la inversión del Gobierno Nacional para sostener al sector
El sector de la cultura tiene la particularidad de componerse de un carácter dual: es mercancía, es un producto consumible, cuya existencia esta condicionada por los límites y reglas del Mercado ; y al mismo tiempo se trata de un derecho, de nuestra identidad, de representaciones sociales en debate, de construcción de hegemonía, y de valores. Es por esto que no puede pensarse la cultura diferenciada de la política. Justamente las políticas culturales tienen como reto fundamental articular los intereses del merado con los del Estado y con las demandas de la sociedad civil, principal agente en todos los proyectos de elaboración cultural, y también principales consumidores.
Mariano Addesi, Director de comunicación del Ministerio de Cultura, explica que “en todo momento tanto desde el Ministerio como desde las distintas áreas del Gobierno Nacional se mantuvo diálogo con los diferentes sectores para conocer de cerca y tener información directa sobre la situación en la que se encontraba, conocer sus necesidades más urgentes y poder diseñar políticas y medidas acorde a las mismas”. Además el ministro Tristán Bauer siempre que la pandemia lo permitió, continuó con sus visitas de trabajo por las provincias para conocer la realidad de toda la Argentina y conocer de cerca las vivencias de lxs trabajadorxs.
Con respecto a las ayudas económicas Addesi detalla que “desde el comienzo de la pandemia el Estado Nacional lleva invertido en el sector cultural más de 17.500 millones de pesos. Medidas como el ATP permitieron alcanzar a más de 39.000 trabajadores/as y 4200 empresas culturales durante 2020. Y en lo que va de 2021, a través del REPRO II se han destinado más de 180 millones de pesos para sostener el salario de más de 7800 trabajadores y trabajadoras. También se han implementado líneas crediticias del Banco Nación para PyMes Culturales y monotributistas, como los Tasa 0% Cultura. Y en lo que respecta a subsidios para organizaciones y espacios culturales, artistas, trabajadoras y trabajadores de la cultura, se han invertido más de 6.300 millones de pesos que permitieron alcanzar a más de 70.400 personas de más de 1500 municipios. Es la inversión más importante en la historia del organismo en términos presupuestarios y de alcance”.
Luego del peor momento, cuando comenzaban algunas aperturas, desde el organismo sostuvieron los canales de diálogo permanente con cada uno de los sectores para “aplicar los protocolos correspondientes en los que casos en los que la pandemia y la emergencia sanitaria lo permitiese y garantizar, de esta manera, el cuidado necesario para el retorno de las diferentes y múltiples actividades”, observa. Junto a las carteras de Salud y de Trabajo, y en articulación con las diferentes cámaras y sindicatos, se diseñaron los protocolos para espectáculos en vivo, como teatro, circo, danza y música, y para las actividades de los museos y centros culturales .
El próximo paso es Activar la Cultura
Esta semana el presidente de la Nación, Alberto Fernández, junto a Bauer, y autoridades nacionales, anunciaron en el Centro Cultural Kirchner un paquete de medidas con una inversión de más $5.300 millones de pesos. En la etapa que comienza la cartera busca volcar todo el esfuerzo en dos elementos: la producción y el trabajo. “Cultura Activa es el paquete de medidas que busca fundamentalmente impulsar, fortalecer y reactivar, a través del trabajo y la producción, al sector de la cultura. Venimos de otra etapa donde la principal tarea era trabajar sobre la salud desarrollando una cultura de la solidaridad, que permitió estar cerca de los que más lo necesitaban. Obviamente aún estamos impulsando este tipo de medidas de asistencia al sector pero creemos que podemos comenzar a transitar un nuevo momento”, expresó Mariano Addesi con respecto al plan presentado.
El plan abarca once propuestas que serán aplicadas y desarrolladas durante el segundo semestre del año dirigidas a varias áreas como festivales, artesanías, trabajadores y trabajadoras de la cultura, industria editorial, artes escénicas, industria audiovisual, patrimonio, espacios y organizaciones culturales, cultura comunitaria, música, entre otros.
“Estamos en un momento bisagra. Tenemos esperanza y vamos a seguir construyendo y trabajando en la producción de la cultura; y en esta reconstrucción estamos seguros que nos vamos a volver a encontrar y la música, la danza y todas las expresiones van a ser fundamentales”, sostiene el Director.
Detalle de las propuestas del programa
La propuesta de Cultura Solidaria implica la ampliación del apoyo extraordinario que ya alcanzó a más de 50 mil trabajadorxs, a partir de una cuarta cuota de $15 mil con una inversión total de $750.000.000.
