Emblema de la resistencia crítica a la dictadura y de la restauración democrática, la revista Humor legó una galería indeleble de portadas desde 1978 que se ofrece como la iconografía definitiva del periodo. Como homenaje a los autores que pasaron por la emblemática publicación argentina, la Biblioteca Nacional inaugura este jueves 23 a las 19 la muestra Nada se pierde, dedicada a rescatar algunas de las viñetas y personajes más impresionantes que alguna vez ocuparon las páginas de la revista.
La muestra curada por José María Gutiérrez presenta obras originales de 30 autores icónicos como Cascioli, Fortín, Izquierdo Brown, Fontanarrosa, Rep, Tabaré, Limura, Langer y Scafati, entre otros, y de las revistas que salieron entonces a partir de Humor como El Péndulo, SuperHumor, Humi y ya en democracia la SexHumor, con la primera camada de humoristas mujeres como Maitena, María Alcobre y Patricia Breccia, destacando la amplitud de criterios del arte editorial de aquella, la última gran revista de humor gráfico de la Argentina. "Cuando comencé a seleccionar los materiales y a ver todo lo que se había publicado en Humor, la muestra empezó a tomar una potencia que ni yo pensaba que tenía. Es muy fuerte por todo lo que tiene para decir hoy, es actual y está vigente. Eso es lo más increíble de todo: algo publicado hace 40 años adquiere una relevancia tremenda por las semejanzas con la actualidad", indicó su curador en diálogo con El Destape.
Humor nunca fue una revista de chistes, aunque por supuesto también los publicó. Y aunque aún en sus ilustraciones más dramáticas subyazca una actitud de parodia, sátira o ironía, su humor era otra cosa que a veces podía no dar risa. En la Humor el humor hizo pensar. Y en Humor y en las otras revistas de Ediciones La Urraca -dirigida por un dibujante, Andrés Cascioli- el dibujo, las historietas, las viñetas unitarias y las ilustraciones fueron sustanciales a su fórmula, nunca un complemento. "Una de las cosas más importantes de la muestra es la exposición de personajes rarísimos. Hay autores muy diferentes entre sí, con estilos tan raros, que la verdad no se parecen a nada. Son alucinantes", precisó Gutiérrez sobre el contenido de la exhibición que recoge trabajos hasta los inicios de la revista Fierro y SexHumor, que marcaron un nuevo período en la historia de las viñetas locales.
"El humor gráfico argentino tiene una larguísima tradición -que está en los orígenes de la prensa argentina- de tener una actitud crítica y por momentos combativa. Hubo publicaciones como Don Quijote que incidieron en los hechos políticos. Leandro N. Alem decía que la Revolución de 1890 la hicieron los fusiles y las caricaturas. Esa es una característica que tiene el humor y la historieta argentina que no está en otras partes del mundo. Lo vemos en la revista Tía Vicenta, en tiras como Mafalda e Inodoro Pereyra, entre otros, y en Humor. Esta muestra está centrada en los dibujantes, se ven las viñetas despojadas de todo su contexto pero a la vez muy perdurables en el tiempo", agregó. La muestra es abierta al público y podrá verse de martes a domingos de 14 a 19 horas en el edificio de la Biblioteca Nacional (Agüero 2502, CABA).