La muestra "Contar Malvinas" que se puede visitar desde mañana en la Biblioteca Nacional está integrada por testimonios de excombatientes que articulan su recorrido y se ponen en diálogo con otros discursos como los de la prensa y la ficción, y también, con documentos que la institución guarda en su acervo y que permiten recorrer la dimensión geográfica e histórica de las islas.
La noticia de ir a la guerra irrumpió en la cotidianidad de los excombatientes de manera radical. Muchos de los que recibieron la convocatoria, ya habían sido dados de baja del servicio militar, por lo que la noticia de reincorporarse inmediatamente los tomó por sorpresa. "Otros tenían solo dos meses de inscripción cuando los convocaron y otros ni siquiera sabían a donde estaban yendo", apunta Olivera.
"La mayoría de los discursos de excombatientes que recogimos comenzaban diciendo 'recibí el telegrama para que me presente para ir a la guerra´. Es un cambio totalmente abrupto", dice.
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"También el impacto de bajar en las islas: ese terreno tan extraño para ellos. Después aparecía la idea de la espera, estaban ahí alertas durante un mes porque tenían la amenaza de que en cualquier momento los bombardeaban. Pasaron hambre en esa espera y fueron víctimas de violaciones de derechos humanos. Finalmente, el 1º de mayo los ingleses empiezan a bombardear el territorio", relata la curadora.
Los relatos podrán escucharse en la instancia de la muestra que cuenta los sucesos de la guerra en 1982, desde la pantalla de un televisor que tendrá subtítulos. Estos testimonios están acompañados por citas literarias y por el relato de las enfermeras, cuyas voces forman parte de esta variedad que implica "Contar Malvinas".
"Fue una sorpresa para nosotros lo que contaron: nosotros las imaginábamos, aunque parezca ridículo e ingenuo, con uniformes de enfermeras esperando a los ex combatientes. ¡Pues no! Estaban con el uniforme militar, con armas y esperaban y asistían a los compañeros heridos", señala Olivera.
Para la curadora, los relatos son impactantes. "Ninguno de los excombatientes se reconoce como un chico de la guerra, sienten un orgullo tremendo de haber estado ahí. Estaban dispuestos a entregar su vida", indica. Olivera asegura que aunque la cuestión patriótica se despertó en toda la sociedad, "en ellos además se despertó un sentimiento de responsabilidad de recuperar ese territorio".
"Por eso también fue tan traumática la vuelta. Les dijeron que la sociedad estaba enojada porque habían perdido y sintieron muchísima vergüenza por no haber cumplido", precisa.
Con información de Télam