El programa de Pueblos Históricos y Restauración de infraestructura cultural, articulado con el Ministerio de Turismo y Deporte y el de Obras Públicas, apunta a la puesta en valor de poblados históricos y sitios declarados de interés patrimonial. Se realizará la restauración y acondicionamiento de espacios culturales de todo el país con una inversión de 900 millones de pesos.
Por otro lado Renacer Audiovisual, que surge en forma conjunta con la Secretaria de Medios y Contenidos Públicos, cuenta con una inversión de $2500.000.000 para el sector con el fin de crear 5000 puestos de trabajo de forma directa o indirecta. Incluye más de 80 producciones audiovisuales (contenidos de animación, ficción y documental) y más de setenta proyectos de desarrollo audiovisuales en el marco del Mercado de Industrias Creativas (MICA).
Además para reactivar Puntos de Cultura, programa que desde hace diez años financia y acompaña a proyectos comunitarios de todo el país, se realizará una inversión estimada de $207 millones destinada a más de 100 organizaciones a través de dos líneas de apoyo: un aporte económico extraordinario para el sostenimiento de las organizaciones que integran la Red Nacional de Puntos de Cultura; y la séptima convocatoria a organizaciones que se incorporarán a la Red de Puntos de Cultura.
Otro de los puntos centrales será la reapertura de Impulsar Cultura II, programa de incentivo a la producción de espectáculos en vivo que contará con una inversión de $125 millones para más de 300 proyectos escénicos de circo, danza, música en vivo y teatro en espacios con aforo de más de 300 localidades. En este mismo sentido se trabajará en la vuelta de 130 Festivales Argentinos en provincias y municipios, que serán entre noviembre de 2021 y enero de 2022, a partir de una inversión de $48 millones.
Además pensando acercar nuevamente el público a la música en vivo y el teatro, desde Argentina Florece se invertirá más de $590 millones para Festivales con espectáculos artísticos de diversos lenguajes, favoreciendo la participación de elencos y artistas de cada provincia; Hacete Escuchar, un concurso de música para jóvenes de todas las provincias; y Argentina Florece Teatral, que incluye propuestas teatrales implementadas a través del Instituto Nacional del Teatro.
Una de las más urgentes medidas es MANTA que se trata de un apoyo económico para la reactivación productiva artesanal con una inversión $122.400,000 y alcanzará a más de 2400 artesanxs y artesanas de todo el país para promover la producción y mejorar su sustentabilidad.
Al mismo tiempo desde Activar Patrimonio se presentarán, con una inversión de $3.000.000, becas para artistas, curadorxs e investigadorxs para la presentación de proyectos de investigación artística, académica y/o expositiva vinculados a las colecciones y acervos de los Museos e Institutos Nacionales que están bajo la órbita de la Secretaría de Patrimonio Cultural.
Con respecto a las Ferias del Libro, se lanzó un programa de fondos concursables y de capacitación en saberes específicos, dirigido a ferias del libro ‒sin fines de lucro‒, municipales, provinciales, de organizaciones no gubernamentales y/o de colectivos autogestivos de todo el país. Se trata de un concurso nacional con una inversión de $5.000.000. Por último desde la CONABIP se generarán nuevas líneas de apoyo para 900 Bibliotecas Populares por $138.000.000 través de diferentes líneas de subsidios (Gastos Corrientes, Libro %, Inclusión Digital, Bibliomóviles, Por más lectores, etc.).
“Toda los esfuerzos están puestos en poner a la cultura del pie. Esto es así desde el primer día de gestión cuando volvimos a tener la categoría de Ministerio que habíamos perdido en la gestión anterior al ser degradados a Secretaría. Nuestra esperanza en el futuro, ahora, tiene una dirección clara que es la de la producción y el trabajo. Asumimos el compromiso de seguir trabajando para estimular a las industrias culturales porque ellas juegan un papel clave en la economía argentina. Sabemos que para estar cada vez más cerca de la argentina que queremos la cultura juega un papel central como lo viene haciendo hasta ahora, como seguirá haciéndolo en el futuro”, rescata Addesi.
Mapa de la Cultura en Pandemia: cuáles fueron los sectores más perjudicados
La implicancias en el sector pueden dividirse en dos grandes panoramas. Por un lado las actividades presenciales y artes escénicas como cine, teatro, shows en vivo y museos que mostraron caídas muy significativas; Artes escénicas se redujo 63,7 %, Música bajó su actividad 45,3 %; y Patrimonio acumuló 51,7 % de perdida ; y por el otro, áreas como televisión y los consumos digitales que mostraron crecimientos importantes, sobre todo en el segundo trimestre de 2020 cuando la circulación de personas estaba muy limitada. En la actualidad la situación de las industrias culturales y creativas es muy despareja, lo que refleja la multiplicidad de actividades y complejidades que abarca.
