Coincidente con el inicio del otoño en el hemisferio sur, cada 21 de marzo se celebra el Día mundial de la Poesía. Esta fecha pautada hace 25 años atrás pretende poner en escena uno de los géneros literarios que más prejuicios enfrenta. Con motivo de defender la poesía, desde El Destape recomendamos una serie de libros para empezar a leer poemas y romper con todos los estigmas.
Como si hubiera sido a propósito la coincidencia con el inicio del otoño y la primavera en diferentes partes del mundo, dos de las estaciones más bellas y reflexivas expresadas en la literatura, la UNESCO declaró que cada 21 de marzo se festeje el Día mundial de la Poesía. Esta decisión se dio en 1999, durante la 30° Conferencia General en París y tiene como objetivo "apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro”.
La poesía es un género literario conocido como una manifestación directa de las emociones y reflexiones que puede presentar un ser humano respecto a la vida, la muerte, la belleza o cualquier sentimiento. Desde la escuela primaria se enseñan contenidos relacionados a este género: la métrica, la rima y su estructura en verso. Sin embargo, son muy pocos los que llegan a comprender su profundidad: se trata de una forma de plasmar la historia de la humanidad y sentar precedentes sobre cada generación, las preocupaciones e incluso las motivaciones que tenían.
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En estas fechas, donde la cultura está en peligro, es fundamental defender estas manifestaciones artísticas que ayudan a escribir la historia. Por este motivo, a continuación brindamos 4 recomendaciones de poetas argentinos para incursionar en este género.
4 libros para empezar a leer poesía
Aunque si bien en Argentina hay muchos referentes de la poesía, autoras como Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni o Silvina Ocampo, su escritura suele ser mucho más profunda y compleja que puede resultar más difícil de comprender para lectores novatos. Se pueden leer poemas sueltos de ellas y poco a poco profundizar, pero hay algunos libros que pueden ser de gran ayuda para meterse poco a poco en el amplio mundo de la poesía.
1) Otoño imperdonable de María Elena Walsh
Este fue el libro con el que la famosa autora se dio a conocer como poetisa. Fue publicado en 1947 y tiene todo lo tierno y metafórico de la poesía, ya que son poemas que ella empezó a escribir desde su adolescencia con todas las emociones que caracteriza a esta etapa de la vida. En este libro podemos disfrutar de algunos recursos de la poesía clásica como el uso de la naturaleza como inspiración y de la musicalidad casi natural que encontró en las palabras, que son tan características de este género.
2) No sé nada de Ballenas de Ariel Bermani (Santos Locos)
Este es un libro es de poesía contemporánea publicado en 2017 por la editorial Santos Locos, un sello independiente argentino que se dedica exclusivamente a este género. El poemario de Bermani nos lleva a ver la belleza en las cosas cotidianas del amor. Con poemas breves, se hace muy fácil de comprender y resulta la opción ideal para adentrarse en el género de lleno.
3) Poemas como mapas de Tamara Grosso (Fera)
Una recomendación para los lectores más estudiosos, ya que presenta una forma didáctica de entender la complejidad de la poesía. En este libro la autora recopiló varios poemas que marcaron su camino en la poesía y los desglosa por completo, explicándolos y dándoles un sentido. La opción perfecta para quienes quieran aprender del género y sobre todo, empezar a analizarlo con profundidad. Además contiene consignas de escritura para alentar a hacer poemas propios.
4) Para fabricar un relámpago de Fernando Raluy (Diotima)
La zona sur del conurbano bonaerense resulta mucho más que un espacio llano en donde vivir. Más bien se convierte en un escenario atemporal y trasparente en donde cada persona que alguna vez pasó por la zona puede afinar el ojo y percibir la belleza del caos, la belleza dentro de lo rutinario. Ese es el escenario que plantea Para fabricar un relámpago. Los 38 poemas que componen al libro están realizados con “una lírica íntima e impresionista”, tal como dice Paola Gómez Codina, una de las tutoras del autor en el proceso de “clínica” del libro.