Cómo es Uno no decide lo que ama, la novela que mejor entiende la "rosca" política en la militancia juvenil

En capítulos cortos de buen ritmo narrativo y un escenario que remite a la Argentina post 2001, el joven autor Ignacio Veliz cuenta una historia de "coming of age" de cuatro jóvenes militantes, sus ideales románticos y los entresijos de la política en el conurbano bonaerense, donde no faltan "rosca" y caudillos del poder.

18 de agosto, 2023 | 14.02

“El principal problema que tenemos los militantes es que no leemos literatura”, dice Ignacio Veliz en diálogo con El Destape, citando la frase de un amigo que le abrió la cabeza años atrás y lo inició en su búsqueda por querer contar lo que sucede en las bases, habitadas por jóvenes con ideales, deseosos de cambiar el mundo y seguir a sus líderes en acciones territoriales. Uno no decide lo que ama, primera novela de este joven autor, pone en el centro de la escena a cuatro varones que integran una agrupación política y social de una localidad de conurbano bonaerense, y recorre sus historias personales dentro y fuera de la organización en un coming of age de lectura ágil, que se disfruta de inicio a fin y lleva a evocar tiempos mejores en la política argentina post 2001. 

Mientras leía, pensaba que debía haber una conexión fuerte y muy personal detrás de tu historia y la de la novela, ¿esto es así?

- De algún modo sí, porque los elementos que quise pensar tienen que ver, en parte, con revisar aspectos de mi biografía, sin que sea una suerte de exhibición de trapitos privados, sino como elementos para pensar y elaborar otras cosas. La novela nace de una necesidad de correrme de los lugares que no me hacen bien.

¿Los lugares que no te hacen bien…?

- Nunca busqué ser escritor, pero en algún momento de mi vida determinadas circunstancias de crisis y preguntas surgieron en mí -muchas vinculadas a lo social, a haberme quedado sin laburo, separarme y vivir con los daños que hizo el macrismo- y entendí que necesitaba tener una experiencia de escritura.

¿Militaste en alguna agrupación política y social como los personajes de la historia?

- Sí. En una experiencia en un distrito del conurbano, desde el 2004 hasta el 2015. Entré a los 16 y me fui a los 26. De ahí salen algunas imágenes de lo que se cocina en esos espacios. 

- El disparador fue ese.

- Sí, pero no fue el único. Hubo también dos momentos esenciales que ayudaron a la creación de la novela. Uno fue un diálogo con María Moreno, en el que nació la necesidad de atravesar un proceso de escritura; y otro fue una puesta de pensamiento, que se gestó con un colectivo de gente de Filosofía, carrera que estudié, y Psicología, para encontramos entre el 2015 y 2018 a leer, producir y escribir sobre las preguntas que nos hacíamos en ese momento: por qué Macri, qué teníamos que ver nosotros con eso y qué medidas más prácticas habían oblicuamente propiciado aquello que luego denunciamos en materia ideológica.

¿Tenés respuestas para alguna de esas preguntas?

- Y…algunos esbozos, sobre todo a la luz del feminismo. Llegué a la conclusión de que determinadas prácticas de misoginia, homofobia y clasismo que se fueron gestando en las mismas construcciones de poder que nos dimos, descalibraron la eficacia de nuestras acciones. O sea, no acercarnos a esos problemas desde el lugar moral, sino desde la eficacia política. Las respuestas llegaron cuando indagué, en los legados que recibimos del siglo XX, en cómo nos hicimos peronistas y nos construimos como varones, y por qué el imperativo heterosexual -visto como régimen de vida y no solamente desde el lado sexual- juega malas pasadas a la hora de armar organización con otros y oponernos al liberalismo.

¿Cuáles fueron tus influencias, si las hubo?

- Las teóricas fueron León Rozitchner, Ignacio Lewkowicz, Los Espantos de Silvia Schwarzböck. A nivel literario, Manuel Puig, Néstor Perlongher, Osvaldo Lamborghini, Osvaldo Baigorria, Pedro Lemebel, Carlos Godoy, María Moreno. Después, en la novela está muy presente la cuestión musical. Tengo un amigo que dice que "la novela es un poco el pasaje de la militancia de base a las bases de la nocturnidad". 

La novela está dedicada a Cristina Fernández de Kirchner, ¿por qué?

- Porque nos cambió la vida. Lo que pasó a través de ella y de Néstor Kirchner modificó a todos, y creo que a través de ella se gestó un gran duelo colectivo de un país que ya no es. Al mismo tiempo esa memoria es lo que posibilita ponerle un límite a lo más voraz de la mierda que sufrimos. Es como un tótem.

  • Uno no decide lo que ama, de Ignacio Veliz. Edita Blatt & Ríos.

LA FERIA DE EL DESTAPE ►