El cine por ejemplo registró una caída interanual del 82% con respecto a 2019, lo que se vio reflejado en la recaudación total por venta de entradas que fue de $1.950 millones de pesos, un 83% menos que el año anterior en valores reales. Pero el sector más perjudicado dentro de este grupo fue el de la industria nacional. En total llegaron a estrenarse nada más que 72 películas, 44 extranjeras y 28 nacionales, y de las entradas vendidas solamente el 24% corresponde a películas nacionales. En cuanto lo que respecta a producción nacional se vio una caída del 89% con relación a la producción de 2019. La recaudación de las películas locales registró una caída del 45% en precios corrientes, y , detalle no menor, una sola película “El robo del siglo, concentró el 95% del público.
Otra de las industrias afectadas es la editorial que además previamente arrastraba las repercusiones de la crisis que se inició durante el gobierno de Mauricio Macri. En 2020 la cantidad de títulos editados totales tuvo incremento del 1,2% con respecto al año anterior: pasó de 27.371 a 27.694, que se explica por el crecimiento del soporte digital. En 2020 la cantidad de ejemplares impresos bajó un 28%, tendencia iniciada en 2014. Esto significó un nuevo récord de caída histórica: la tirada promedio por título disminuyó un 12%, pasando de 1.645 a 1.452 ejemplares por título editado. A esto se suma la caída en las ventas por el aislamiento. Según una encuesta de la Comisión de Comercio Interior de la Cámara Argentina del Libro (CAL) las ventas en librerías cayeron en algunos casos hasta un 50%, pero lograron reconfigurarse por la venta on line y a través de redes sociales.
El caso de la industria de la música presenta ciertas particularidades ya que se divide en dos grandes dimensiones: la producción y grabación de música; y la música en vivo. Con respecto al primer sector en 2020, a nivel mundial, la industria de la música grabada registró un incremento del 7% con respecto a los ingresos de 2019 por el aumento del 20% en las ventas de música digital (streaming). La pandemia dio el último empujón que faltaba a la caída del formato físico y el crecimiento de las ventas en formato digital fue del 379% en apenas cinco años. Sin embargo el resto de los segmentos mostraron caídas estrepitosas en la facturación. Con respecto a los shows y música en vivo según datos de información la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET), la caída fue del 86%, número que asciende a 91% en CABA (91%) .
Algo similar se registró en los teatros donde la cantidad de funciones cayó un 79% (el teatro comercial cayó un 76% y el teatro público, un 92%) y la asistencia cayó un 82% (en comercial 78% y en el teatro público, 96%). Muchos espacios generaron diversas estrategias de programación por streaming en el Teatro Nacional Cervantes o la plataforma Compartir Cultura, del Ministerio de Cultura de la Nación, el Complejo Teatral de Buenos Aires, y otras propuestas independientes.
El sector de Patrimonio y Museos en 2020 estuvo casi totalmente suspendido desde el mes de marzo cuando se decretaron las medidas de ASPO, salvo por la puesta en marcha de propuestas online e interactivas. En CABA los museos públicos nacionales recibieron 527.216 visitas, un 84% menos que en 2019.
Además otro sector fuertemente golpeado por la pandemia es el de lxs artesanxs, feriantes y artistas callejerxs de todo el país cuya actividad estuvo detenida durante varios meses por la pandemia. Se trata de un sector híper sensible a las dificultades ya que dependen de la circulación de personas en el espacio público, el turismo y los espacios de recreación. Muchxs debieron reorientar su estrategia a la venta online y por catalogo, estructura que demanda un tipo de logística más compleja que no fue posible en todos los casos y regiones. En la Ciudad de Buenos Aires feriantes, artesanxs y manualistas se movilizaron en varias oportunidades para exigir ayuda económica y alimentaria, e incluso fueron reprimidos por el Gobierno de Larreta.
Paralelamente el de la televisión, sector compuesto por TV por cable y satelital, se mantuvo prácticamente estable. En relación a los ingresos en pesos sí se ve en ambos segmentos una caída de la recaudación durante 2020: los ingresos de la TV por cable cayeron un 4% y los de la TV satelital, un 7%. Sin embargo esta situación no llegó a beneficiar a lxs actorxs o productores nacionales, que venían de sufrir los perjuicios del gobierno de Mauricio Macri que redujo su trabajo un 52%. En 2020 la desocupación en el sector del espectáculo llegó al 90 %, y rompió un record histórico.