Autores, especialistas, narradores y docentes de todos los niveles educativos que integran la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija) y el Colectivo LIJ emitieron hoy comunicado de "repudio absoluto" a las sanciones en torno al uso del lenguaje dispuestas en estos días por autoridades sanjuaninas y porteñas, y consideraron que "cuando estamos cercanos a cumplir 40 años de democracia ininterrumpida, nos parecen graves retrocesos".
En el caso de San Juan, aludieron a la suspensión de un maestro que le dio a sus alumnos un cuento de Hernán Casciari que en su versión original, no en la versión reducida leída en clase, aclara el propio autor, contiene los términos "culo", "teta" y "poronga"; y en el caso de CABA, se refiere a la prohibición del uso del lenguaje no binario en las escuelas.
"Actos como estos, cuando estamos cercanos a cumplir 40 años ininterrumpidos de democracia, nos parecen graves retrocesos", se lee en el comunicado replicado en Facebook. Alija y el Colectivo LIJ se refieren a "no permitir el uso de las formas 'e', 'x', y @ del lenguaje inclusivo en CABA" y a "manifestaciones de control social como la ocurrida en San Juan, donde se relegó de la sala de clases a un profesor por la elección de un cuento para leer a sus 'alumnes'".
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Así como "queremos hacer público nuestro total repudio" a esas acciones, las agrupaciones manifestaron su deseo de "apoyar la actitud comprometida y solidaria" de quienes "han respondido con celeridad e inteligencia en defensa de la libertad de cátedra".
El ministerio de Educación de San Juan suspendió el viernes último a un maestro de teatro que citó en clase de segundo año del Normal Superior Sarmiento un fragmento del cuento "Canelones", de Casciari.
La versión acotada leída en clase excluyó un fragmento del cuento original -que se puede leer en la web de la revista Orsai: https://www.hernancasciari.com/blog/canelones y que se está filmando para una película protagonizada por Darío Barassi-, donde el narrador recuerda una charla telefónica entre dos jóvenes que intentan incomodar a otro interlocutor simulando una conversación con contenido sexual, explicó su autor, que mantuvo diálogo con el profesor.
Casciari, quien además de mantener una charla con el docente Juan Nicolás Esquibel, dialogó con la rectora de la escuela, Marcela Herrera, y con la ministra de Educación sanjuanina, Cecilia Trincado, consideró que "a los papás hay que educarlos, no hacerles caso en estas pelotudeces". Ocurre que la medida punitoria llevada adelante por la institución estatal surgió de la denuncia realizada a partir del contenido del cuento completo que se encuentra en Internet, no de la versión expuesta en el aula.
En la charla que Casciari mantuvo con el docente, Esquibel relató: La semana pasada tenía que dar un ejercicio y los chicos estaban bastante negados, les comenté que estaba en la producción de 'Canelones' mientras charlábamos de Fontanarrosa y les propuse leerles el cuento. A muchos les encantó y lo fueron a buscar.
Los padres accedieron al texto original a raíz de la búsqueda emprendida tras la cuestionada clase por uno de los estudiantes y eso habría derivado en la separación del maestro y denunciaron "escenas pornográficas" y "material indebido".
Por otra parte, el comunicado de Alija y el colectivo LIJ se pronunció sobre la resolución 2022-2566 del Ministerio de Educación porteño, a cargo de Soledad Acuña, que prohíbe a los docentes el uso del lenguaje inclusivo -puntualmente aquellas expresiones que incluyen la e, la x o el @- en las escuelas públicas y privadas de los tres niveles, tanto para el aprendizaje en el aula como en la comunicación con las familias.
La media cuestionada por educadores, académicos, investigadores y escritores acumuló en las dos últimas semanas al menos cinco causas en la Justicia, entre otras cuestiones, por "discriminatoria" y por "vulnerar la libertad de expresión" y "el derecho a la identidad y expresión de género de docentes y estudiantes".
"Si la ciudad de Buenos Aires decide que va a prohibir -yo no digo que aliente el lenguaje no sexista ni que lo haga obligatorio- obvio que eso hace que otros lados sientan la puerta abierta para hacer tonterías por el estilo", advierte a Télam la escritora Márgara Averbach, del colectivo LIJ.
"Para nosotros que somos de la literatura infantil y juvenil los dos casos son una alerta, porque está asociada a los lectores en formación -subraya la escritora-. Habrá autores que quieren usar el inclusivo. Yo con 64 años no lo voy a usar porque no me llama, pero me parece excelente porque permite que algo que no existía tenga nombre a partir de una declinación en el lenguaje, si vos no te sentís varón ni mujer antes no existías, con el lenguaje no binario, ahora sí".
Y es algo, agrega Averbach, "que tiene que ver con este momento particular del feminismo". Parte del enojo de esos tutores tuvo que ver con que el diálogo con contenido sexual no citado en clase fue entre dos varones.
Con información de Télam