Harry Potter, mago con una característica cicatriz en la frente producto del enfrentamiento con Lord Voldemort, amigo de Ron y Hermione, y protagonista de la saga de libros creados por J.K Rowling, despierta pasión a lo largo y ancho del mundo, sin distinción de idiomas o culturas. El reciente lanzamiento del especial de HBO Max por los 20 años de la adaptación fílmica de La Piedra Filosofal –emotiva reunión en la que no faltaron algunos de los personajes favoritos de la saga- reavivó la “Pottermanía” y sentó las bases para nuevos diálogos, debates y análisis en torno a la saga, su creadora (ampliamente cancelada por su transfobia) y el legado de la historia. El Destape contactó a fans de Harry Potter para contar historias, anécdotas, pensamientos y reflexiones de cómo “el niño que sobrevivió” se coló en sus vidas. ¡Varitas en alto!
Rechazo a primera vista
Pablo, 30 años, docente
“Me regalaron el primer libro de Harry Potter y durante todo un año estuvo juntando polvo. En el medio lo presté y una de las personas que lo leyó me dijo que vuelva a intentar, que a partir del capítulo tres no iba a poder largarlo. Le hice caso. Tenía razón”
“‘Ay, por Dios, qué vergüenza ajena me da esta gente’. Esa fue mi reacción la primera vez que asistí a un club de fans de Harry Potter. Esa vergüenza era porque me veía reflejado en esa otra gente. A partir de la segunda vez que asistí al grupo, tuve un sentido de pertenencia absoluto. (…) En los primeros libros de Harry se cuenta la historia de un chico que no encaja con su propia familia, la misma exclusión que pasábamos muchos de nosotros y gracias a la cual los grupos de fans funcionaron también como redes de contención y lazos afectivos. Otra cosa increíble que se da en estos espacios es la aceptación desde el minuto cero de toda la diversidad sexual e identidad de género. En ningún otro grupo de gente en el que coincidí a los 13 años, se dio esto”
Corazón noble, mote intimidante
Luciana, profesora de música. Tan fan de Harry Potter que usa su música en sus clases.
“Mi personaje favorito de la saga de Harry Potter es Sirius Black, porque lo presentan como un villano tenebroso y termina siendo uno de los personajes más nobles de la historia. Harry pasa de identificarlo como una amenaza de familia tenebrosa, que estuvo preso en Azkaban, a hacerlo parte de su familia. En lo personal me siento un poco parecida a Sirius Black, en algunos rasgos de la personalidad: puedo dar una impresión un poco mala onda, pero cuando los otros me conocen se terminan llevando una sorpresa por la calidad de persona que soy”.
La fuerza del amor es el hechizo más fuerte
Dru, licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, Potterhead desde los 11 años.
“A una de mis mejores amigas la conocí cuando tenía 15 años. Ambas participábamos de un foro sobre Harry Potter, escribiendo fan fictions comunitarios. En esos años, justo estaban empezándose a formar círculos de lectores de las novelas y ella, a quien solo conocía virtualmente, me escribió diciendo que tenía ganas de asistir, pero no quería hacerlo sola. Yo estaba en la misma. Veníamos hablando hacía un par de meses, nos conocimos en ese círculo, pegamos buena onda y tenemos una amistad que se mantuvo intacta. El tiempo pasó, ella conoció a alguien, se casó, tuvo un hijo y me eligió a mí como la madrina. Todo gracias a esa conversación. Es re loco, porque con ella somos como el ying y el yang. No nos parecemos en nada. Ella es Cenicienta, yo soy Merlina Addams. Aún así somos familia y todo por los libros”.
Licantropía
Vani Heredia (o Vani Weasley, como se hace llamar en las redes sociales), 30 años, profesora de Historia.
“De grande empecé a identificarme con el profesor Lupin porque a los 18 años, cuando terminé el colegio, me diagnosticaron Hepatitis B. Nunca supe bien cómo fue el contagio pero en ese momento asociaba lo que tenía al hecho de que Lupin era Licántropo. Cuando me dijeron que, posiblemente, mis hijos podrían llegar a tener Hepatitis B debido a mi condición, recordé una escena del último de los libros de Harry Potter, cuando Lupin dice que tiene miedo de que su hijo nazca con licantropía. Eso me persiguió durante mucho tiempo, pensar que si tenía un hijo lo podía enfermar. Al final, tuve un hijo y salió súper sano. (…) Durante todo el proceso que duró la enfermedad, los únicos que estaban al lado mío eran los libros de la saga. Siempre, en la mesita de luz. En ese momento, Hogwarts me abrió las puertas para olvidarme por un rato lo que estaba pasando”.
