Apostillas al homenaje a Maitena en el CCK

13 de octubre, 2022 | 18.09

Una curadora que no se asume como tal -Liliana Viola-, que se topa con la "historia de la risa femenina" en la obra de Maitena y la introducción del humor como espacio privilegiado confluyen en la exposición "Maitena. Las mujeres de mi vida", un recorrido no explicitado en la retrospectiva que se le dedica el CCK a la humorista y pionera.

En una de las paredes del pasillo del cuarto piso del espacio emplazado en el edificio del excorreo hay viñetas con diálogos vacíos, que son una invitación directa a desplegar la imaginación del público que quiera rubricar sentidos. Sobre ello Maitena dice: "En el CCK estaban un poco preocupados por la violencia de los haters pero yo confío en la gente que viene a ver mis cosas y creo que tengo un mensaje de buena onda y amor, y que la gente va a venir a jugar conmigo y no a pelear".

Desde la mirada de la curadora de la muestra que le escapa a esa figura, la editora Lliana Viola indica que "entrar en la obra de Maitena, en todos esos originales hechos entre los 80 y el 2000 sobre todo siendo temas de mujeres, significó no solo encontrarme con su obra sino que fue descubrir paso a paso de que nos reíamos, de que no nos reiríamos de ninguna manera, cuáles eran los tópicos que interpelaba a las mujeres en esos momentos", comenta y agrega que no es casual que las historietas hayan sido publicadas "en Diario Popular, en Para Ti, en la contratapa de un diario... era obvio que buscaba la risa, no la risa fácil, pero sí la risa inmediata, que es lo que logró", señala.

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"Un montón de personas recuerdan sus chistes directamente", dice, e indica que lo que más le asombró de este proyecto expositivo fue encontrarse "con una historia de la risa femenina".

Por otro lado, a cargo de la programación artística en el Centro Cultural Kirchner desde marzo, Liliana Piñeiro, explica el motivo de traer el humor al espacio, una idea que la conectó con su labor en el Centro Cultural Recoleta, donde trabajó en el espacio dedicado a la historieta. "Particularmente recordé cuando hicimos una muestra de Tato Bores uno entraba a la sala y la gente se reía -evoca-. De allí surgió la idea de hacer reír a la gente en este lugar tan hermoso y a su vez en un momento tan difícil del país y del mundo", explica. Y el primer nombre que le vino a la mente fue el de Maitena.

"Ella propuso que Alejandro Ros hiciera el montaje, que Liliana Viola estuviera a cargo de la curaduría, y empezamos a trabajar. Pensamos que no había que traducir los libros a paredes, y lo que hicimos fue trabajar todas pequeñas instalaciones", indica la curadora.

A su vez, menciona como relevante el trabajo realizado con los muralistas, "un intercambio de saberes entre ilustradoras y muralistas". Un grupo en el que participaron Roxana Ciordia, Marina González, Jimena Groppo, Margarita López Dufour, Bruno Mesa, Elián Pittaro y Norma Rolandi. Y sobre la experiencia en general, Piñeiro indica que se trató de "un proceso muy rico de trabajo a lo largo de seis meses intensos".

Maitena es creadora de personajes como Coramina (1986-1987) y la Fiera (1987 a 1989), o Daniel Frentelli, el Langa (1988), publicó en Sex Humor, Sex Humor Ilustrado y Fierro, es autora de "Historias por metro" y "Barrio chino", y a partir de la tira "Mujeres alteradas" (1994) se dio a conocer mundialmente. Sus historietas fueron recopiladas en cinco libros, traducidos a 12 idiomas y sus dibujos han sido publicados en más de 30 países.

Escribió su primera novela "Rumble" (2011), autobiográfica, donde la grafía de las letras describen los años 70 en Argentina desde la mirada de una niña de 12 años. En 2013 editó su obra gráfica en "Lo mejor de Maitena" y en 2015 llegó el turno de "Lo peor de Maitena" con sus trabajos eróticos; entre 1998 y 2003, publicó una tira cómica diaria en la sección de humor de La Nación, "Superadas". Y en 2002 publicó el primer libro compilado de la tira, seguido de otros dos y la tira semanal "Curvas peligrosa", que representó el cierre de su trabajo en diarios y revistas.

En 2006 dejó de dibujar. Dejar de dibujar para ella fue un desafío: "Tenía una confusión con el personaje. Tiene lo suyo transformarse en alguien famoso. De alguna manera trabajás de ese personaje, hay una dualidad medio peligrosa", contaba en una entrevista de 2015 a Télam.

Con información de Télam

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