Martín Floiro lanzó El nombre de todos los árboles: "La función de la literatura es sumergirte en un mundo nuevo"

La novedad de Editorial Diotima presenta una historia en donde la fe y el escepticismo luchan por tomar lugar en las vidas de un padre y una hija.

18 de agosto, 2023 | 13.35

Un hombre criado en un entorno religioso, pero no se considera creyente se encuentra en el limbo entre el “creer o reventar”: una peregrinación complicada, el amor por una hija y la búsqueda de un milagro es el motor que lo impulsa a ver qué hay más allá de su escepticismo. Esa es la premisa de El nombre de todos los árboles, el nuevo libro de Martín Florio (Diotima) que narra la peregrinación de este padre y su hija "favorita" al lugar que cure sus males de una forma completamente adictiva.

En esta novela, que está lejos de ser un dogma sobre la religión, el autor decidió explorar la historia detrás de los inicios del catolicismo: de dónde provenía la fe y cómo las personas mantenían su creencia cuando tenían muchas carencias en su vida. A partir de esto, Florio construyó una historia única, en donde la naturaleza toma un rol crucial como jueza y verduga de los personajes, y en el que la que los giros de trama mantienen al lector constantemente en vilo.

Precisamente, en diálogo con El Destape, el autor profundizó sobre el nacimiento de la novela. “Este libro nace jugando, jugando a inventar cosas. En algún momento me puse a intentar estudiar cosas de historia que tenía pendientes y a investigar más que nada de una forma totalmente amateur. Ahí fue cuando quise profundizar en el cristianismo. No soy creyente, pero las religiones es un tema que me interesa muchísimo, entender cómo funcionan esos sistemas que nos han marcado tanto a lo largo de la historia de la humanidad. Fue un proceso largo, de muchos años”, reveló. Sin embargo, destacó una peculiaridad: quiso replicar la mayoría de las películas que tocan estos temas que, con "bajos recursos", logran un producto de alta calidad. Y esto, sin dudas, queda reflejado en El nombre de todos los árboles.

Florio no necesitó descripciones ostentosas ni un gran desarrollo de personajes para crear una historia que atrapa de principio a fin. Y es que el mensaje es claro: una "roadmovie" escrita en forma de peregrinación en donde padre e hija se enfrentan a los escenarios más terribles impuestos por la naturaleza con el fin de cumplir ese ansiado milagro. El deseo es lo que los impulsa en toda la historia, aún con la constante presencia de la muerte, y es en ese tinte humano en donde se encuentra el diferencial de esta novela.

“La naturaleza es super importante en la novela, es un medio hostil en donde hay que sobrevivir pero también es lo que permite sumergirte en un nuevo universo. Tiene un protagonismo super fuerte y fue muy buscado. Lo primero que se me vino a la cabeza fue esto de un camino arduo y luchar con y contra los elementos para tratar de sobrevivir", confesó el autor. Asimismo, remarcó: "Es lo que yo sentí que le iba a dar un marco de realidad al libro. Porque al fin y al cabo es lo que creo que es la función de la literatura, sumergirte en un mundo nuevo”.

Preguntas como ¿Cuánto se subestima a la inteligencia infantil?, ¿Cuánto dramatismo hay que darle a la muerte?, o incluso ¿Hasta donde estaríamos dispuestos a llegar por la religión?, son algunas de las que surgen a partir de la lectura de la novela. Y, lo más importante es que las respuestas están ahí, dentro de la historia, solo hay que saber buscarlas.

Sobre el autor

Martín Miguel Florio nació en Buenos Aires, en 1972. Estudió realización cinematográfica en el Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda (IDAC). Trabajó como realizador, productor y director creativo para compañías de medios televisivos. Trabaja como guionista y desarrollador de contenidos audiovisuales. El nombre de todos los árboles es su segunda novela.