Harry Potter y el misterio de la góndola del supermercado
Flor, 33 años, empleada de un cine. Perteneció a un club de fans de Harry Potter
“Me topé por primera vez con los libros de Harry Potter en un supermercado. Tenía 12 años, el libro llamó mi atención aunque parecía muy largo. Lo conseguí como un regalo y cuando lo leí, me volví fanática. El encuentro con la novela fue por pura casualidad, porque siempre me generó curiosidad la parte de ‘Libros’ que hay en algunos supermercados (…) Mirándolo en retrospectiva, creo que lo que más me cautivó de la historia fue que las problemáticas que tenía Harry Potter eran las mismas que tenía yo a esa edad”.
2001: Harry Potter llega a los cines entre helicópteros y crisis sociales
José Oliver, 32 años, de Mar del Plata, profesor de inglés, aprendió el idioma leyendo Harry Potter en su adolescencia. De alguna manera, eso lo motivo a elegir la carrera.
“2001 fue un año complicado para mí. En marzo conocí a una prima de Canadá, más grande que yo, y dos semanas después de su vuelta tuve un accidente de tránsito y me tuvieron que operar la rodilla de urgencia. También, fue el año en el que despidieron a mi viejo del laburo. En ese marco, me enteré de la existencia de Harry Potter por la televisión. Estábamos en diciembre de 2001 y se estrenaba La Piedra Filosofal en el cine. No sabía nada de la serie de libros. Cuando fui al cine a ver la película me pareció una maravilla. A partir de ahí, arranqué a leer los libros”.
Petrificus Totalus
Martina, 29 años. Le cuesta mucho quedarse callada y no explicar todo cuando ve las películas con un muggle.
“Fue muy difícil la digestión de los comentarios transfóbicos de J. K Rowling. En el fandom hubo casi unanimidad en el repudio. Lo único bueno para rescatar de tan horrible situación es que la historia trasciende a su autora, completamente. En el momento en el que se publicaron los libros, se creó un universo con vida propia que continúa y continuará en la cultura, a pesar de que la autora sea nefasta. Es triste y lindo a la vez saber que existe esa trascendencia. Harry Potter existe gracias a muchísimas otras personas que no son J.K Rowling”.
Una líder de Slytherin
Ayelen Natale, profesora de literatura y de inglés. En el pasado, Presidente del club de fans de Harry Potter en La Plata, luego coordinadora del Círculo de Harry Potter de Buenos Aires.
“Todos los que no encajábamos, encontramos en la saga un lugar de de pertenencia: en el colegio no tenía amigos, en los círculos de fans de Harry Potter sí. (...) Siempre fui de las que dirigieron clubes de fans. Al grupo de La Plata entré, me hice amiga de los que lo habían armado, y después fui la Presidente; en el de Buenos Aires ayudaba a organizar. (…) En los clubes de fans nos organizamos por casas (Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin) así son más fáciles las cuestiones operativas: hemos llegado a tener más de 1000 personas en una reunión de fans, en Buenos Aires. Yo dirigía la casa Slytherin”.
Animales Fantásticos, el legado que amplía el universo Potter
Sofía del Papa. Relacionista pública y cinéfila de pura cepa. Escribe para el medio @cinefilosoficial y está a cargo del podcast del medio. Potterhead desde la publicación del primer libro de la saga.
“Siento que las películas de Animales Fantásticos funcionan muy bien como apéndice de la historia de Harry. Si bien es un poco dificultoso poder conservar aquellas emociones que los fanáticos transitamos con la historia original, en lo particular disfruté mucho estas nuevas películas. Son distintas, están bien hechas y bien actuadas. Comparándolas con sagas como Star Wars, que en la última trilogía se desfiguró, al seguir utilizando elementos y personajes icónicos que terminaron desgastando el sentido de la historia, creo que en Animales Fantásticos la decisión fue más inteligente. Es una historia previa al nacimiento de Harry Potter, con personajes nuevos y otros reciclados, aunque abordados desde otro punto de vista que no tiene que ver puntualmente con la saga original”
Un viaje en escoba que arrancó en un libro y terminó en Londres
Camila Del Popolo, 30 años, vive en Londres hace 5 años. Licenciada en Turismo. Su sueño es leerle Harry Potter a sus hijos, usando sus libros originales, y que ellos puedan aprender así español.
“Tenía 8 años cuando empecé a leer los libros y enamorarme de los personajes. Los leí en español a medida que salieron hasta el quinto, inclusive. Cuando llegué al sexto, en ese momento solo estaba la versión en inglés. No quería esperar a la traducción. Para ese momento tenía 13 años, no hablaba inglés, tenía un conocimiento muy básico, Internet no estaba para nada desarrollado y yo quería saber qué pasaba en el sexto libro de Harry Potter. Volví locos a mis padres para que me comprasen el libro y empecé a leerlo con un traductor al lado. Aprendí el idioma gracias a Harry Potter. (…) Tenía el sueño de irme a estudiar a Inglaterra una vez terminado el colegio, a una universidad como si fuera Hogwarts. Tanto soñé con irme que un día dije ‘me voy’, y lo hice. No fue tan fácil pero ya hace cinco años que vivo en Londres. Estudié una carrera de Turismo y durante un tiempo estuve considerando hacerme guía de escenarios relacionados a las películas de Harry Potter”