En la mañana del sábado 23 de noviembre, más de 400 personas y 100 escritores se reunieron en el Teatro Picadero con un objetivo en común: defender la lectura y hacer frente ante quienes dicen que no hay que leer. El evento, organizado por la escritora Claudia Piñeiro, invitaba a escritores, lectores y defensores de la cultura a leer en conjunto fragmentos de Cometierra de Dolores Reyes, Las Primas de Aurora Venturini, y Si no fueras tan niña de María Sol Fantín, tres de los libros recientemente cuestionados por la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
Tras poco más de dos horas intensas de lectura fragmentada en varios escritores referentes de la literatura nacional, la jornada terminó con una Dolores Reyes emocionada que levantó una bandera: "¡Aguanten los libros siempre!". Y es que a la lo largo de esta últimas semanas, la autora se convirtió en el foco de discusión de una disputa sin sentido: la novela está incluida en el plan Identidades Bonaerenses que envía una serie de libros a Bibliotecas escolares para dejarlos a disposición de los docentes que necesiten acompañar el trabajo pedagógico diario. Fue la Fundación Natalio Morelli, que trabaja bajo el lema de "proteger la integridad de niños, niñas y adolescentes" quien presentó una denuncia ante el Ministro bonaerense de Cultura y Educación por enviar estos libros que, según la denunciante "tienen un contenido que los chicos no tienen capacidad para comprender"; y la denuncia recibió el apoyo de, entre otros, Victoria Villarruel.
Las discusiones a raíz del tema tomaron rumbos insólitos, incluso tildándola de "pornográfica" por describir una escena sexual consentida o por utilizar palabras de jerga para referirse a los genitales masculinos. De cualquier forma, el objetivo era claro: evitar el acceso a un libro que narra una problemática tan actual como preocupante que son los femicidios. Lo mismo sucedió con la novela Si no fueras tan niña, en donde la autora relata un caso de abuso sexual en primera persona. A lo largo de las últimas semanas, la intención de atacar a estas novelas fue creciendo, pero también creció su apoyo y defensa, al punto que hoy en día Cometierra se encuentra agotado en muchas librerías y lidera el ranking de los libros más vendidos en el país.
Lo que sucedió en el Teatro Picadero durante la mañana del sábado fue una manifestación tan pacífica como poderosa: docentes, estudiantes e incluso familias enteras concurrieron para escuchar el relato en voz alta de estas tres novelas como una forma de asegurar que contra los libros nadie va a poder. "Es una forma de responder, me parece la más genuina, al que dice 'no hay que leer'. Al que dice que no hay que leer se le responde leyendo, y mostrando que hay un montón de gente que vivió una mañana espectacular porque le leímos. Y en todo lo que le leímos no hay ningún daño, no hay nada que no se pueda escuchar", dijo a El Destape Claudia Piñeiro, sobre la importancia de la jornada.
A esto se le sumó Sol Fantín, autora de Si no fueras tan niña: "Ojalá que todo esto que pasó sirva para que más niños, niñas y adolescentes puedan estar más protegidos, puedan acceder a más lecturas en los ámbitos escolares con el cuidado de sus docentes y bibliotecarios. Pero que con este acompañamiento puedan acceder a las lecturas que les amplían los horizontes de sentido, les permiten formarse un criterio propio y también generar recursos para defenderse de eventuales violencias".
La convocante reunión fue el lugar en donde se establecieron límites y se llamó a la reflexión. Luego de dos horas intensas de lectura, que causaron risas y lágrimas entre los presentes, el escritor Julián López concluyó la jornada leyendo el comunicado que firmaron 2400 escritores, editores, periodistas, traductores y libreros de Hispanoamérica, en el que aseguran que "se llama a una defensa irrestricta de losl ibros, de los planes de lectura y de las bibliotecas". "Las escritoras y escritores no somos rehenes de ningún régimen ni de ninguna campaña electoralista. No se pueden permitir ni la ridícula ofensiva oscurantista ni la violenta personalización sobre ninguna escritora o escritor para contiendas que no tienen nada que ver con las razones y los objetivos de nuestro trabajo", sentenció.
"Cometierra", la novela revelación de Dolores Reyes, llega al mundo audiovisual en formato de serie
Luego de cautivar a miles de lectoras y lectores con el personaje Cometierra, una niña que tiene el don de encontrar los cuerpos de personas desaparecidas, la novela homónima de la escritora argentina Dolores Reyes salta del papel a la pantalla de la mano del cineasta, guionista, productor y autor Daniel Burman, quien al frente de un equipo de guionistas y realizadores avanza en el rodaje de una serie que retoma la potencia de esta historia que entrelaza la violencia y la marginalidad sin incurrir en estereotipos.
Publicada por el sello Sigilo en 2019, "Cometierra" se transformó en un fenómeno literario que superó la undécima edición en el país y hoy se puede leer en Italia, España, Francia, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos, acaso porque los temas que aborda -el duelo, la identidad y la violencia- adquieren un carácter universal. Su autora, Dolores Reyes (1978), es docente y escritora. Nació en el oeste del Gran Buenos Aires y fue maestra en escuelas de esa zona durante gran parte de sus 44 años. En paralelo a su compromiso con la enseñanza, fue afilando un agudo poder de observación que la ayudó a construir la mirada y los códigos de los personajes juveniles a los que le da voz en esta obra y en su prolongación, "Miseria", publicada hace unos meses.